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Tate de Londres gana un pleito contra vecinos por miradas curiosas

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POR Periodista Practicante |

Un juez desestimó las quejas de residentes que dijeron que la expansión del museo infringía sus derechos ya que los visitantes pueden mirar a sus apartamentos.

Los visitantes a la Tate Modern de Londres pueden apreciar obras de Paul Klee y de Marc Chagall. Si suben a la terraza de la última planta también pueden deleitarse con vistas del Támesis y algo más mundano… las salas de estar de residentes vecinos.

Un juez desestimó las quejas de cuatro residentes cercanos que dijeron que la expansión del museo infringía sus derechos porque los visitantes pueden mirar directamente a sus apartamentos e incluso sacar fotos. Fue una de las primeras demandas por privacidad derivadas de la ley de molestias interpuesta ante un tribunal del Reino Unido.

La terraza tiene vistas a la catedral de San Pablo y al río Támesis, pero también permite que “cientos de miles” de visitantes puedan ver las propiedades cercanas. El propietario de un apartamento, Ian McFadyen, dijo que su familia estaba “más o menos constantemente vigilada” desde la terraza. McFadyen dijo que la intrusión era “implacable y se sentían como si estuvieran en un zoológico”. En ocasiones, los visitantes incluso usaban binoculares para observar el apartamento.

El juez Anthony Mann opinó que los grandes ventanales de cristal implicaban una disminución de las expectativas de privacidad.

“Estas propiedades son impresionantes, y sin duda hay grandes ventajas en disfrutar de vistas tan amplias, pero en efecto tienen un coste en cuanto a la privacidad”, dijo el juez. Las miradas de visitantes de la Tate no son “suficientes para constituir una molestia”.