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“El Reino Unido, en los hechos, hoy día carece de un gobierno”

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Agencia Uno
POR Eduardo Olivares |

El decano de la Escuela de Políticas Públicas de la LSE, Andrés Velasco, dice que los principales partidos británicos “están hecho trizas” tras el conflicto por el Brexit.

Dado que ni los adjetivos “severo” ni “crítico” parecen ajustarse bien a la gravedad de la incertidumbre provocada por el Brexit, buena parte de los análisis han acudido a otros calificativos de mayor resonancia: “caótico”, “apocalíptico”, “catastrófico”. Y puede que, en muchos sentidos, tales caracterizaciones sean correctas.

Es el vacío lo que se siente en Westminster. El vértigo de lo desconocido. El 15 de enero el Parlamento británico rechazó —como se prevía— el plan de salida del Reino Unido que había presentado la Primera Ministra Theresa May. Fue una derrota tan profunda que cualquier otro líder, en similares circunstancias, hubiese dimitido al minuto siguiente. Pero May es distinta. Al día siguiente, enfrentada a un voto de no confianza contra su gobierno promovido por el presidente del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ella sobreviviría. Apenas con una diferencia de 19 votos. Pero sobrevivió.

Ahora deberá volver a lo que ha hecho en el último par de años: la mesa de negociaciones con la oposición y los legisladores que sostienen su administración así como, a continuación, con los representantes de la Unión Europea (UE).

Lo que dejó esta semana revela que los principales partidos políticos británicos están divididos no entre ellos, sino dentro de ellos. Son las facciones internas las que tienen polarizadas las posiciones sobre el Brexit.

El decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economics and Political Science, Andrés Velasco (exministro de Hacienda, excandidato presidencial y fundador de Ciudadanos), cuestiona el precario estado de la política británica. En un contacto desde Londres para esta Entrevista en Pauta, el político y académico cree que aunque el gobierno sobrevivió una votación, puede que deba afrontar otras en una o dos semanas más y que al cabo de un tiempo ya este gabinete ni siquiera exista. “Es muy difícil predecir lo que pueda pasar en el corto plazo, para qué decir en el largo plazo”, dice.

El extremo británico y su señal a Chile

El alza de los populismos, sostiene Velasco, es un fenómeno preocupante en Europa. “En Chile estamos viendo de modo incipiente algo parecido a lo que ha pasado en Europa”, opina.

Analiza que los partidos conservadores se desligaron de sus propias convicciones ideológicas y optaron por las del extremo. “Miraron las encuestas, se dieron cuenta de que era peligroso para los partidos de centro derecha perder votos ante la arremetida de la extrema derecha, y trataron de robarle la bandera a la extrema derecha”, comenta.

Esa tendencia podría estar sucediendo en Chile, subraya, en áreas como la inmigración: “En las últimas semanas ha habido un giro hacia la derecha en el gobierno de Sebastián Piñera que algo tiene que ver con el surgimiento en las encuestas de José Antonio Kast y los temas propios de la extrema derecha, la inmigración entre ellos. Si ese es el camino que en Chile vamos a transitar, Inglaterra sugiere que es un muy mal camino”.

La debilidad de los partidos

Uno de los mayores problemas en el Reino Unido es la ruptura en los partidos Conservador y Laborista. 

En el caso de los Tories, el origen del Brexit provino de una lectura errada del ex primer ministro David Cameron, quien creyó que el referéndum de 2016 lo ganaría y así se impondría al ala dura de su partido, plantea Velasco. Cameron falló. Y el Partido Laborista, que debería alzarse como una oposición viable y consistente, adolece de problemas parecidos dado el liderazgo extremo de Jeremy Corbyn, apunta el académico.

“Inglaterra está doblemente fregada, porque el Partido Conservador está hecho trizas y el Partido Laborista igual. De hecho, el Partido Laborista en este momento no está claro qué opinión tiene sobre el Brexit. Históricamente el laborismo fue cosmopolita y a favor de la UE, pero Corbyn, en alguna medida mirando las encuestas, ha tenido una posición muy ambigua”, expresa.

Y cuando no hay otras opciones se terminaría explicando por qué Theresa May, pese a que ostenta derrotas más evidentes que la luz del sol, se mantiene en el poder. “Los conservadores dijeron ‘será una mala primera ministra, pero es nuestra’. Todo esto se decide por muy pocos votos”, dice el exministro de Hacienda chileno.

El diagnóstico es tan simple como ácido: “El problema es que el Reino Unido, en los hechos, hoy día carece de un gobierno. No tiene la fuerza para empujar su proyecto; tampoco tiene un proyecto alternativo”.

El “despelote” y la exageración

Y claro, una consecuencia de la incertidumbre es el caos. “Tiene al país sumido en un despelote enorme. Nadie sabe cuáles son las reglas económicas y políticas que primarán el 29 de marzo” si se activara un Brexit duro, es decir, uno en que no hay un programa gradual de retiro.

La libra esterlina se ha debilitado, el desempleo ha aumentado, los precios podrían subir. “Se habla de desabastecimiento, de planes de emergencia, de supermercados vacíos. Eso no es enteramente fantasioso. Podría haber un cambio en la vida cotidiana de la gente si el Brexit es abrupto, duro y sin plan de salida”, acepta Velasco.

Pero también cree que todo tiene su límite. Los adjetivos calificativos también. “Tampoco hay que exagerar las posibles consecuencias —advierte—. Un error político de quienes están a favor de la opción del Remain, de seguir en la UE, es que jugaron al catastrofismo […]. Es malo, pero tampoco hay que exagerar y decir que el 30 de marzo la economía se paralizará y todo el mundo perderá su empleo. Eso no es así”.

Revise a continuación la entrevista completa con Andrés Velasco: