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¿Subió el número de donantes desde que se cambió la ley?

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POR Andres Sepúlveda |

Diversos especialistas médicos coinciden en que lamentablemente este cambio legislativo no se ha traducido en cifras y que Chile está muy por debajo de países como Estados Unidos o España. La pandemia también afectó la tasa de donación.

A partir de la modificación que se produjo en 2019 de la Ley de Donación y Trasplante, todas las personas mayores de 18 años son donantes, a menos que acudan en vida a una notaría y declaren la voluntad de no serlo. La donación de órganos de este tipo corresponde para aquellos pacientes que han tenido una muerte por criterio neurológico o encefálico; esto es, un daño cerebral severo que provoque la ausencia irreversible de todas las funciones cerebrales.

Pero no siempre ha sido necesario acudir a una notaría para negarse explícitamente a esta opción. Entre 2010 y 2019, las personas expresaban que no querían ser donantes al momento de sacar o renovar su carnet de identidad o licencia de conducir. Esta disposición se dejó sin efecto ya que, a la luz de las estadísticas, en vez de propiciar una mayor donación incentivó la decisión contraria.

Según las cifras del Registro Nacional de No Donantes, cerca de 3,9 millones de personas declararon que no querían serlo cuando el trámite se podía hacer en el Registro Civil. Sin embargo, con el cambio de ley, la cifra bajó a unas 13.000. personas. Es por esta razón que nuestro Contestadog, de Watchdog PAUTA, salió a investigar para responder a la interrogante de si realmente ha subido o no el número de donantes efectivos desde estas modificaciones.

“Aunque se trata de un cambio legal importante, hasta ahora no ha tenido un gran impacto en cuanto al aumento significativo de la tasa de donantes multiorgánicos. Y por eso seguimos haciendo esfuerzos para posicionar el tema a nivel de la red de atención sanitaria, con lineamientos que permitan mejorar la gestión de los procesos, capacitación a los equipos de salud, así como un trabajo comunicacional vinculante con organizaciones de la sociedad civil”, señala Fernando Araos, subsecretario de Redes Asistenciales.

De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud, en 2011 se alcanzó una tasa de donación de 6,6 por millón de habitantes (113 donantes efectivos); en 2012 esta cifra ascendió a 8,8 (149) para luego bajar, hasta recuperarse en 2017 10 cada millón (173). Luego, en 2018 desciende nuevamente a 6,6 y en 2019 alcanza el punto más alto hasta la fecha: 10,4 (188). Sin embargo, con la llegada de la pandemia baja a 7,2 en 2020 (141).

El jefe del Instituto de Trasplantes UC Christus, Martín Dib, comenta que si bien el cambio en la legislación ha ayudado, no se ha visto un aumento significativo. “Si uno compara los números del país con otros, nosotros tenemos una tasa que fluctúa entre 6 a 10 por cada millón de habitantes al año. Eso es muy poco comparado con estándares internacionales. Por ejemplo, España tiene casi 45 por millón de habitantes, o Estados Unidos que tiene entre 30 a 35”, enfatiza. 

José Palacios, jefe del Centro del Trasplante de la Clínica Alemana, añade que la ley por sí sola no ha sido efectiva para mejorar los números, por lo que se debe acompañar de un proceso educativo. “Y también de fiscalización para que efectivamente se pesquisen los donantes potenciales, se les haga la solicitud a las familias y se completen los documentos pertinentes”, sostiene. En este mismo sentido, Erwin Buckel, jefe del Centro de Trasplante de la Clínica Las Condes, señala que los cambios que han visto en los últimos años han sido fundamentalmente a través de la optimización de la red nacional de obtención de órganos.

Por otra parte, Palacios agrega que es necesario tomar en cuenta las consecuencias que dejó la pandemia en la materia, ya que, si bien se ha ido normalizando la situación, aún hay sectores que permanecen cerrados y que no han podido retomar sus actividades normales al 100%.

Según las cifras del Instituto de Salud Pública (ISP), en 2020 se registró una baja en 37% en la cantidad de pacientes trasplantados (396) en comparación con 2019 (629). Luego, en 2021 se lograron trasplantar a 408 personas, lo que equivale a 3% más que en 2020, pero 35% menos que en 2019.

