Economía

La “revolución” de Valente que busca terminar con la burocracia en los proyectos de inversión

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Agencia Uno
POR Cristián Rodríguez |

Nueve economistas hicieron sus diagnósticos y propuestas para acelerar el dinamismo microeconómico en un seminario organizado por Economía. Los asistentes valoraron la apertura al diálogo y las posibilidad de críticas.

“Es una muy buena lectura para el fin de semana, más que una novela” dijo entre risas, el ministro de Economía, José Ramón Valente, para referirse a uno de sus últimos logros: la “Guía chilena para una buena regulación” que presentó este viernes en el seminario “Revolución Microeconómica”.

La instancia, en la que expusieron reconocidos economistas, como Rodrigo Vergara, Klaus Schmidt Hebbel, José Luis Daza, Andrea Tokman, Rodrigo Valdés, Sebastián Edwards, Sergio Urzúa, Juan Pablo Montero y Rodrigo Wagner, se convirtió en una cuenta pública de Valente, pero, al mismo tiempo, en una evaluación abierta de su primer año de gestión.

En el Edificio Bicentenario, en la esquina sur-poniente de Moneda con Teatinos, y ante un auditorio casi lleno -aunque la audiencia fue declinando en número con el paso de las horas-, el titular de Economía repasó su agenda 2018 y proyectó sus principales propuestas para este año. De hecho, aprovechó de anunciar cinco puntos que, junto con la guía para la regulación, marcarán su hoja de ruta de cara a 2019: dos proyectos de ley, agenda pro inversión II y agenda pro producción II, una versión de la oficina GPS para pymes y la creación de una Unidad de Economía, Psicología e Investigación del Comportamiento, que será bautizada con el acrónimo de EPIC.

En más de una oportunidad, el ministro reiteró que el encuentro era para “visibilizar los grandes temas que no salían en los titulares” y más de alguno de los invitados sentados en las primeras filas asintieron con la cabeza. Entre las autoridades presentes estuvieron los titulares de Agricultura, Antonio Walker, y de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine; los subsecretarios de Hacienda, Francisco Moreno, y de Turismo, Mónica Zalaquett, y la consejera del Banco Central Rossana Costa. También concurrió el director del INE, Guillermo Patillo.

Desde el sector privado, la concurrencia fue masiva y de alto nivel. Entre otros, asistieron el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín; el presidente de la Bolsa de Comercio, Juan Andrés Camus; los empresarios Salvador Said, Jorge Errázuriz y Jaime De la Barra, los ex ministros Gerardo Varela, Eduardo Aninat y Claudio Hohmann; los economistas Alejandro Jadresic y Raphael Bergoeing, y el director de El Mercurio, Carlos Schaerer.

De políticos, la presencia fue escasa. Y aunque fueron invitados todos los miembros de las comisiones de Economía del Congreso, solo estaba el diputado Carlos Kuschel (RN), quien pertenece a la Comisión de Hacienda de la Cámara.

Los encargos de Piñera

El seminario se extendió entre las 8:30 y las 14:00 con una asistencia que fue variando de más a menos, a medida que pasaban las horas y el calor: a la mitad del encuentro el aire acondicionado falló, lo que obligó a traer enfriadores de aire de refuerzo, antes de la llegada del Presidente Sebastián Piñera.

El Mandatario inauguró el segundo bloque con bromas hacia el ministro Valente y también con una lista de encargos para su cartera, los que estarán centrados para destrabar las barreras de inversión y emprendimiento. De hecho, Piñera sorprendió al anunciar que en los próximos días enviará al Congreso un proyecto para derogar leyes, la que se aplicarían al menos a 100 normas.

“Son leyes que, algunas están obsoletas o dejaron de ser operativas, otras quedaron tácitamente derogadas, y son caldo de cultivo para las discusiones legales en los tribunales. Y otras simplemente derogarlas, porque no son buenas leyes para los tiempos modernos”, dijo el Presidente.

Además, el Jefe de Estado solicitó darle estatus legal a la Oficina de Productividad y Emprendimiento Nacional (Open) y la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS); destrabar los US$ 65 mil millones de inversión que estan entrampados en el sistema; crear un nuevo instructivo que obligue a todos los ministerios a revisar periódicamente la normativa vigente y con ello, proponer ajustes y modificaciones. Además, pidió que todos los ministerios realicen un informe de los proyectos de ley para saber cómo van a impactar en la economía.

