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Así será la agenda del equipo enviado por Bachelet a Venezuela

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Agencia Uno
POR Maria Catalina |

El grupo formado por cinco expertos parte este lunes su misión en Caracas. Está formado por técnicos en crisis humanitarias y de derechos humanos con experiencia en África y Medio Oriente. Tanto el oficialismo como la oposición presionan por influir en los recorridos y lugares de visita.

Que Naciones Unidas se pronuncie con fuerza sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela es el requerimiento que ha hecho no solo la oposición del régimen de Nicolás Maduro, sino que varios gobiernos, organizaciones y movimientos internacionales. Por esto, el anuncio que hizo la Oficina del Alto Comisionado del organismo internacional, referente a que un equipo técnico viajará al país a analizar las condiciones, fue recibido entre aplausos.

Será en medio de un prolongado corte de energía eléctrica- que tiene a casi todo el país sin suministro desde la tarde del pasado jueves y que ya ha cobrado la vida de al menos 17 personas que permanecían hospitalizadas- que este lunes 11 de marzo arribe a Caracas un staff de cinco profesionales de la oficina que lidera la expresidenta Michelle Bachelet, para evidenciar en terreno cuál es la situación en la que viven millones de venezolanos.

De acuerdo con el itinerario oficial, el grupo recorrerá diferentes localidades, contemplando entrevistarse con dirigentes gubernamentales, representantes de la Asamblea Nacional, con organizaciones de la sociedad civil y con víctimas del régimen. El inicio de las labores coincide con la sesión de emergencia que convocó el presidente encargado, Juan Guaidó, para que el Parlamento decida si aceptan decretar “estado de alarma nacional”, producto del corte eléctrico. 

El objetivo de la misión de la ONU, como comunicaron desde la oficina, es despejar si ante un eventual viaje de la Alta Comisionada Michelle Bachelet, “obtendría acceso irrestricto a todas las personas y a todos los lugares que quisiera visitar, en aras a obtener una visión nítida de la situación de derechos humanos”. Además de esto, y debido a que la inspección se extenderá hasta el 22 de marzo, se espera que las observaciones que recojan puedan ser incluidas de manera preliminar en el informe que deberá presentar la exmandataria el miércoles 20 de marzo a partir de las 15.00 horas, según está establecido en el programa de la 40 sesión del Consejo de Derechos Humanos que tiene lugar en el Palacio de las Naciones, en Ginebra, Suiza.

Fuentes de Naciones Unidas confirmaron a PAUTA que el equipo que realizará el trabajo de campo en Venezuela está compuesto por profesionales de diferentes nacionalidades, con vasta experiencia en crisis registradas en países de África y Medio Oriente, y que incluye, por cierto, especialistas en América Latina. Hasta ahora, se les ha asegurado que tendrán acceso a los diferentes sectores que esperan recorrer. La fuentes consultadas recuerdan que en noviembre de 2018 se hizo público que Maduro invitó a la Alta Comisionada a recorrer la nación, por lo que ahora deberá responder a ello.

Si bien Bachelet ha asegurado que su oficina realiza un constante monitoreo de lo que ocurre en el país que se mantiene bajo el régimen chavista, con esta misión logrará tener una claridad presencial y protagónica del escenario. Tras recibir las recomendaciones, deberá precisar si viaja o no a la zona, definición en la que podría influir la autoridad a la que responde, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. De todas formas, e incluso en el caso que decida no pisar territorio venezolano, entre el 24 de junio y el 12 de julio la Alta Comisionada tiene que presentar ante el Consejo el “informe exhaustivo” que le fue solicitado.

Manifestación oposición venezolana. Agencia Uno.

Las expectativas

La observación que hará la Oficina del Alto Comisionado tiene la misión de ser imparcial y de dar cuenta de lo que ocurre, por lo que la expectación es alta. El informe que deberá entregar Bachelet, además, puede dar pie a que se tomen acciones concretas en post de la protección de la ciudadanía. Por ejemplo, podría ser considerado en el examen que realiza la Corte Penal Internacional sobre Venezuela.

Esta situación es la que ha llevado al presidente encargado Juan Guaidó a recalcar que esta visita debe llevarse a cabo “sin ideologías”. Pidió que “vayan a los hospitales, que vayan a las morgues, que vayan a las escuelas, que vayan a cada uno de los sitios donde hoy Venezuela padece una emergencia humanitaria compleja”.