Motivando la donación

Existen diversas iniciativas que buscan ayudar a aumentar la cantidad de donaciones. Una de ellas es “Kefuri”, una aplicación creada por un equipo de la Universidad de Chile que ha logrado incrementar los avisos de donación de órganos. Una de sus creadoras es la ingeniera civil industrial e investigadora del Web Intelligence Centre (WIC), Francisca González, quien comenta que habían detectado que el principal problema en el sistema era la falta de detección y aviso de posibles donantes, lo que se hace desde las urgencias y las UCI en los hospitales. Con la aplicación, los médicos y las enfermeras pueden notificar a estos pacientes a la unidad de procuramiento, que es la encargada de la donación de órganos en hospitales.

“El primer año casi duplicamos la cantidad de avisos de posible donante con respecto al promedio de los dos años previos, y quintuplicamos la cantidad de donantes efectivos (…) ya llevamos cerca de 150 personas que han recibido un nuevo órgano o tejido gracias a las notificaciones de la aplicación. Nuestro sueño es compartir eso con todos”, menciona González.

En el sistema privado la Clínica Las Condes cuenta con el “Grupo de Apoyo al Trasplante”, que nace de la inquietud de pacientes trasplantados por compartir sus experiencias, crear un punto de encuentro y dar soporte anímico a los pacientes y a sus familiares directos. Además, buscan promover y fomentar las donaciones y servir como instrumento de difusión y proyección acerca de los beneficios del trasplante. Tienen reuniones mensuales y toda persona que se encuentre en lista de espera es invitada a participar del grupo, además de asistir opcionalmente a charlas informativas y educativas realizadas por profesionales del área.

“Son personas que han vivido la experiencia, y que con un tremendo cariño vienen en forma voluntaria y sin remuneración a darle apoyo a los pacientes que esperan un órgano o que ya han sido trasplantados recientemente. Es una organización muy bonita y que nos acompaña hace muchísimos años”, cuenta Buckel.

Tipos de donaciones de órganos

En Chile existen distintos tipos de donaciones. La primera corresponde a ser donante después del fallecimiento. En este caso, tal como se mencionó anteriormente, la muerte debe ocurrir por un criterio neurológico, lo que corresponde al 2% de las muertes en el país.

En este contexto, Araos comenta que la donación de órganos es importante porque se puede regalar o extender la vida a muchas personas, algunas con esperas de varios años. “Es necesario estar informados del proceso de donación y manifestar a nuestros familiares directos el deseo de ser donante, porque si bien la ley dice que todos lo somos y que solo un documento notarial registrado en vida permite la renuncia, los familiares pueden demostrar documentos o relatos contradictorios que la establezcan”, asevera.

Dib menciona que la educación es importante para derribar ciertos mitos. “Por ejemplo, explicarle a la gente que cuando se le ofrece que el paciente pueda ser donante de órganos, es porque efectivamente ya tiene una muerte cerebral certificada. Por lo tanto, nunca va a pasar que se pueda pedir que se donen los órganos y que después sobreviva, no es que se estén matando los pacientes para poder donar, todo lo contrario”, enfatiza.

Por otro lado, también existe la donación en vida, que es aquella persona que dona un órgano o una parte de él, sin que esto le impida continuar su vida con buen estado de salud. Actualmente, se permite en mayores de 18 años, cuando el receptor del órgano es algún familiar, ya sea por consanguineidad o adopción; o cónyuge, o una persona que, sin serlo, conviva con el donante. Asimismo, también se permite que cualquier persona pueda donar de manera anónima al listado nacional de receptores.

“Hemos estado haciendo cada vez más trasplantes con donantes vivos, que es básicamente una medida de disminuir la mortalidad en lista de espera y ofrecerle a algún familiar del paciente que pueda donar ya sea uno de los dos riñones, por ejemplo, o la mitad del hígado, para poder salvarle la vida a su familiar”, menciona Dib.

En cuanto a las listas de espera, hasta la fecha existen 11 personas esperando trasplante de corazón, 51 de pulmón, 140 de hígado, 21 de páncreas y 2.130 de riñón. Este listado es único y de carácter nacional, por lo que se incluyen todos los pacientes que necesiten ser trasplantados, independiente del sistema de salud, del lugar de residencia o de la condición socioeconómica.