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¿Cuánto se recicla en Chile?

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POR Andres Sepúlveda |

Nuestro país es el que mayor volumen de basura produce por habitante en Sudamérica. Y si bien hay un avance cultural sobre el valor del reciclaje, este apenas llega al 4% a nivel domiciliario y al 10% en las industrias.

En el mundo se producen más de dos mil millones de toneladas de residuos al año, y se estima que, si no se toman medidas relevantes, se llegará a más de tres mil millones para 2050. En Chile se generan casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos anualmente, lo que corresponde a una de las tasas más altas en todo Latinoamérica. Es por eso que nuestro Contestadog, de Watchdog PAUTA, salió a investigar para responder cuánto se recicla en el país.

Según las cifras del Ministerio de Medio Ambiente, cada persona genera diariamente 1,26 kilos de desechos, lo que lleva a que a nivel nacional se generen 24 mil toneladas al día. Esto nos convierte en el país que más produce basura diaria por persona en todo Sudamérica. Tomando en cuenta estos datos, se prevé que la tasa de reciclaje domiciliario de envases llega apenas al 4%.

El director regional para Latinoamérica de Plastic Oceans Internacional, Mark Minneboo, dice que ha visto un interés creciente por el tema del reciclaje, pero que si se observan las cifras en detalle es posible notar que todavía hay un largo camino por recorrer. “Hay un leve crecimiento en porcentaje, pero todavía es muy bajo. El interés es grande, pero la realidad es que lamentablemente estamos reciclando muy poco”, añade.

Por otro lado, la directora ejecutiva de Fundación Basura, Macarena Guajardo, menciona que si bien el reciclaje es incipiente en Chile, ha ido creciendo como tema de interés en la agenda pública. “Lo mejor es que ya no sólo hablamos de reciclaje, sino también de compostaje, ecodiseño, greenwashing, reparación, fast fashion y otros conceptos que son parte de la misma problemática socioambiental. Esta diversificación también nos permite ampliar las estrategias de acción para darles soluciones”, enfatiza.

Según el country manager de New Hope Ecotech Chile y líder de la iniciativa “Todos Reciclamos”, Rodrigo Sagaceta, el gran desafío actual en el país se encuentra en el reciclaje domiciliario, que son los residuos sólidos que se generan en las casas. “Un avance del 4% es muy poco en comparación a países que tienen un 80% o 90% de reciclaje efectivo. Hay un gran potencial de crecimiento que se verá estimulado por la entrada en vigencia de la Ley REP el próximo año”, añade.

La puesta en acción de la Ley REP, en su etapa de metas de recolección y valorización de envases y embalajes, será en septiembre de 2023. En esta, se considera un vínculo entre las personas y sus municipalidades respectivas para reciclar los residuos domiciliarios de envases y embalajes. Por otro lado, con esta legislación se espera poder fomentar la reutilización y darle un giro a la forma en que se consumen productos, para llegar a entender que los envases no son basura, sino que son un residuo que puede ser devuelto a la cadena.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, menciona que, en este contexto, el principal desafío es impulsar una economía circular, que incluya el reciclaje, pero que vaya mucho más allá. “Debemos cambiar la forma en que producimos y consumimos, dejando atrás la lógica lineal por la de una de economía circular, en la que también los materiales se utilicen de la forma más eficiente posible y en la que los procesos productivos no degraden, sino que, al contrario, regeneren nuestros ecosistemas”, agrega.

Asimismo, existen distintos tipos de reciclaje en el país. Además del domiciliario está el industrial, donde las cifras son un poco más altas: 10% al año. Según la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), los principales residuos que se reciclan hoy en Chile son envases y embalajes de vidrio, para bebidas y de PET. Además, también se puede encontrar baterías, neumáticos, aceites lubricantes usados, envases de papel y cartón.

En este contexto, el material más contaminante sería el plástico, que justamente es de los que más encontramos en el día a día en diferentes productos, como botellas de bebida, aceite, productos de limpieza, tapas, entre otros. En cuanto a las cifras, este producto solo se reciclaría en torno al 7%. Esto es relevante, porque la degradación toma cientos de años y mientras eso pasa, contaminan el suelo, las aguas, e incluso, afectan la vida de muchas especies de aves, peces y mamíferos acuáticos y terrestres.

Minneboo menciona que es importante que las personas miren su propia realidad y vean dónde está el plástico en sus vidas y qué es lo que pueden hacer con él. “No todo se puede reciclar, así que se debe decidir qué otras estrategias se tienen para reducir su consumo. Eso puede ser a través del reciclaje, pero también a través de compras inteligentes, mediante la adquisición de productos reutilizables, ya que con ello se generan cambios en los hábitos diarios que tiene una persona”, añade.

El fundador de Recycla Chile, Fernando Nilo, comenta que también es importante que se consideren otros tipos de residuos en las legislaciones, como la basura electrónica a nivel industrial, ya que en países como Estados Unidos existe normativa que obliga a las empresas a reciclar sus residuos electrónicos, lo que acá no sucede. En Chile, si bien no hay una legislación en este sentido, empresas como Transbank, Bosch y Gasco, entre otras, participan de estas prácticas.

La importancia de educar sobre reciclaje

Según Educar Chile, el reciclaje nos permite disminuir la cantidad de residuos que producimos y minimizar nuestra huella de carbono. Esto estaría alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que plantean la importancia de reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.

Esto es relevante ya que, hasta ahora en el mundo, solo se ha reciclado el 9% del plástico producido a lo largo de toda la historia. Asimismo, se debe considerar que al reciclar se ahorran recursos de forma sustancial; por ejemplo, con cada tonelada de papel reciclado, se pueden salvar 17 árboles.

En este contexto, Rojas cree que la educación será un pilar fundamental para iniciar la transición desde una economía lineal a otra circular. “Dada la magnitud de este desafío, no podemos olvidar que la transición es tarea de todos. Aplicar los principios circulares implica un cambio en nuestras prácticas que tenemos que impulsar a todo nivel. Nadie sobra. Todos los sectores productivos, todas las organizaciones sociales y la ciudadanía en su conjunto son necesarias para impulsar este paradigma”, enfatiza.

Por otro lado, Guajardo menciona que, a su juicio, existe conciencia en la sociedad sobre la importancia del reciclaje. “Pero hace falta establecer y consolidar los vínculos que existen en las preocupaciones de las personas, como la relación intrínseca que tiene la salud planetaria con la salud personal, la educación e inclusivo la economía”, agrega. A esto añade que no basta con tener conciencia, sino que también es necesario proveer a la ciudadanía de alternativas para tomar acción. 

Sagaceta complementa que las normativas se deben acompañar de un empuje cultural y educacional. “Es importante insertar el chip de la valorización de los envases en todas las etapas culturales, que desde los colegios hasta las universidades sean parte de los programas educativos, para así comenzar a ver la efectividad del reciclaje en el consumo de productos reciclados”.

Frente a este desafío, la coordinadora general de la Academia Climáticas de la Fundación Tremendas, Camila Sola, asegura que es necesario considerar que mientras antes se eduque sobre reciclaje se obtendrán mejores resultados, ya que un conocimiento más pleno ayuda a valorar más el ecosistema del país y entender que no reciclar tiene que ver también con un daño que se genera. “Si es parte de la costumbre de los niños desde pequeños, pasará a formar parte de sus hábitos y va a ser mucho más fácil generar un interés por ayudar”, asevera.