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Crisis política en Argentina: cómo se desató la lucha entre albertistas y kirchneristas

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POR Lucía Alegrete |

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner desató su peso político sobre el gabinete del presidente Alberto Fernández.

“Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi patria. Solo le pido al presidente que honre aquella decisión…”.

Este fue uno de los párrafos más sonados de la carta que la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, publicó el pasado jueves 16 de septiembre en sus redes sociales tras el batacazo electoral que sufrió el oficialismo en las elecciones primarias legislativas conocidas como PASO.

La carta supuso una crisis política en el país trasandino que sigue teniendo sus ecos hasta el día de hoy. Las palabras de Cristina Fernández mostraban un quiebre real entre ella y el presidente. Ahora el país parece dividirse entre albertistas y kirchneristas.

En el texto, la expresidenta hizo duras críticas a un sector del oficialismo señalando que no iba a seguir tolerando las operaciones de prensa desde el propio entorno presidencial. Además, hizo especial hincapié en que fue la única integrante del gobierno que predijo la dura derrota de las elecciones cuando todos estaban seguros de que ganarían muy bien.

Los cambios en las políticas sociales

La crisis política se desató cuando Alberto Fernández decidió no realizar ningún cambio de gabinete tras las PASO. De eso dio cuenta la carta, que a su vez se transformó en un hito político lo suficientemente grande como para que la crisis se calentara. La exmandataria llegó a forzar la renuncia de cinco ministros y dos altos funcionarios que responden a ella, todo lo cual termino doblegando al presidente Fernández.

Al cabo de unos días, el mandatario aceptó la salida de su hombre de confianza, Santiago Cafiero, como jefe de Gabinete. Cafiero se había transformado en el archienemigo de la vicepresidenta, según era claro y notorio en la misiva. Ella había sugerido al exministro de Salud Juan Manzur para aquel puesto en el Gabinete, y el presidente lo aceptó. Tampoco es que a Cafiero lo quitara de todo puesto: como movida de piezas, Alberto Fernández llevó a su aliado al cargo de ministro de Relaciones Exteriores, donde antes estaba Felipe Solá. No hubo tiempo para sutilezas: Solá se enteró del movimiento mientras estaba en misión diplomática y lo supo por boca del mismo Cafiero, su reemplazante. Hubo más cambios en el equipo del jefe de Estado argentino que incluyeron el retorno al gobierno del antiguo operador político del kirchnerismo Aníbal Fernández, quien en todo caso tiene la habilidad para también ser cercano a Alberto Fernández.

A esto se suman las medidas focalizadas en la economía que anunciarán esta semana desde el gobierno argentino enfocadas en aumentar los recursos para programas sociales y asignaciones. Las nuevas transferencias estatales apuntarían a revertir los resultados electorales de las PASO en los comicios legislativos del 14 de noviembre.

Entre las más medidas destacadas están el aumento del salario mínimo, una nueva edición de un ingreso familiar de durante esta emergencia otorgado a las familias por la pandemia, y la actualización de distintas ayudas focalizadas.

También la corresponsal en Buenos Aires Gabriela Valenzuela analiza el nuevo escenario de crisis con John Müller y Gerardo Gómez en Primera Pauta, de Radio PAUTA