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¿Es cierto que Chile es un país de festivales musicales?

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POR Andres Sepúlveda |

Nuestro país tiene una dilatada tradición de estos eventos, con el decanato de Viña del Mar, que partió en 1960. Hoy la oferta se mezcla entre internacionales, folclóricos y comunales, con una oferta musical de artistas consolidados y emergentes.

La historia de Chile ha estado marcada por la presencia de importantes festivales musicales. En general cada año, durante la temporada estival entre diciembre y febrero, es posible encontrar una gran oferta a lo largo del país, donde miles de personas se reúnen a disfrutar artistas locales e internacionales. Por esa razón, nuestro Perro de Caza, de Watchdog Pauta, salió temprano con sus audífonos para escuchar a su banda favorita mientras investiga si se puede considerar que Chile es un país de festivales musicales o no.

Antes de responder la pregunta, es necesario mencionar que los festivales se remontan a una larga tradición en el mundo. En un inicio, comenzaron como un conjunto de celebración en honor a los dioses, y ya en el 4.500 a.C. se tienen los primeros registros, cuando los egipcios acompañaban esas instancias de música y baile. Luego, en la Edad Media, se organizaban festivales con competiciones musicales que eran patrocinadas por los gremios.

En el siglo XX es posible encontrar una gran masificación de estos eventos, especialmente en los años 60 y 70, con la masificación de la música rock y pop. Los más importantes fueron el Festival de Woodstock, en 1969 en Estados Unidos; el Festival de la Isla de Wight, en 1968 en Inglaterra; y en América Latina el Festival de la Canción de Viña del Mar en 1960 en Chile.

Teniendo en cuenta lo anterior, el crítico musical de La Tercera, Marcelo Contreras, menciona que definitivamente Chile es un país de festivales musicales, tradición que inicia con el certamen viñamarino y que se ha ido asentando en la última década con otros eventos, ya que el país “representa hace ya largo tiempo una plaza segura para que los artistas puedan hacer una suerte de triada entre Brasil, Argentina y Chile”. Además, agrega que una característica especial de los festivales musicales del país es que existen distintos tipos de público, y diversos festivales que atienden esos intereses variados.

El crítico de música y creador de la revista Extravaganza!, Fernando Mujica, añade que Chile es un país de festivales porque la gente desea disfrutar y es fan de la música. “Los festivales son una respuesta que tiene la industria musical hacia el consumo masivo de gente que busca más allá de simplemente un concierto como tal, sino que vivir una experiencia”, enfatiza.

En este sentido, es posible encontrar ofertas para todo tipo de público. Uno de los más antiguos es el Festival de Viña, organizado por la municipalidad de la ciudad homónima, y que se remonta al 21 de febrero de 1960. Desde ese momento se realiza anualmente cada segundo mes del año, con excepción de 2021 y 2022 cuando fue cancelado por la pandemia.

A lo largo de su historia ha sido considerado como el festival musical más importante en Latinoamérica y el más longevo de la región. Año a año se realiza en el Anfiteatro de la Quinta Vergara, y se transmite en vivo por televisión, radio, y plataformas en línea. Dentro de los artistas que más han venido se puede encontrar a Miguel Bosé, Chayanne, Emmanuel, Ricky Martin, Ricardo Montaner y Rapahel.

Contreras comenta que una característica singular de este certamen es que atiende públicos muy transversales, que va desde los niños, con la presencia de grupos como 31 minutos, a una audiencia de tercera edad, y que también es una ayuda para que los artistas consoliden sus carreras. “Las principales figuras latinas de los últimos 50 años siempre van a mencionar si estuvieron en el Festival de Viña o no. Ahora sigue siendo una plataforma y un trampolín para gatillar carreras y para darles un impulso por la proyección internacional que tiene”, agrega.

Este año, se llevará a cabo entre el domingo 19 y el jueves viernes 24 de febrero y entre los artistas más destacados estarán Karol G, Paloma Mami, Maná, Alejandro Fernández, Los Jaivas, Fito Páez, Christina Aguilera, Polimá Westcoast, Camilo y Nicki Nicole. La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, afirma que gracias a esta instancia, la ciudad se reactiva en el último mes de vacaciones. “Son dos períodos en los que estuvo suspendido, y nos damos cuenta de la necesidad de las personas y del gusto que tienen de participar de actividades culturales artísticas y, obviamente, de esta que es parte de las industrias del entretenimiento y también creativa, así que estamos felices de recibirles”, añade. 

