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¿Hay un mejor horario para regar el jardín en verano?

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POR Andres Sepúlveda |

Los horarios recomendados para humedecer las plantas de los jardines son aquellos en los que disminuye la posibilidad de evaporación del agua. Pero también es importante considerar el tipo de riego y el tiempo para lograr que este sea eficiente.

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, que tal como se presentó en una edición pasada de esta sección, podría alcanzar los 39° grados en enero, nuestro Perro de Caza, de Watchdog PAUTA, decidió prepararse para estos días, en los que el mantenimiento de las áreas verdes, es una de las preocupaciones de esta época en las que se pasa más tiempo al aire libre. Por ello, consultó con los expertos los mejores horarios para regar los jardines durante esta temporada, con el propósito de conocer cuál es la manera más eficiente de utilizar el agua. 

El riego del jardín debe realizarse en los tiempos en los que exista una menor  posibilidad de evaporación directa, esto es temprano por la mañana, en el atardecer o bien en la madrugada, en este último caso, si se cuenta con riego automático. En estos horarios, en los que se registran bajas temperaturas en comparación a otros momentos y su variación es menor, es posible que el agua se utilice de manera eficiente.

Guillermo Donoso,  profesor de la Facultad de Agronomía y miembro del Centro de Derecho y Gestión de Aguas de la UC, señala que “el problema no es la radiación solar, sino que la temperatura con la que se evapora el agua”. Agrega que por ejemplo, si el riego se realiza a la 13:00, gran parte del agua no logra ser aprovechada por la planta.

Si bien lo aconsejable es regar en estos horarios, es preferible que se realice cuando cae el sol en la tarde, debido a que va a haber más tiempo para que el agua se infiltre en el suelo sin evaporarse. A diferencia de lo que ocurre en la mañana en el que las horas de más frescura, tienen una menor duración.

Junto con los horarios también es relevante considerar el tipo de riego, debido a que gestionar de mejor manera el recurso depende de las tecnologías utilizadas. En general, los métodos de riego que se emplean son dos: el de aspersión, para grandes superficies y el localizado, es decir, por goteo.

Fernando Santibáñez, ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile y experto en recursos hídricos, explica que el de aspersión es un buen método cuando la cobertura vegetal es fundamentalmente pasto, sin embargo, en el contexto actual de escasez hídrica no es recomendable. “Lo ideal es dejar atrás los riegos donde se esparce el agua por toda la superficie, porque ahí el agua que estamos aplicando se pierde en la evaporación directamente desde la superficie”, señala.

Por ello, aconseja implementar un riego por goteo el que incluso puede ser artesanal, al instalar una manguera plástica negra a la que se le hacen agujeros y se introducen tornillos. En el caso en el que no se cuente con este mecanismo, lo ideal al momento de regar, es dejar un fino hilo de agua en las plantas.

En relación al tiempo de riego, Santibáñez menciona que se debe conocer el requerimiento de cada planta del jardín, debido a que un periodo muy corto no es útil porque el agua queda en los primeros dos o tres centímetros y no logra llegar a las raíces. Tampoco es recomendable saturar el suelo, porque puede alcanzar superficies más profundas que las raíces, lo que se traduce en una pérdida de agua.

“Hay un mito que dice que regar las plantas a la hora de más calor les hace mal, pero eso no es verdad. No es que se vayan a quemar, pero lo que estamos haciendo ahí es perder mucha agua, porque se va a evaporar muy rápido”, agrega Santibánez.

Para estimar el tiempo de riego, se puede tomar como referencia un árbol nativo, que necesita como mínimo 8 litros de agua al día. Santibáñez aconseja poner un balde debajo de la manguera por goteo y ver cuánto se demora en llenar un litro. Por ejemplo, si tarda 10 minutos, significa que para completar los 8 litros, se necesitan 80 minutos de riego al día.

En tanto, si lo que se tiene son superficies extensas como las de pasto, el riego no debería sobrepasar los 30 minutos diarios. En este caso, Donoso asegura que “para alcanzar una mejor eficiencia, lo que recomiendo son los micro aspersores o aspersores muy bien distanciados que no se topen y que mojen toda la superficie y con cuidado, para evitar mojar la superficie anexa como los caminos y las veredas”.

¿Qué plantas se recomiendan para disminuir el consumo de agua?

De acuerdo con el informe realizado por la Mesa Nacional del Agua, una de las principales amenazas que enfrenta la seguridad hídrica en Chile es el cambio climático que se presenta con sequías prolongadas y frecuentes. Por ello, una parte fundamental del cuidado del agua es adecuar el jardín para que se adapte a las nuevas condiciones de escasez hídrica, debido a que se estima que uno que tiene pasto, puede gastar hasta 10 veces más agua que uno cuenta con plantas de bajo requerimiento hídrico.

Para distinguir cuáles son las plantas requieren menos agua, en general son aquellas que tienen hojas pequeñas y de color verde grisáceo, mientras que la necesitan más riesgo suelen tener hojas grandes y oscuras.

Santibáñez, considera que en Chile los jardines suelen caracterizarse por estar compuestos de especies que no corresponden a la geografía o clima y que generalmente tienen una alta demanda hídrica.

“Considero que es pertinente iniciar un replanteamiento en el paisajismo público con especies que vemos en las quebradas, que a su vez forman lo que llamamos el bosque esclerófilo. Estas son, por ejemplo, el peumo, el maitén, las pataguas o los huinganes, que son especies que viven con un muy bajo consumo de agua”, asegura Santibáñez.

Algunas de las especies que se recomiendan para disminuir el consumo de agua de riego, son el Penisetum, Stipa, Cola de Zorro, Dietes Grandiflora, Salvia, Sisyrinchium, Colliguay, Pichi Romero, el Romero y Falkia Repens.