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México concede asilo a Evo Morales

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Bloomberg
POR Maria del |

México, Venezuela, Cuba y Argentina han calificado la crisis de Bolivia como un “golpe de Estado”, mientras que Trump aplaudió al Ejército por su actuar.

Evo Morales ha aceptado la oferta de asilo político de México, situando a la Administración del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador en el centro de una crisis que ha dividido las lealtades de los gobiernos de América Latina.

El asilo se otorgó por “razones humanitarias” y en virtud de la situación de emergencia a la que se enfrenta en Bolivia, donde su vida e integridad están en peligro, dijo el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, en una rueda de prensa en Ciudad de México el lunes.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, junto al presidente Andrés Manuel López Obrador

México ha pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia que garantice el traslado seguro de Morales al país de acuerdo con el derecho internacional, dijo Ebrard, sin dar detalles de cuándo viajaría el expresidente.

Bolivia está en caos después de una noche de ataques incendiarios y enfrentamientos. Morales renunció al cargo el domingo después de irregularidades electorales que desencadenaron semanas de violencia y la intervención de las fuerzas armadas.

¿Golpe de Estado?

México, junto con Venezuela, Cuba y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, han llamado a la intervención militar un “golpe de Estado”. Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, aplaudió a las fuerzas armadas por “cumplir con su juramento de proteger no solo a una persona, sino la Constitución de Bolivia”.

Ebrard hizo pública la oferta de asilo inicialmente a través de Twitter el domingo por la noche, y dijo que el Gobierno mexicano ha recibido 20 funcionarios ejecutivos y legislativos bolivianos que buscan asilo en la residencia oficial del país en La Paz y que ofrecería lo mismo a Morales.

Larga tradición de asilo

Indio aymara en un país históricamente gobernado por una élite blanca más rica, Morales llegó al poder en 2006, el año en que López Obrador presentó la primera de sus dos candidaturas fallidas a la presidencia antes de que finalmente ganara las elecciones el año pasado. Morales fue un defensor de los pobres y un símbolo de la izquierda de la región.

Ebrard denunció el domingo la intervención militar para apartar a Morales del poder, diciendo que era un recordatorio de los golpes sangrientos de América Latina del siglo XX. El lunes, criticó nuevamente a las fuerzas armadas por interrumpir el orden constitucional de Bolivia.

México tiene una larga tradición de otorgar asilo a líderes extranjeros. El Shah de Irán, que huyó durante la revolución de 1979, se refugió en la ciudad turística de Cuernavaca, en la que expresidente de Estados Unidos Richard Nixon fue a visitarlo. El líder soviético Leon Trotsky, quien se convirtió en un exiliado después de enfrentarse a Joseph Stalin, se mudó a México en 1937 y fue recibido por el presidente izquierdista Lázaro Cárdenas, que es un héroe para López Obrador.

Marea rosa

Morales dijo en una publicación en Twitter el lunes que su casa y la casa de su hermana fueron atacadas, y que sus ministros han recibido amenazas. Bancos, supermercados y oficinas del Gobierno en el centro de La Paz permanecieron cerrados después del saqueo del domingo por la noche, según informaron medios locales.

Morales fue el único sobreviviente de la llamada Marea rosa de los líderes de izquierda que reformó la política del continente durante la década de 2000. A diferencia de su aliado venezolano, Nicolás Maduro, presidió un fuerte crecimiento económico, un aumento de los ingresos y disminución de la pobreza. Pero sus credenciales democráticas fueron cuestionadas después de que ignorase el resultado de un referéndum de 2016 sobre límites al mandato presidencial.