Otro de los festivales clásicos del país en la temporada de verano es el Festival del Huaso de Olmué, que se realiza desde 1970 en el Anfiteatro El Patagual de esta localidad del interior de la Región de Valparaíso. Desde 1984 se transmite por televisión y es considerado uno de los certámenes musicales más importantes en el folclor nacional. En su última versión, realizada entre el 19 y 22 de enero, la parrilla de artistas estuvo conformada por Mon Laferte, Zúmbale Primo, La Rosa y Red, Santa Feria, Illapu, La Combo Tortuga y Young Cister, entre otros.

El alcalde de Olmué, Jorge Jil Herrera, menciona que las expresiones artísticas y culturales que formaron parte del espectáculo son muestra de las raíces y de la identidad comunal y nacional. “Ese es el principal enfoque que nuestra administración ha querido plasmar en esta versión, abriendo los espacios para que grupos artísticos comunales tuvieran participación en las oberturas del evento, se diera mayor relevancia a la competencia folclórica y también se incorporaran más artistas que representaran el espíritu del festival y de la cultura popular”, enfatiza.

Pero también existen algunos festivales en la Región Metropolitana que son gratuitos y que los organizan ciertas comunas. Uno de ellos es el Festival de Puente Alto, que tendrá lugar por segunda vez en la capital entre el 26 al 29 de enero, y cuyas entradas se agotaron en un par de días. Los artistas que se presentan son Luis Jara, Gondwana, Cris MJ, Shirel, Ella Baila Sola, Santa Feria, Cami, Bacilos, Shamanes y Joe Vasconcellos.

El alcalde de Puente Alto, Germán Codina, comenta que la idea es ofrecer en la comuna un espacio con artistas locales, nacionales e internacionales, donde los vecinos tengan la oportunidad de disfrutar de un festival musical gratuito de primer nivel. “Es también una gran instancia para fomentar el talento de nuestros artistas puentealtinos, para que tengan la oportunidad de actuar frente a muchos espectadores y también para que puedan compartir escenario con artistas internacionales como una manera de ganar experiencia y potenciar sus carreras”, agrega.

Otro festival comunal es el de Las Condes, que se llevará a cabo entre el 27 y 28 de enero en el Parque Padre Hurtado. Los números musicales estarán a cargo de Vicentico, Nicole, Gente de Zona y Pailita como el artista final. La alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza, indica que están muy contentos porque nuevamente tendrán público completo. “Son 20 mil las personas que podrán bailar, cantar y disfrutar de este espectáculo gratuito que tenemos en Las Condes para toda la familia. Ya entregamos todas las entradas, así que esperamos tener a todas las personas en el parque Padre Hurtado”, enfatiza.

Por otro lado, hay festivales en el país que se caracterizan por ser instancias más cercanas y de nicho. Uno de ellos es el Festival Uva Robot, que realizó su tercera versión el pasado 14 de enero en el Centro Cultural Casona Nemesio Antúnez en La Reina y que agotó sus entradas en tan solo un par de semanas. El encuentro musical fue organizado por el sello de música nacional Uva Robot, y contó con la participación de los cantantes Diego Lorenzini, Rosario Alfonso, Niña Tormenta, Chini.png, Laurela y Saltador.

A diferencia de instancias más masivas, esta se caracterizó por involucrar directamente a sus artistas de manera colaborativa en todas las aristas del evento, un ejemplo de ello es la escenografía, que fue realizada a mano por los mismos cantantes, o también, por la producción, que entre otras personas, estaba liderada por Tiara Galaz, más conocida por su nombre artístico “Niña Tormenta”. En este sentido, los asistentes, además de escucharlos cantar, pudieron compartir con ellos fuera del escenario, tanto en el público, como en el puesto con merch de los artistas en el que atendían ellos a medida que iban realizando sus presentaciones.

La cantante y productora del evento, Tiare Galaz “Niña Tormenta”, comenta que llevar a cabo una nueva edición del festival fue un hito importante porque volvieron a juntarse todos con un mismo fin para realizar esta instancia de manera autogestionada. “Significó reafirmar nuestra forma de trabajo colectivo, que tiene sentido hacerlo, y también que tiene sentido hacer crecer y desarrollar ideas en conjunto”, afirma.