Economía

Retiro del 100% de fondos tardaría años en pagarse, destruiría el sistema y colapsaría al mercado

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Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El presidente del Banco Central y el superintendente de Pensiones advirtieron sobre los efectos a la comisión de Constitución de la Cámara Baja.

Un panorama crítico para el mercado financiero, con efectos directos para las personas asociados a mayor inflación y alzas en las tasas de interés, junto a un nuevo remezón en el sistema previsional que puede en definitiva terminar con su existencia. Este es el escenario descrito tanto por el Banco Central como por la Superintendencia de Pensiones en la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, donde se discuten seis propuestas fusionadas en un proyecto de retiro parcial y total de fondos desde las AFP.

Los expertos no exageran. Sin ahorros, no hay ningún sistema previsional que funcione: tanto los de capitalización individual (como el gestionado por las AFP) como los de reparto se basan en cotizaciones obligatorias que realizan los trabajadores para su futura jubilación, a lo que pueden sumarse aportes del Estado y los empleadores. Si se retira el total de los ahorros en las AFP se dejaría a 11,7 millones de personas sin saldo, mientras que con un retiro de los ahorros con tope de $40 millones, apenas 710 mil personas, las de mayores ingresos, quedarían con dinero en sus cuentas.

Las cifras fueron presentadas por el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, quien advirtió que en el caso del retiro con tope se está hablando de US$ 130 mil millones, que representan el 72% del total de los fondos de pensiones al 31 de julio y que de concretarse haría caer a la mitad las pensiones promedio. El retiro sin tope, en tanto, considera recursos por US$ 169 mil millones (93% del total). “La liquidación masiva de activos generaría un castigo importante en los valores de los fondos previsionales que se retiren y también de los que permanezcan en el sistema”, afirmó.

Macías añadió que un retiro similar a los anteriores podría sumar US$ 16 mil millones a los casi US$ 60 mil millones ya retirados. Además, estimó que 5,6 millones de personas podrían quedar sin saldo sumando el impacto de los cuatro retiros, lo que equivale al 50% de los afiliados activos. 

La luz roja del Banco Central

El presidente del Banco Central (BC), Mario Marcel, no ahorró detalles en su presentación sobre los negativos efectos asociados a nuevos retiros desde las AFP. 

Basándose en las actuales transacciones, Marcel sostuvo que la liquidación de activos de un retiro total (entre US$ 160 mil millones y US$ 190 mil millones) demoraría años en poder entregar efectivo a los cotizantes: más de cuatro años para vender el saldo de bonos estatales, cerca de un año para los bonos bancarios y cuatro meses para las divisas. La causa de lo anterior es que no habrían compradores con ese poder de compra. En el intertanto, esos activos se deprecian: el BC calcula que los fondos con más renta fija podrían perder hasta un 12% de su valor.

El timonel del BC también prevé fuertes disrupciones que se retroalimentan, como una significativa depreciación cambiaria; más inflación; aumento del costo del crédito y los dividendos; incrementos de tasas de interés de corto y largo plazo; y salidas de capitales.

“Si un cuarto retiro es visto como la antesala de retiros adicionales es muy probable que sus efectos se aproximen al escenario de retiro de 100%. Los efectos se van agravando con cada retiro, mientras los beneficios disminuyen y se vuelven más regresivos. Un retiro adicional hoy se da en un contexto macroeconómico distinto, por lo que el ajuste de los mercados sería más amplio y acerca al sistema financiero a un desequilibrio de magnitud inédita, de graves consecuencias”, advirtió el economista.

Marcel manifestó su rechazo a que los beneficios por nuevos retiros crecientemente se concentren en el 20% de la población con mayores ingresos. “La exención de impuestos a los retiros ya efectuados se estima que alcanza cerca de US$ 4 mil millones, lo que, agregando la eventual exención de un cuarto retiro, constituiría la mayor transferencia fiscal al 20% más rico de la población en al menos 40 años”, concluyó.