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El sorprendente estudio que vincula la genética con los ingresos económicos

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POR Fernanda Valiente |

Un grupo de académicos de destacadas universidades británicas encontró que ciertos aspectos heredados aumentan el nivel de ingreso familiar.

Si alguna vez se ha preguntado si es que la genética tiene algún grado de incidencia en cuánto dinero entra a un hogar, la ciencia muestra que en cierta medida esta idea sí se cumple. 

El estudio “Análisis de genoma identifica sistemas moleculares y 149 variables genéticas asociadas con los ingresos” -realizado por 17 investigadores expertos en genética, siquiatría y sicología-, reveló que 7,5% de los efectos heredados están asociados a diferencias en ingresos en Gran Bretaña.  

Al tomar en cuenta las variables más fuertes, W. David Hill –el genetista estadístico líder de la investigación, perteneciente a la Universidad de Edimburgo-, encontró que la aptitud cognitiva de un individuo es la que más influye en el ingreso familiar. Es decir, “todo lo que tenga que ver con el razonamiento numérico verbal, el coeficiente intelectual infantil y los años de educación”, explica por correo.  

Se utilizó una muestra de 286.301 individuos entre 39 y 73 años de ascendencia británica blanca -parte del Biobanco del Reino Unido-, quienes donaron varias muestras biológicas, entre 2006 y 2010. Se consideró a una amplia gama de circunstancias socioeconómicas, tanto en entornos rurales como en urbanos.

La inteligencia en el ingreso

Los resultados arrojaron que de las 149 variables genéticas (heredadas), 30 de ellas fueron relacionadas con la inteligencia, la salud mental y las variables neurológicas. En ese sentido, se puede decir que ciertos tipos de células del sistema nervioso central y de la corteza contribuyen en algunas desigualdades socioeconómicas, entre ellos la capacidad para crear nuevas neuronas (neurogénesis) y cómo ellas se comunican (los componentes de la sinapsis).

En relación con el aspecto de las capacidades cognitivas, Ignacio Morgado, del Departamento de Sicobiología y Metodología de Ciencia de la Salud de la Universitat Autònoma de Barcelona, advierte por correo que “la herencia biológica puede determinar hasta en 30 o 40% de la inteligencia que tenemos”. 

De hecho, el estudio encontró que 18 genes se asociaron con la inteligencia, que está relacionada con muchos rasgos de salud física y mental. Por tanto, se determinó que se requiere examinar este factor a mayor profundidad, además de considerar las variaciones genéticas en diferencias de ingresos individuales.

La salud en el ingreso 

“Algunos de los factores que influyen en el nivel de ingreso de un adulto, corresponden a las capacidades cognitivas y a la susceptibilidad a emociones negativas (que se desarrollan durante la niñez). Hay evidencia de que ambos pueden predecir el riesgo posterior de una enfermedad en relación con genes compartidos”, dice Catherine Gale, profesora de epidemiología cognitiva de la Universidad de Southampton. 

En ese marco, la salud juega un rol esencial en el ingreso familiar. Salud no solo física, sino también mental. ¿Cómo se enfrenta a su trabajo? ¿Se considera alguien nervioso? Estas son algunas de las preguntas que recibieron los participantes de la investigación. Por eso, Morgado, especialista en sicobiología, agrega que “una buena salud puede ser también un factor de promoción para ser elegido en determinados trabajos que requieren constancia y permanencia”.

Sin embargo, como dice Félix Bacigalupo –profesor asistente de la Escuela de Sicología y del Departamento de Siquiatría de la Facultad de Medicina UC-, un sujeto con buena salud tanto física y mental va a tener mejores ingresos por una razón lógica. “Porque las enfermedades mentales afectan la función cognitiva, emocional. [Por ejemplo], si tienes insomnio, bajo apetito o motivación, aislamiento social, baja concentración o memoria. [Todos] son síntomas que están expresados en la mayor parte de las enfermedades mentales”, explica.

Mapa de Gran Bretaña. Créditos: Freepik
Mapa de Gran Bretaña. Créditos: Freepik

La anorexia se correlaciona con mayor ingreso  

Si bien las personas con antecedentes socioeconómicos favorables, en promedio, viven más tiempo y tienen una mejor salud mental y física que aquellas de entornos más desfavorecidos, no siempre es así.