El llamado de atención a la Contraloría

Dentro de las exposiciones, el expresidente del Banco Central Rodrigo Vergara aseguró que uno de los puntos clave para destrabar en la inversión es la coordinación entre las instituciones. “Me preocupa la coordinación con los otros órganos del Estado, especialmente los autónomos, como la Contraloría” dijo, recordando la polémica que viven por estos días las inmobiliarias, el Ministerio de Vivienda y la institución que lidera Jorge Bermúdez.

En una línea similiar, el ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés abogó por enfrentar el problema de la “expansividad institucional”, ejemplificándolo en la misma Contraloría, pero también en la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional. A su juicio, la Contraloría requiere de un cambio en su gobierno corporativo, dejando de ser una entidad unipersonal, y pasando a trabajar en un esquema mucho más ligado a comités por áreas.

El conflicto también fue abordado por el Presidente Piñera durante su discurso. “Cuando una normativa es poco clara y le da competencia a tres instituciones distintas, lo que pasa es que las tres interpretan distinto y el resultado final es que todo se paraliza”, comentó el Mandatario, haciendo alusión a la pugna que tiene detenidos US$ 6 mil millones en inversión inmobiliaria en Santiago.

No más presidencialismo 

Durante las distintas presentaciones, se fueron sucediendo planteamientos, críticas y recomendaciones de cada uno de los nueve expositores. Por ejemplo, Klaus Schimdt-Hebbel, al finalizar su exposición, señaló que para avanzar en los temas económicos también se necesita un cambio mayor en el sistema político y propuso cambiar a un régimen presidencial parlamentario. “El presidencialismo nos mata”, dijo el economista, quien además planteó que sería buena idea la crear un comité asesor permanente para ayudar a las oficinas de GPS y Open.

Sergio Urzúa insistió mucho en la importancia de contar con buenos datos como insumos indispensables para impulsar buenas políticas públicas. Propició la creación de un “Data Observatory”, bajo un modelo de fundación. “Sin datos, no hay revolución microeconómica”, opinó el economista de Clapes y profesor de la Universidad de Maryland. “Si hacemos micro sin datos, el guatazo que nos podemos pegar es muy grande”, agregó. Recordó las distintas políticas públicas que se han impulsado con resultados cuestionables.

Rodrigo Valdés hizo una presentación muy breve, pero concisa. El exministro de Hacienda planteó su preocupación por el aumento que ha tenido la “prima por riesgo” de hacer negocios en Chile durante los últimos años. A su juicio, esto no tiene que ver con el manejo macroeconómico del país, sino con que la probabilidad de que los grandes proyectos de inversión vean la luz ha ido a la baja. 

El hoy académico de la UC planteó que se deben enfrentar temáticas complejas, pero que son relevantes, como el tema de los bienes de uso público, como el agua, el espectro radioeléctrico, la pesca y la explotación minera. “No tenemos que ser como el avestruz”, dijo Valdés, y subrayó que es necesario reconocer que existen algunos problemas de pacto social. 

“Vengo a hablar de novelas…”

El último expositor de la jornada fue Sebastián Edwards. “Yo quiero hablar, ministro, de novelas… uno de los temas favoritos suyos”, fue la primera frase de su alocución, en la enésima ironía del día contra el ministro Valente y que generó la risa de los asistentes.

Como gran parte de los expositores, Edwards valoró enormemente la iniciativa, debido a que abre la opción de discutir los temas centrales para la modernización económica del país.

En la misma línea que Urzúa, el académico de la UCLA de Estados Unidos abordó la necesidad de impulsar una revolución en análisis de datos. Sugirió la promoción de jóvenes chilenos hacia universidades norteamericanas para estudiar posgrados en esta área, debido al enorme impacto en productividad que generarían a su regreso al país.

Edwards centró su presentación en la necesidad de un cambio cultural para producir una revolución microeconómica. A su juicio, si no se produce una revaloración de concepctos como la eficiencia, la productividad, la dignidad del trabajo o la puntualidad, no se podrá impulsar el dinamismo micro. En varias ocasiones citó a la académica Deirdre McCloskey, de la Universidad de Chicago, quien es una de las autoras más importantes en la línea investigativa de cómo los cambios culturales impactan los crecimientos económicos de los países.