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¿En qué otros países existe la norma del 5% y cuáles han sido los efectos políticos?

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POR Andres Sepúlveda |

La regla, de origen alemán, acota la diversidad pero facilita la gobernabilidad. Los expertos consultados coinciden, eso sí, en que debe analizarse también el sistema político imperante y que su promulgación no es garantía de eliminar la polarización.

La Comisión de Expertos del nuevo proceso Constitucional aprobó recientemente la norma del 5% de votación mínima para los partidos políticos. Esta regla electoral se refiere a que este porcentaje de sufragios se establece como el umbral mínimo que los partidos deben alcanzar a nivel nacional para poder obtener representación en el órgano legislativo correspondiente. En esta edición semanal de nuestro Constitucheck, de Watchdog PAUTA, consultamos con expertos constitucionales y electorales sobre las implicancias, beneficios y riesgos de esta norma.

Países en los que existe la norma

Soledad Bertelsen, académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes y de Polis, el Observatorio Constitucional de este centro de estudios, aseguró que el umbral del 5% de votación para que los partidos políticos puedan tener representación en el Congreso nace de Alemania. Aunque dicha regla, sin embargo, tiene diferencias en su aplicación debido al sistema político de ese país.

“Alemania, al ser un Estado federal, tiene un parlamento federal para todo el país, pero también autoridades locales para cada uno de los Lander (las regiones). La regla del 5% se aplica para el parlamento federal, pero no para los locales, por lo que puede haber partidos que sobreviven a nivel local unos años antes de poder tener presencia en el parlamento federal. En Chile, al ser un estado unitario, no federal, no cabrá esta distinción”, argumentó Bertelsen.

Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, destacó que la norma solo aplica para una de las dos cámaras del Bundestag. Y agregó que hay otros países en los que se aplica este umbral, como son los casos de Perú, Argentina, Brasil y Colombia en Latinoamérica, y España, Países Bajos y Suecia en Europa.

Guzmán recalcó que el sistema alemán contiene características diferentes al chileno. Por ejemplo, en Alemania se elige un parlamentario por cada distrito, ya que estos son acotados geográficamente, mientras que en Chile se eligen entre tres a ocho parlamentarios por distrito. 

Esta regla está presente también en Francia, donde se estableció dicho umbral electoral por primera vez en 1951 como una medida para garantizar la estabilidad del sistema político y evitar la fragmentación. Según la ley francesa, los partidos que obtengan un porcentaje menor al 5% de los votos en una elección para la Asamblea Nacional no pueden obtener ningún escaño en la Cámara. Sin embargo, aquellos que obtengan entre 5 y el 10%, califican para una segunda vuelta.

Objetivos electorales que tiene el umbral electoral del 5%

En los sistemas parlamentarios los partidos políticos compiten en elecciones para obtener escaños en la cámara legislativa. Si bien existen diferentes sistemas electorales, en algunos de ellos, como el sistema proporcional, los votos que un partido recibe se traducen en escaños en el parlamento. La regla del 5% establece que un partido debe obtener al menos el 5% de los votos válidos emitidos en una elección a nivel nacional para poder obtener representación en el parlamento.

Javier Couso, académico de la Universidad Diego Portales, comentó que el efecto que busca impulsar esta norma es reducir la fragmentación política, promoviendo la gobernabilidad y que se cumpla eficazmente el rol de producir la legislación que un país necesita. “Esto hace más viable que las promesas electorales se traduzcan en leyes, lo que reduce en algo lo que los economistas llaman costos de transacción. Por ejemplo, si uno tiene más actores, puesto en otras palabras, la dificultad de llegar a acuerdos es mucho más amplia que si tengo dos partidos, como en el caso estadounidense”, destacó Couso.

En Chile existen hoy 21 partidos con representación parlamentaria, los que se disputan el poder en el Congreso Nacional. Couso mencionó que normas como la del 5% tienen como efecto político inmediato el “destrabar el proceso legislativo” y cumplir adecuadamente con los programas presidenciales, pero que, sin embargo, por sí solas son insuficientes.

Guzmán señaló que el efecto de reducir la fragmentación trae aparejada una consecuencia: la mayor posibilidad de avanzar en políticas públicas o reformas que van en beneficio de toda la población de una determinada nación.

Medidas complementarias para reducir la fragmentación

Kenneth Bunker, cientista político y director de TresQuintos, tiene una mirada más crítica de esta propuesta y planteó que esta barrera de entrada podría ser eventualmente problemática al fragmentar a posteriori el resultado, derivando incluso en un problema de legitimidad. “No soy muy favorable a tener normas que corrigen después de que las personas hayan votado. Es como una trampa autoimpuesta dejar que los partidos pequeños participen, darle el incentivo a que se sumen en las elecciones y después decirles que no llegaron al 5% y, por lo tanto, todas las personas que votaron por ellas no valen”, señaló Bunker.

Bertelsen matizó que la regla del 5% puede ser una medida efectiva para evitar la multiplicidad de partidos que existen hoy en el Congreso. Sin embargo, la existencia de pocos partidos no arregla por sí mismo el problema de la polarización en la política, la cual se puede mantener con pocos partidos, como ocurre en Estados Unidos, con republicanos y demócratas.

El director de TresQuintos complementó que una forma de solucionar esta problemática consiste en reducir la magnitud del distrito; esto es, el número de diputados que son elegidos. Bertelsen argumentó que otra posibilidad para evitar la fragmentación es eliminar los pactos electorales, de manera que los partidos más votados no subvencionen a colectivos menos votados. Esa medida también llevaría a reducir la cantidad de agrupaciones políticas existentes en Chile.

Bunker dijo que en la experiencia comparada alemana, para el mejor funcionamiento de la norma del 5%, se complementa con un sistema electoral proporcional mayoritario donde se tiene una cierta cantidad de distritos que funcionan a nivel uninominal, en donde se elige a una sola persona y el resto se compensa con el voto nacional por los partidos políticos. Destacó que finalmente, es una norma que no opera por sí sola, sino que es parte de un ecosistema institucional.

“Por eso yo creo que no es una buena idea escoger con pinzas lo que uno cree que funciona, sino que hay que ver el sistema como un todo. En Alemania sirve porque funciona en conjunto con otras reglas electorales, con sistemas parlamentarios que son mucho más flexibles y tienen otras características que no hay en Chile con el presidencialismo”, sostuvo.