Por ejemplo, cuando se investigó la riqueza en las diferencias de salud, a través de loterías en Suecia, se encontró que luego de 10 años de haber ganado mucha plata, los participantes no tenían una vida más larga. En este marco, un ingreso alto no sería causal en diferencias como un mejor alcance a salud y educación en países ricos que tienen sistemas sólidos de apoyo social.

Además, pese a que un mayor nivel de ingresos tuvo una correlación negativa con la esquizofrenia, al mismo tiempo presentó una correlación genética positiva con la anorexia.

“Es interesante que encontraron que la anorexia nerviosa favorecía el ingreso. Ahora habría que ver por qué, cómo lo diagnosticaron y en qué etapa de anorexia está”, sostiene Bacigalupo, también doctor de Neurociencias de la Universidad de California en Davis

Pero una de las teorías que usa el académico es que “en los pacientes con anorexia se encuentran ciertos rasgos de personalidad obsesivos, como un alto nivel de competencia. Son personas muy responsables”, dice.

Créditos: Agencia Uno
Créditos: Agencia Uno

El papel del neuroticismo en la longevidad

Al considerar las múltiples actividades que realizan las familias en las actualidad y la falta de tiempo, aparece el neuroticismo, un rasgo sicológico que hoy tiene un alto nivel de significancia en la salud pública. Porque las tendencias a responder con emociones negativas frente a la amenaza, a la frustración o a la pérdida tienden a afectar la longevidad. 

Por eso, para determinar los efectos del neuroticismo en la salud de manera más detallada, se dividió el rasgo psicológico entre tres fenotipos: el neuroticismo general, la ansiedad/tensión y la vulnerabilidad. 

Si bien el neuroticismo general se relacionó con 12 factores sicológicos de malestar emocional, por otro lado, los factores de ansiedad/tensión y preocupación/vulnerabilidad se asociaron a rasgos específicos.

En ese contexto, aquellos sujetos que tenían un mayor nivel de neuroticismo general vivían menos que aquellos que presentaban un neuroticismo caracterizado por la preocupación o la vulnerabilidad. 

Los rasgos específicos de personalidad que componen el neuroticismo general. Créditos: https://www.nature.com/articles/s41380-019-0387-3.pdf

Cierto nivel de ansiedad contribuye al ingreso familiar 

Una situación similar sucedió con el nivel de ingreso familiar. Aquellas personas que expresaron las 12 variables del neuroticismo general -nervios, nerviosismo, tensión, soledad, agobio, irritabilidad, miseria, cambios de ánimo, preocupación, sentimientos heridos, preocupación, preocupación extendida y culpa- presentaron una correlación negativa. Es decir, a medida que más se expresaban las 12 variantes genéticas, disminuía también el ingreso familiar.

Al parecer, el neuroticismo posee cualidades positivas, pero solo en dos tipos. Porque cuando aumentaron los niveles de la ansiedad/tensión y de la preocupación/vulnerabilidad, significó un mayor nivel de ingresos del hogar.

Para explicar tales resultados, los dos tipos específicos de neuroticismo (ansiedad o vulnerabilidad) se pudieron anclar a múltiples variables, entre ellos, la inteligencia, la educación y el número de niños. Sin embargo, como explica Leonor Bustamante del Programa de Genética Humana de la Universidad de Chile, “la mayor parte de variación en este rasgo en la población se debe a factores genéticos, no ambientales. En ese sentido, la inteligencia y la salud mental podrían potencialmente actuar como protectores”.

La importancia del ambiente 

Al observar estudios hay que tener cuidado con generalizar las conclusiones que se obtienen de los resultados. Así lo expresa Bacigalupo, ya que en este caso existe un valor más teórico que práctico, ya que solo representa un 2% de variabilidad. “Desde el punto científico, es una investigación significante e interesante. Pero no ocurre lo mismo desde el punto de vista práctico, es decir, no se puede decir ‘los genes predicen tu nivel de ingreso'”, aclara.  

Una de la investigadores principales del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y SocialAlejandra Rossi, de la Universidad Diego Portales, concuerda con el docente de la UC. Agrega que “la muestra es de población británica, entonces no se caracteriza por gran variación genética. Eso quiere decir que el componente heredado puede tener poco que ver con genes en sí mismo y mucho que ver con los ambientes”.