Economía

Rolf Lüders y su mirada sobre las reformas del Gobierno

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El académico del Instituto de Economía de la Universidad Católica, Rolf Lüders. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

“Este no es un gobierno de derecha”, dice el economista, quien fuera biministro de Hacienda y Economía. Valora el crecimiento, pero duda sobre lo que se hace en pensiones.

A sus 84 años, el economista Rolf Lüders sigue en plena actividad. A su labor como profesor titular del Instituto de Economía de la Universidad Católica le suma su rol como columnista de La Tercera, donde despliega su visión sobre diversos temas coyunturales (en la más reciente, se refiere la reforma de pensiones). También da charlas organizadas por la Fundación para el Progreso, donde habla del “milagro chileno“.

Miembro destacado de los Chicago Boys, fue parte de quienes aportaron a la conducción económica de la dictadura tanto en la elaboración de una nueva política económica como en la práctica, asumiendo como biministro de Hacienda y de Economía entre 1982-1983. En ese lapso le tocó diseñar el plan para enfrentar la crisis de endeudamiento, cuya medida más visible fue la intervención de la banca.

Sin esquivar ningún tema, el economista valora los resultados el Gobierno en materia de crecimiento, pero lamenta algunas decisiones como la creación de un ente público en pensiones y las vacilaciones en materia de jornada laboral. 

¿Cuál es el balance de esta segunda administración del Presidente Sebastián Piñera en materia económica, hasta ahora?

“En materia de crecimiento económico de corto plazo, si bien es cierto que la tasa de crecimiento es más baja que la que había previsto el gobierno, sigue siendo buena en términos comparativos con América Latina y también en comparación al periodo anterior de presidenta Bachelet. Diría que es buena incluso en el contexto internacional.

La pregunta es ¿qué impide que sea más alta? Y la respuesta es que las tasas de inversión, que fueron negativas en los cuatro años de la presidenta Bachelet, nos legaron un país que no puede crecer más de 3% a 3,5 %. La tasa que estamos teniendo es más o menos la que el país puede tener. Y no es más porque los proyectos de reformas que los empresarios creen necesarios para que las inversiones se hagan más atractivas, están teniendo dificultades en el Congreso”.

¿O sea los empresarios no están invirtiendo porque no están conformes con esas reformas?

“Así es. No se trata de las reformas que el Gobierno presentó, sino cómo están saliendo. Creo que los empresarios habían esperado reformas más liberales, más pro-mercado, que lo que está saliendo”.

Ha habido críticas por cierto desperfilamiento de las banderas de la derecha en algunos proyectos; por ejemplo, con la creación de un ente público (el Consejo Administrador de Seguros Sociales, CASS) en la reforma de pensiones. ¿Cuál es su visión?

“Este Gobierno no es de derecha y creo que nunca lo iba a ser. El Presidente Piñera es una persona más bien de centroderecha y eso se ve reflejado en lo que está haciendo el Gobierno. Un buen número de empresarios preferiría alguien más liberal. Pero además el Gobierno tiene que negociar porque no tiene mayoría. Entre sus propias preferencias que son de centro y el hecho que tiene que negociar, el resultado se traduce en reformas no son tan liberales como les gustaría a muchos empresarios”.

En ese sentido ¿las reformas tributaria y de pensiones son lo que necesitamos como país para seguir avanzando?

“Me parece que en materia tributaria lo que se está haciendo va en la dirección correcta. La integración va a generar incentivos a la inversión y más equidad horizontal. En lo personal, si es que hubiese que negociar algo a cambio de la integración, estaría dispuesto a subir las tasas del impuesto global complementario de tal manera para que el sistema se haga, entre comillas, más justo.

En pensiones, no puedo estar más de acuerdo en que el ente [CASS] es una cosa rara y probablemente inconveniente”.

¿Por qué inconveniente?

“Porque al final de cuentas el ente va a ofrecer algunas oportunidades a los contribuyentes al sistema de pensiones para que escojan alternativas de inversión, que sería mejor ofrecérselas directamente o a través de las AFP. De tal manera el ente va a terminar implicando un gasto; enreda todo el sistema y por lo tanto no es conveniente”.

¿Cómo ha visto el debate por la rebaja de la jornada laboral, con dos proyectos que aparecen compitiendo y poca claridad sobre los efectos?

“Francamente no comprendo el afán de bajar legalmente las horas de trabajo. Si uno mira la historia de Chile en los últimos 20 años las horas de trabajo han disminuido dramáticamente, más que en cualquier país de la OCDE. La lógica es que fuera un proceso natural, en que los aumentos de productividad lleven a elevar los salarios y esto a privilegiar la reducción de las horas de trabajo.

Rebajar las horas laborales más de lo que las circunstancias permitan genera mayor desempleo en el corto plazo y salarios más bajos en el largo plazo”.

¿Se equivocó el Gobierno al anunciar una rebaja general de la jornada en su proyecto de flexibilidad laboral?

“Creo que se equivocó comunicacionalmente, pero la verdad de las cosas el Gobierno ya había hablado de que iba a presentar un proyecto rebajando las horas a 180 horas al mes, pero con flexibilidad. Lo único que hicieron cuando Camila [la diputada Camila Vallejo] propuso rebajar de 40 a 45, fue dividir las 180 horas por el número de horas semanales da 41 horas a través del tiempo. Eso con flexibilidad es bastante sensato, no le veo problema. Tampoco veo que el Gobierno haya hecho un gran cambio. Aparece como que cede frente a la opción del otro proyecto, pero la verdad es que no”.

Pero la cuestión es que inicialmente el Gobierno propuso 180 horas para quienes entraran en los pactos de flexibilidad y no una rebaja general…

“No. Entiendo que lo que el Gobierno presentaría, ya que esa indicación no ha ingresado aún, es una propuesta para rebajar la jornada, pero con flexibilidad”.

¿Cómo ve el discurso ambiental del Presidente y las críticas de algunos sectores empresariales sobre el posicionamiento de estos temas y los impactos en crecimiento?

“Desde el punto vista económico, preocuparse por el medio ambiente me hace sentido y en eso está bien el Presidente. No me parece inconsistente que lidere un movimiento para defender el medio ambiente.

Sobre las críticas de empresarios sobre el tema, hay que ver. Hay distintos tipos de ecologistas, ay algunos que no quieren cambiar el medio ambiente en absoluto y eso es un extremo; y en el otro extremo están quienes esto no les importa nada. Hay algunos proyectos que tiene un gran costo en términos de producción y no afectan el medio ambiente; entonces, no tiene sentido estar restringiendo la actividad. Esto es muy específico, hay que verlo caso a caso. Por ejemplo, me parece exagerado decir que no se puede hacer ninguna actividad cerca de los glaciares”.