Mary Montesinos, coordinadora nacional de Voluntad Popular Capítulo Chile, explica a PAUTA, que las esperanzas en el partido son altas y que seguirán muy de cerca los pasos que darán los enviados, para así asegurarse que será una “comitiva imparcial” que visitará los “puntos neurálgicos de la crisis”, como supermercados, hospitales, calles y que lograrán entrevistarse con los presos políticos.

“Se ha notado cierta parcialidad desde Guterres hasta abajo, donde ellos dicen que no están para legitimar si hay o no un presidente. Se han demorado mucho en hacer pronunciamientos; entonces nosotros, en cuanto a la defensa de los derechos humanos, hemos notado una parcialidad que nos preocupa muchísimo y esperamos que esta comitiva, al constatar lo que dicen todos los informes que han recibido, cambie la postura que han tenido y se pongan del lado de la defensa de los derechos humanos”, emplaza.

Como Maduro será el encargado de abrirle paso a la comitiva, desde Voluntad Popular piden que los profesionales no acepten un recorrido guiado, sino que sean ellos quienes definan sus destinos, sin antes exponérselos al régimen, para impedir que se generen posibles montajes. Dicen que la suspicacia que el equipo pueda tener será clave para definir el éxito de la misión y de la Naciones Unidas en su conjunto. “Aquí está en juego la credibilidad de la ONU, no del régimen de Maduro, que ya está deslegitimizado. Los hechos están”, plantea Montesinos. 

La oposición venezolana quiere ser protagonista durante esta misión, y tal como miembros de la Asamblea Nacional ha logrado tener reuniones con representantes de Naciones Unidas en Estados Unidos, esperan poder tomar contacto con los enviados en Venezuela y entregarles su sugerencia de agenda. 

Manifestación de la oposición venezolana. Agencia Uno.

Lo que podrían encontrar

Fernanda Doz Costa, directora adjunta para las Américas de Amnistía Internacional, en entrevista con PAUTA, coincide en que la misión será fundamental para que la ONU sepa realmente lo que ocurre en Venezuela, dada la “guerra de versiones” que existe y lo “politizado y polarizado” del escenario.  

El movimiento internacional del que forma parte sigue desde hace años la crisis venezolana, y con especial ahínco desde que ésta se ha agudizado. Además, en el mes de enero, cuando para ellos las manifestaciones comenzaron a tomar ribetes más violentos, decidieron enviar un equipo de seis personas que ha podido documentar y dar cuenta de la “grave crisis de derechos humanos”, por lo que serviría para graficar el ambiente con el que se encontrará la misión de la ONU.

Solo entre el 21 y el 25 de enero registraron 41 fallecidos por armas de fuego y 900 detenidos de forma arbitraria, muchos de ellos menores de edad y habitantes de sectores populares. Tienen registro de ejecuciones extrajudiciales en los estados de Lara, Yaracuy, Vargas y distintas localidades de Caracas. Hasta ahora, son 15 los casos que dicen tener ampliamente documentados para dar cuenta de la crisis. “Nos hemos encontrado con una política de represión del Estado”, comenta la investigadora.

A pesar de que se han entrevistado con víctimas, familiares y con diferentes sectores de la población, el equipo de Amnistía Internacional, cuenta Doz Costa, aún no ha podido acceder a lo que serían los centros clandestinos de detención que estarían bajo las órdenes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).  Por esto, esperan que la misión enviada por la Alta Comisionada pueda, al menos, tener contacto con familiares de quienes estarían o que estuvieron retenidos, dada la gran cantidad de denuncias y testimonios de detenciones por razones políticas, torturas y malos tratos.

“La gente está muy asustada. La política de represión está organizada para que no se hable de esto, no se denuncie. Hay permanentes amenazas y vigilancias a las familias y a quienes han sido detenidos y luego liberados. Hay un clima de temor absoluto de cero confianza en las instituciones judiciales para denunciar estas situaciones. Es claramente una situación difícil, pero el personal técnico de la oficina de la Alta Comisionada está muy acostumbrado a operar en circunstancias difíciles”, concluye la directora adjunta. 

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