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¿Estamos condenados por nuestra genética?

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POR Matias Bobadilla |

Tres gemelos fueron separados al nacer y dados en adopción a distintas familias. Cuando crecieron se volvieron a encontrar. ¿Qué tan parecidos eran?

Tres Extraños Idénticos se llama el documental que muestra la historia de unos trillizos cuya madre los dio en adopción al nacer. Un grupo de científicos vio la oportunidad para desarrollar en ellos un experimento muy cuestionable: darlos a distintas familias y, con ello, conocer qué tan preponderante es la genética para el crecimiento de los seres humanos y cuánto tiene que ver el ambiente.

“Es tremendamente complejo de analizar y se sugiere fuertemente que, más o menos, es mitad y mitad. No estamos condenados por los genes. En el caso de estos hermanos, ellos después los tres tuvieron problemas con la ley y tenían ansiedad, pero es muy difícil saber si eso tiene que ver con la carga genética o con el hecho que a los seis meses los separaron”, dijo el científico y columnista de Un Día Perfecto, Gabriel León.

Aquí es cuando, dice León, entra en juego la importancia de la epigenética: “Es un área que estudia la genética y que tiene que ver con cambios que ocurren en el ADN pero que no alteran la secuencia de los genes. […] Se descubrió que había modificaciones químicas sobre las bases del ADN y esas modificaciones alteraban la función de los genes. Y eso puede ser gatillado por estrés, alimentación, por un montón de condiciones. Y la suma de esos pequeños cambios sí pueden tener impactos gigantescos en cómo las personas resultan. Entonces, la influencia del ambiente es tremendamente importante”.

Mire la columna de Gabriel León en Un Día Perfecto: