Héctor “Tito” Noguera: el gran patriarca del teatro chileno muere a los 88 años
El actor y director falleció a los 88 años. Fundador del Teatro UC, protagonista de teleseries como Sucupira y Machos, y formador de generaciones, su muerte marca el fin de una era del teatro chileno.
Héctor “Tito” Noguera no actuaba: respiraba los personajes hasta volverlos carne propia. Su muerte, a los 88 años, deja vacía una silla que parecía eterna. Pero lo que queda no es el silencio: es un eco largo, obstinado, de oficio y belleza.
Según confirmó su familia, el actor falleció este martes 28 de octubre, tras una vida dedicada al teatro, la televisión y la enseñanza, que lo hizo merecedor del Premio Nacional de las Artes de la Representación y Audiovisuales en el 2015.
Los albores de un actor
Nacido el 8 de julio de 1937 en Santiago de Chile, Héctor Noguera venía de raíces que unían la historia y la sensibilidad cultural. Hijo de Héctor Noguera Prieto y Yolanda Illanes Benítez, debió experimentar la partida de su padre apenas niño, siendo criado por su madre y abuelos.
Inicialmente se matriculó en Arquitectura, pero su vocación lo llevó a la escena: dejó la carrera para ingresar a la Academia de Arte Dramático del Pontificia Universidad Católica de Chile, bajo la enseñanza de maestros como Eugenio Dittborn y Luis Alberto Heiremans.
Ya en su adolescencia formó parte de un grupo de teatro infantil en el Colegio San Ignacio, dando así sus primeros pasos hacia lo que sería un viaje de más de seis décadas de arte.
Forjando una trayectoria majestuosa
Su carrera se desplegó en múltiples escenarios, teatro, cine y televisión, y con una densidad que pocos artistas alcanzan.
En teatro, fue pilar del Teatro de la Universidad Católica durante aproximadamente treinta años: actor, director, docente, responsable de decenas de montajes.
En televisión, alcanzó al gran público con melodramas que se convirtieron en clásicos de la cultura popular chilena: entre ellos, Sucupira (1996), Romané (2000) y Machos (2003).}
En el cine, participó en cintas fundamentales como El Chacal de Nahueltoro (1969), La Frontera y muchas más, lo que lo convirtió en un rostro imprescindible de la actuación chilena.
Además fue académico: decano de la Facultad de Artes de la Universidad Mayor, profesor titular en la UC, formador de generaciones.
La dimensión humana detrás del actor
Más allá del escenario, Tito Noguera vivió las alegrías, los dolores y los matices de la vida. Fue padre de múltiples hijos: Amparo, Piedad, Emilia, Claudia, Diego y Damián .
Tuvo un accidente grave en 2016 mientras montaba a caballo, que lo llevó al borde de la parálisis. “Me lo dijeron los médicos: ‘o tetrapléjico o muerte’”, relató.
También enfrentó el dolor personal de la pérdida: la muerte de su hija Claudia, apenas nacida, lo marcó profundamente. “Esperas llegar con tu guagüita a la casa, y no hay nada”, dijo.
A sus 88 años seguía activo y reflexivo sobre su oficio y la vida: “Perder la memoria es perderte a ti mismo”, afirmó en relación con la vejez y los desafíos físicos del teatro.