¿Es cierto que han aumentado los tiempos de traslado en Santiago?

Uno de los factores que explica el aumento de la congestión es el crecimiento que ha experimentado el parque automotor en los últimos dos años.

Las medidas de restricción al desplazamiento durante la pandemia, redujeron la movilización a lo largo de Chile, pero con el regreso de la presencialidad en los estudios y trabajos, en las principales rutas se percibe un aumento en la congestión vehicular. Por ello, hasta el  buzón del  Contestadog, de WatchDog Pauta,  llegó la siguiente pregunta: ¿Han aumentado los tiempos de traslado en Santiago?.

La congestión y los tiempos de viaje

“Los tiempos de traslados han aumentado paulatinamente todos años. Todos los años la ciudad se vuelve, aproximadamente en términos de tiempos, 15 minutos más lenta. Es decir, cada año nos tenemos que levantar 15 minutos más temprano y esto va seguir ocurriendo por el resto de los tiempos. La congestión no va a desaparecer en ningún momento”, afirma Alberto Escobar, gerente de Movilidad y Políticas Públicas de Automóvil Club de Chile.

Agrega que no es posible evitar las aglomeraciones en una ciudad como la de Santiago, debido a que “el área metropolitana concentra el 50% del parque automotriz y el 40% de la población. Nosotros tenemos el tamaño o la cantidad de habitantes que tiene Londres o  París pero lamentablemente Londres cabe cuatro veces en el área metropolitana y París cabe tres. Tenemos un problema de falta de construcción vertical”, señala Escobar.

De acuerdo al índice de tráfico de TomTom, empresa de Países Bajos de sistemas de navegación para automóviles y que clasifica la congestión urbana en 404 ciudades de 58 países, establece que el promedio de viaje en Santiago subió cuatro minutos por día en el 2021. Además, este mismo estudio arrojó que, en promedio, el tiempo de viaje fue un 39% más largo en comparación a cuando no hay congestión.

Los factores que explicarían el cambio en los periodos de traslado, están relacionados según Franco Basso, experto en movilidad y doctor en Transporte y Logística, con el efecto que tuvieron las medidas de distanciamiento social en la pandemia en el cual una gran cantidad de personas  han utilizado otros modos de transporte particularmente el privado, con el propósito de evitar el público.

Para el experto, “la congestión que estamos viendo hoy día en Santiago es la más grande de la cual tenemos registro”, lo que se refleja, en parte, por la cantidad de autos que circulan en Autopista Central. De acuerdo a un gráfico elaborado por Basso y que proporcionó a PAUTA para el desarrollo de esta nota, que considera las pasadas mensuales por pórticos de esta autopista desde noviembre de 2004 hasta enero de 2022, se ha registrado un aumento significativo particularmente en periodos posteriores a la pandemia.

Por otro lado, la compra de autos se ha incrementado. Según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), en abril de este año se vendieron 37.867 vehículos livianos y medianos, a diferencia del 2020 donde tan solo se vendieron 8.906 -de las mismas características- en el mismo mes.”Es efectivo que hay más autos, en parte por efecto del mayor poder adquisitivo dado por los retiros de fondos previsionales”, señala Rafael Delpiano, académico de la Universidad de los Andes y doctor en Transportes de la Pontificia Universidad Católica.

Las medidas para afrontar la congestión

Para enfrentar el problema de congestión, desde el Ministerio de Transporte, señalan que se están enfocando en dos ámbitos, el “mejoramiento de las condiciones de funcionamiento del transporte público y la promoción de los modos no motorizados como la bicicleta y la caminata, cuando sea posible”.

En ese sentido, mencionan como ejemplo la aplicación de medidas como el retorno de las líneas expreso en el Metro de Santiago, y “que ha permitido aumentar la oferta y mejorar tiempos de viajes para los usuarios de las líneas 2, 4 y 5, sumado a otras acciones permanentes, como la operatividad de las vías exclusivas, en el caso de los buses, y que permiten traslados más expeditos”.

Según Escobar, es difícil evitar los embotellamientos y aunque podría ayudar salir más temprano de la casa, “el problema es que va a haber un límite donde ya no nos vamos a poder levantar más temprano porque igual las horas y el espacio es limitado”, menciona.

Para Delpiano, una solución a corto plazo, podría ser reubicar paradas de buses después de la intersección cuando los autos giran a la derecha, reordenar flujos para evitar conflictos entre vehículos que doblan y bicicletas o buses que se mantienen en la misma vía.

Por otra parte, para el académico de la Universidad de los Andes, en el mediano y largo plazo es importante lograr “que las personas se concienticen de la necesidad de consolidar viajes”. Esto se podría lograr compartiendo el auto con personas que vayan al mismo destino o uno similar, planificar que los viajes tengan más que un único fin y evitar aquellos que no sean realmente necesarios.

Al respecto, el documento “Recomendaciones para las ciudades chilenas frente a la pandemia”, desarrollado por el Consejo Nacional Urbano (CNDU) con el propósito de entregar sugerencias sobre los desafíos y el desempeño de las ciudades en el contexto de la pandemia.

Entre las recomendaciones respectivas al tránsito, se menciona la priorización de la movilidad activa en el espacio público y vial, tales como aumentar la extensión de ciclovía, potenciar las rutas que conecten áreas verdes.

Por otro lado, se aconseja “establecer horarios diferenciados de entrada y salida tanto de trabajadores/as como de estudiantes para desconcentrar las horas punta y reducir el hacinamiento”, con jornadas combinadas entre jornada presenciales y trabajo a distancia.

Por último, se menciona en el documento como medidas para aplicar en el corto plazo, gestionar de forma eficiente la infraestructura de transporte existente, con por ejemplo, la activación de pistas exclusivas de transporte público y el fomento de la “equidad interregional en el nivel de servicio de su transporte público”.