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Lo que la política separa, el deporte une

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POR Bruno Sampieri |

En distintos juegos olímpicos, equipos de ambos países han representado unidos a una misma nación. Las victorias, sin embargo, no se miden en la cancha.

Es sabida y conocida la tensión existente entre Corea del Norte y Corea del Sur, pero en el deporte hay más registros de buenas que de malas relaciones. Entre los atletas prima el respeto por sobre la rivalidad de los gobiernos. 

Las dos naciones bajo una misma bandera

En los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyongchang 2018, en Corea del Sur, las dos Coreas dieron una muestra de paz y acordaron desfilar como una sola nación, representada bajo una bandera blanca con un mapa celeste de las dos Coreas unidas.

En el desfile inaugural de los juegos, los abanderados del equipo unificado fueron la jugadora de hockey sobre hielo norcoreana Hwang Chung-Gum, y el piloto surcoreano de bobsleigh Won Yun-Jong.

Además, en Pyongchang 2018 se animaron a competir con un equipo unificado en el hockey sobre hielo femenino. Durante su participación, sin embargo, el equipo coreano -compuesto por 12 deportistas del norte y 23 del sur- perdió sus tres partidos en la fase de grupos (0-8 ante Suiza, 0-8 ante Suecia y 1-4 ante Japón), la semifinal por el quinto lugar (0-2 ante Suiza) y el duelo por séptimo puesto ante Suecia (1-6).

Esta no fue la única ni la primera vez que la unificación de equipos coreanos ocurrió. En 1991, ambos países formaron selecciones conjuntas en el Campeonato del Mundo de Ping Pong de Japón y en el Mundial Sub 20 de Fútbol de Portugal.

También destaca lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004, además de los Juegos de Invierno de Turín 2006, cuando por última vez ambos países habían desfilado en conjunto.

A esto le sumamos un antecedente más reciente, cuando a principios de mayo del presente año, los equipos femeninos de ambas Coreas debían enfrentarse en los cuartos de final de Tenis de Mesa que estaba desarrollando en Halmstad, Suecia. Decidieron no jugar y, en su lugar, unirse para enfrentar las semifinales del torneo, donde finalmente quedaron eliminadas ante Japón.

Los cruces futbolísticos

En el fútbol hay registro de 17 partidos en los que se han enfrentado. El primero data de 1978, cuando igualaron 0-0 en un encuentro amistoso. El siguiente, que marcaría el primer cruce oficial entre las Coreas, ocurrió en 1980, cuando Corea del Sur derrotó por 2-1 a Corea del Norte en las semifinales de la Copa de Asia, disputada en Kuwait.

El antecedente más reciente fue en diciembre del 2017. En un encuentro de carácter amistoso, Corea del Sur derrotó por 1-0 a su símil del norte con un autogol de Yong-chol Ri en el minuto 64’. El encuentro se disputó en el Ajinomoto Stadium, de Tokio, Japón, ante la presencia de 5.477 espectadores.

Triunfo 1-0 de Corea del Sur ante Corea del Norte.

Aunque el duelo más llamativo se dio en abril del 2017, cuando la Selección Femenina de Corea del Norte, por primera vez en su historia, fue local ante su símil de Corea del Sur. Unas 40 mil personas presenciaron en el estadio Kim Il-Sung el empate 1-1 entre los combinados de ambas países. El partido se organizó en el marco de las eliminatorias para la Copa de Asia Femenina.

El balance general (volviendo al fútbol masculino) entre ambos conjuntos marca una superioridad clara para Corea del Sur con ocho triunfos, ocho empates y solo una victoria para los del Norte, la que ocurrió en un amistoso disputado en 1990, que por lo demás es reconocido por la FIFA como el primer enfrentamiento oficial entre ambos conjuntos.

Estadísticas: World Football

El enigmático maratón de Pyongyang

Desde 1981 se corre esta prueba, la que por años fue reconocida por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) como una competencia de categoría bronce en sus categorías de 10, 21 y 42 kilómetros.

Empezó como una corrida solo para hombres, pero en 1984 se aceptó que participaran mujeres. En el 2000 hubo un nuevo avance y se abrió la inscripción para un cupo límitado de runners extranjeros, los que año a año han llegado hasta la capital de Corea del Norte para participar de la competencia.

El trayecto arranca en el estadio Kim Il-Sung, con cerca de 150.000 espectadores pasando por lugares icónicos de Pyongyang como la Torre de la Amistad, el Arco del Triunfo, la Torre de la Vida Eterna o la Universidad de Kim Il-Sung (fundador del país y abuelo del actual líder, Kim Jung-Un), para terminar en el mismo estadio donde arrancaron. Según consigna el sitio Activo.mx, el recorrido es frío, tenso y con poco público que aliente a los participantes.

En 2015, la inscripción para foráneos se cerró debido al miedo del gobierno norcoreano al brote de ébola en la época. La prohibición fue levantada meses después y cerca de 200 extranjeros participaron ese año de la competencia.

A pesar de haber perdido el reconocimiento de la IAAF en 2016, debido al que el trazado no cumplía con las exigencias impuestas, corredores internacionales siguieron participando en ella. En 2017, más de 1.000 extranjeros estaban inscritos para participar en la carrera.

Sin embargo, la situación ocurrida con Otto Warmbier -estudiante estadounidense detenido en Corea del Norte y posteriormente fallecido tras ser trasladado en estado de coma a su país-, que provocó que Donald Trump impidiera a los habitantes de su país ingresar a Corea del Norte, terminó quitándole atractivo a la competencia y en 2018 solo se inscribieron cerca de 400 corredores extranjeros.

Jugadores militares elegidos a dedo

En el Mundial de 1950, Corea del Norte fue una de las selecciones que dio la sorpresa. Su participación tuvo de todo: plantel designado por el régimen, clasificación por secretaría, un cruce ante Chile, el derribo de un gigante y un susto de aquellos al Portugal de Eusebio.

Luego de asegurar su clasificación al Mundial, Kim Il-Sung, jefe de Estado norcoreano, decidió elegir a dedo a los 22 futbolistas que formaron parte de la nómina mundialista. Un plantel totalmente amateur compuesto por militares de grado, a los que se les exigió no hacer el ridículo y realizar una actuación que alegrara a su pueblo.

En parte, lo lograron. Su estreno fue una caída por 3-0 ante la también socialista Unión Soviética. Luego, empataron 1-1 ante el Chile de Elías Figueroa, Rubén Marcos (autor del gol), Ignacio Prieto, entre otros, gracias a un tanto de Seung Zin-Pak en las postrimerías del cotejo.

El gran batacazo llegó en su último duelo de la fase de grupos, donde derrotaron a la Italia bicampeona del mundo, triunfo que les dio el paso a la siguiente fase de la competencia.

En cuartos de final estuvieron cerca de la hazaña. En 25 minutos de partido, los asiáticos derrotaban por 3-0 a la Portugal de Eusebio. Sin embargo, “la Pantera Negra de Mozambique” se prendió, anotó cuatro goles -el otro fue obra de José Augusto-, llevó a que su equipo terminara ganando 5-3 y de paso, terminar con la proeza norcoreana.