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¿Cuál es el rol del Estado y los privados en los otros grandes productores mundiales de litio?

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Agencia Uno / PAUTA
POR Andres Sepúlveda |

En Australia y China existe amplia libertad para la participación de capitales privados, lo que ha dinamizado la explotación y posicionado a sus empresas en posiciones de liderazgo global. Un factor crítico, a diferencia de Chile, es que en ambos países el litio no es un mineral estratégico.

El litio es un mineral no metálico altamente valorado en el mundo debido a las múltiples aplicaciones que tiene en el sector industrial, especialmente en las baterías de iones de litio, que se encuentran en aparatos electrónicos y vehículos eléctricos. Destaca su baja viscosidad, su elevada conductividad eléctrica, su liviandad y que tiene un bajo coeficiente de expansión térmica.

De esta forma se ha convertido en un recurso fundamental en la nueva economía, y con todo el potencial que presenta, surge la interrogante de cuál es el rol que tiene el Estado en la explotación de este mineral, tanto en Chile como en el resto de los productores mundiales. Por esa razón, nuestro Perro de Caza, de Watchdog Pauta, se puso su casco y se fue a los salares del norte a investigar para responder la pregunta.

Con las cifras al cierre de 2022, Australia es el primer productor de litio, con un volumen estimado de 61.000 toneladas métricas. Chile se encuentra en el segundo lugar, con 39.000, y China en el tercero, con 19.000. Mucho más atrás vienen Argentina (6.200), Brasil (2.200), Zimbabue (800), Portugal (600) y Canadá (500).

Australia alberga la mayor mina de litio de roca dura en el mundo, desde donde se extrae un metal alcalino que contiene litio: la espodumena. Mientras que Chile posee de las mayores reservas de litio a nivel mundial, que de acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos, alcanza el 36%. Por otro lado, China produce el 13% del litio en el mundo y es el líder en el proceso de refinación. 

En cuanto al rol del Estado en la explotación del mineral, en Chile el litio fue denominado estratégico en 1979, por lo que no es una sustancia susceptible de concesión. El Presidente de la República tiene la facultad de establecer las condiciones de explotación por el Estado o por sus empresas; por concesiones administrativas o por un contrato especial de operaciones, otorgados por el Ministerio de Minería a favor de un privado.

El académico del Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad de Chile y PhD in Mineral and Energy Economics, Emilio Castillo Dintrans, comenta que como el litio está clasificado jurídicamente como un mineral no concesible, requiere de un rol preponderante por parte del Estado para cualquier iniciativa que signifique su exploración o desarrollo en términos mineros. “En términos prácticos, significa que el litio solo se puede desarrollar a través de contratos con el Estado o a través de las Empresas Mineras del Estado, como lo son Codelco y Enami”, explica Castillo.

Las pertenencias de Corfo

Asimismo, un caso distinto corresponde a aquellas propiedades mineras que existían antes de 1980, como lo son las pertenencias mineras de Corfo en el Salar de Atacama. En este caso, por tratarse de terrenos de propiedad previa a la definición de no concesbilidad del litio, es Corfo quien decide las condiciones para esa extracción. Bajo esa modalidad es la que hoy operan las dos únicas empresas que producen litio en Chile -SQM y Albemarle-, con la figura de arriendo en el Salar de Atacama, realizando pagos al Estado a través de Corfo por sus operaciones de litio.

El académico del Departamento de Ingeniería de Minería UC, Gustavo Lagos, menciona que SQM y Albemarle producen en el Salar de Atacama cerca del 30% del litio del mundo. “El resto de los salares en Chile no han sido explotados debido a la disputa ideológica que sostiene que el Estado debe tener mayoría en la propiedad. Aquí llevamos fácilmente 20 años perdidos y no está claro que la nueva estrategia del litio termine dando luz verde a estos proyectos”, enfatiza.

A diferencia de Chile, en Australia el litio no es un mineral estratégico, por lo que se puede explotar de manera mucho más fácil, rápida y efectiva, y el Estado concesiona a privados la explotación obteniendo a cambio el pago de un royalty y los impuestos a las ganancias que se generan a raíz de esa explotación. Asimismo, estas tasas de royalty tienen el incentivo de que mientras se agregue más valor al producto, el royalty será menor. Estas tasas van desde un 7,5% para mineral sin procesar, 5% para concentrados y 2,5% para químicos.

