Economía

Un frío inicio de año dificulta la meta del Gobierno de crecer 3,5%

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MInistro de Hacienda, Felipe Larraín. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El consenso de mercado, que llega a 3,2% para 2019, comenzó a revisarse a la baja después de la expansión de apenas 1,6% del primer trimestre anunciada por el Banco Central.

Cada vez más lejos de cumplirse ven en el mercado el pronóstico del Gobierno de un crecimiento de 3,5% este año, que fue actualizado en abril pasado al presentar el primer informe trimestral de las finanzas públicas.

El débil arranque del año está haciendo que los pronósticos de mercado tiendan a converger hacia el 3%, incluso con un sesgo a la baja, y con una política monetaria que continuará siendo expansiva. Más pesimista que el consenso, LarrainVial estimó que el PIB avanzará solo 2,5% en 2019, con una inflación contenida, lo que “deja espacio para que el Banco Central implemente dos cortes de 25 puntos básicos a la Tasa de Política Monetaria en las dos últimas reuniones de 2019”, dijo en una nota a sus clientes.

El paso que viene es que en el Informe de Política Monetaria (IPoM) que se dará a conocer el 10 de junio próximo, el Banco Central acote el rango de su estimación para este año (que hoy ubica entre 3% y 4%), para llevarla a una cifra más próxima al consenso del mercado, de 3,2% según la última Encuesta de Expectativas Economicas.

El titular de Hacienda, Felipe Larraín, ha repetido insistentemente que la economía “irá de menos a más” este año. En general, los analistas tienden a compartir esa aseveración, ya que debido a las altas bases de comparación se esperaba un débil arranque de año y mejores datos hacia la segunda parte de 2019.

Sin embargo, el crecimiento de 1,6% del primer trimestre informado por el Banco Central en sus Cuentas Nacionales estuvo bajo lo esperado: es una cifra inferior al 1,8% que se desprendía del promedio de los Imacec y del 2,5% implícito en el IPoM de marzo. Además, es el menor avance trimestral desde abril-junio de 2017 y muy inferior al 4,7% del primer tercio de 2018. Más aún, medido en forma desestacionalizada (mes contra mes) se traduce en un crecimiento cero respecto del trimestre que cerró 2018.


Respecto de las razones de este débil desempeño, no hay discrepancias. En lo interno, el Banco Central explicó que la mayor incidencia negativa provino de minería (-3,6%), que no logró ser compensada con el avance de la actividad no minera (2,2%), donde destaca el desempeño del sector servicios. 

Influyó también el complejo escenario externo, con una economía que se desacelera y que se ve afectada por la guerra arancelaria entre China y Estados Unidos. En ese contexto, las exportaciones se contrajeron 1,8% desde el 3,3% previo y las importantes se desaceleraron 2,3% desde el 6,6% anterior, reflejando también el menor dinamismo de la demanda interna.

Inversión, la clave

Más allá del término de algunos efectos puntuales (como el de las lluvias altiplánicas que afectaron a ciertas faenas mineras), una cifra que preocupa a los analistas es lo que ocurre con la inversión, que se desaceleró a 2,9% anual desde el 3,5% del primer tercio de 2018, lo que responde a una ralentización del componente de maquinaria y equipos. “Una inversión más débil es preocupante, ya que las perspectivas de crecimiento para el año dependen de su sólido desempeño”, dijeron desde Itaú.

El economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, comentó que en minería ya han comenzado las inversiones para mantener los niveles productivos, inversiones que se aprecian también en otros sectores, lo que debería traducirse en una expansión mayor al 2,9% el resto del año. “Estimamos un crecimiento de la inversión entre 6% y 8% el 2019. Ayudaría sacar del proyecto de Modernización Tributaria el estímulo de depreciación semi-instantanea y asegurar su aprobación retroactiva desde enero pasado”, sostuvo.

Los próximos meses serán decisivos. Para llegar a una tasa de crecimiento anual cercana al 3%, “se necesitará una aceleración de la actividad en los próximos meses del orden de 0,3% mensual desestacionalizado y una estabilización de la producción minera”, acotaron desde Banchile Inversiones.

“Lograr el 3% requerirá de una aceleración importante de la actividad en la segunda parte del año, justo cuando la incertidumbre del escenario externo ha vuelto a aumentar”, comentan desde Santander Estudios, donde pusieron sesgo a la baja a su estimación de 3% para el PIB 2019. “Estimamos que en el IpoM de junio, el Banco Central recortaría sus proyecciones de crecimiento a niveles más cercanos al 3%. Esto dará pie a mantener el estímulo monetario por un tiempo bastante más prolongado que lo considerado en marzo”, agregaron.