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Stephan Haggard sobre Kim-Trump: “Todos están improvisando un poco”

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UCSD
POR Eduardo Olivares |

El investigador de la UCSD cree que “negociar la verdadera desnuclearización tardará meses, incluso años. Y eso si la cumbre tiene éxito”.

Es toda una eminencia en el estudio comparativo de la economía política de los países en desarrollo y, además, en el análisis estratégico de las Coreas. En su puesto como director del Programa Corea-Pacífico de la Escuela de Política y Estrategia Global (GPS) de la Universidad de California, San Diego (UCSD), Stephan Haggard ha liderado una serie de investigaciones acerca de la sobrevivencia del régimen norcoreano en conjunto con Marcus Noland, del Peterson Institute for International Economics. 

Ambos son los autores de obras elementales para comprender la crisis humanitaria que estrangula a los norcoreanos: Witness to Transformation: Refugee Insights into North Korea y de Famine in North Korea

-¿Es improvisada la diplomacia norcoreana? 

“Todos están improvisando un poco”.

-¿Hasta qué punto estamos siendo testigos de un muy bien concebido plan de ganancia para todos, orquestado por Pyongyang o por Washington?

“No estaríamos aquí de no ser por la iniciativa olímpica surcoreana. Ambas partes quieren que ocurra la cumbre y cada parte está apostando a que puede sacar alguna ganancia de esta situación”.

-Andrei Lankov y otros autores afirman que los diplomáticos de Corea del Norte eran buenos para la manipulación política de poderes como China y la Unión Soviética en el pasado. ¿Podría ser que ocurra algo parecido hoy? ¿Una estrategia de manipulación que involucra a China, los Estados Unidos, pero también a Rusia y actores menores como Corea del Sur?

“Por supuesto. Kim Jong-Un está tratando de maximizar sus grados de maniobra y quiere estirar en el tiempo el proceso de desnuclearización. Y por supuesto que trata de mostrarse como una figura de confianza ante China y Corea del Sur para ganarse su apoyo. Así que está manipulando, pero eso hace también Estados Unidos, que utiliza la presión de las sanciones en coordinación con China para forzar las concesiones”.

En Witness to Transformation, Noland y usted afirman que si el Diálogo de los Seis o “alguna iniciativa sucesora” hiciera progresos adecuados en el problema de la desnuclearización, “la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Corea del Norte requeriría negociaciones muy extensas”. Pero agregan algo igual de relevante a ese escenario: “Particularmente, a medida que Estados Unidos avance en la normalización de relaciones diplomáticas con Corea del Norte, los problemas humanitarios, los refugiados y los derechos humanos entrarán necesariamente en el panorama”. ¿Siguen siendo ciertas estas afirmaciones, teniendo en cuenta que la agenda de Obama era diferente a la de Trump? ¿O deberíamos asumir que la diplomacia estadounidense hacia Corea del Norte es coherente en el tiempo?

“Trump dijo que no pretende hablar sobre derechos humanos, pero que podrían entrar en materia si el Congreso se involucra. El Congreso ha puesto previamente presión a Corea del Norte por el tema de los derechos humanos”.

-¿Qué espera de la cumbre Kim-Trump? ¿Debiéramos estar optimistas con su resultado?

“Lo más que podemos esperar es una amplia declaración de intenciones. Negociar la verdadera desnuclearización tardará meses, incluso años. Y eso si la cumbre tiene éxito”.

-¿Cuál puede ser el rol que jugará Corea del Sur en el futuro cercano respecto a Corea del Norte? ¿Es este el momento para una nueva Política del Sol?

“El Sur está fuertemente interesado en abrir los canales Norte-Sur. Pero [el Presidente de Corea del Sur] Moon Jae-In también ha dicho que primero debe ser abordado el asunto nuclear, así que las iniciativas en esta materia serán probablemente modestas”.