La economista senior de Libertad y Desarrollo, Macarena García, comenta la importancia de que en Australia el litio sea concesible al no ser considerado un mineral estratégico. “Permite a la oferta ajustarse rápidamente a las cambiantes condiciones del mercado, como la gran expansión de la demanda de los últimos años. Estos proyectos cumplen con consideraciones ambientales y el Estado es dueño de los recursos, que concesiona su explotación a los privados a cambio de los impuestos correspondientes y royalty”, sostiene la experta.

Además, otra diferencia con Chile tiene que ver con el proceso de extracción del litio. En el norte de nuestro país se obtiene de salmuera, mientras que en Australia se extrae de rocas, y a partir de su procesamiento, se extrae el espodumeno, que luego entra en un proceso de refinación, por lo que se traslada generalmente a China.

García añade que en Australia “no buscan necesariamente aumentar el valor agregado del litio, sino que producen principalmente concentrado, que son exportados a China para la producción del químico”.

Otra diferencia de Australia es que pueden poner en funcionamiento nuevos proyectos o minas de espodumeno con menos capital, a diferencia de todo el permiso y el capital que se necesita en Chile debido a las limitaciones, por lo que el retorno sobre la inversión es mucho más alto.

El gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Álvaro Merino, afirma que de no haber cambios normativos en Chile que promuevan el aprovechamiento del litio, junto con una mayor flexibilidad en cuanto a la exploración y explotación, la nueva capacidad futura de producción continuará expandiéndose a otros países como Australia, Argentina, China, Estados Unidos y Canadá. “Son naciones que no imponen limitaciones al sector privado para la explotación”, critica.

En el caso de China, el litio tampoco tiene carácter estratégico, por lo que se puede explotar por empresas públicas y privadas sin problema. Esto, pese a que la administración del país está bajo un sistema de partido único como el comunista. China cuenta con una política industrial con alto potencial de avance, ya que buscan ser un productor importante en la construcción de autos eléctricos, así como en altas tecnologías. Además de su propia producción, China ha pasado a ser líder mundial en refinación, lo que hace que busquen invertir de forma importante en otros países productores de litio, como Chile y Argentina, y con potencial de reservas, como Bolivia.

García menciona que “en estos convenios China aporta financiamiento, tecnología y capacitación. Así, dada su capacidad de refinación, las compañías chinas llevan años buscando sitios para abastecerse del litio en distintas partes del mundo, especialmente en América Latina”.

Aportes del litio al Estado

Actualmente, el Estado de Chile obtiene recursos provenientes del litio por tres vías: contratos de arrendamiento a las empresas SQM y Albemarle de las pertenencias en poder de Corfo en el Salar de Atacama; impuesto a la renta que pagan ambas compañías y el impuesto específico de la actividad minera.

De acuerdo con lo informado por el Consejo Fiscal Autónomo, el año pasado ambas empresas contribuyeron con más de US$ 5.000 millones, si se suman los tres conceptos mencionados anteriormente, lo que equivale al 1,6% del PIB del año pasado y al 6,4% de los ingresos fiscales del país.

Por otra parte, el Informe de Finanzas Públicas del Ministerio de Hacienda establece que el solo concepto de arrendamiento de pertenencias a Corfo significó que ambas empresas mineras aportaron US$ 3.700 millones, lo que representa el 1,24% del PIB el año pasado.

Lagos afirma que en las condiciones de precio de 2022 el aporte del litio es muy importante, superando incluso a Codelco y a las GMP10 (principales 10 mineras privadas). “Pero ese precio no se dará en los próximos años, salvo en condiciones extraordinarias. El precio futuro eso sí establece importantes aportes del litio a los ingresos fiscales, pero no tan cuantiosos como los de 2022”, agrega.

Hasta ahora, los montos de aporte siguen siendo muy relevantes. SQM reportó este miércoles 17 de mayo sus resultados del tercer trimestre: US$ 721 millones de pago a Corfo por el arrendamiento de sus pertenencias en el Salar de Atacama y US$ 282 millones en impuestos, lo que suma un pago de US$ 1.003 millones.