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La visión del economista Dani Rodrik sobre la industrialización

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POR Lucía Alegrete |

El reconocido economista abre diversos interrogantes sobre si la industrialización sigue siendo el motor del desarrollo económico.

“La industrialización ya no es lo que era”, afirma Dani Rodrik, el reconocido economista turco y profesor de la Universidad de Harvard. Es premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales el pasado año 2020, cuyo galardón fue motivado por su contribución a mejorar el funcionamiento del sistema económico haciéndolo más sensible a las necesidades de la sociedad actual.

El economista habla de una “desindustrialización prematura de los países en vía de desarrollo”. Este tipo de reflexiones las ha estampado, por ejemplo, en un artículo publicado por Project Syndicate. Si bien ha sido el camino para el crecimiento de los países desde hace más de un siglo, ya ha cambiado. La principal razón del nuevo paradigma es el rápido desarrollo tecnológico.

Otra de sus tesis más conocidas es el llamado “trilema de la globalización”. Esta teoría dibuja un triángulo cuyos vértices son la globalización económica, la soberanía nacional y la democracia. Para el economista, el problema es que solo se pueden escoger dos vértices, pero los demócratas liberales han estado tratando de tener los tres a la vez provocando el descontento de sus votantes.

La clave que quiere hacer entender es que la industrialización ya no es la solución para lograr ser un país desarrollado, debido a que la industria ya no absorbe la mano de obra poco cualificada como hacía antes. También explica que la manufactura ya no es la escalera de crecimiento que fue hasta los años 90, lo cual pone en cuestión los modelos de desarrollo para el futuro. 

El análisis de John Müller

El analista internacional John Müller comentó en Primera Pauta, de Radio PAUTA, que “la industrialización ha cambiado, ya no es la del siglo XVIII cuando grandes masas de trabajadores no cualificados se ponían a apretar tornillos en una línea de producción. Ya no tira tanto de los trabajadores no cualificados”.

“La industrialización ya no puede ser hoy el elemento clave para sacar a esos países del subdesarrollo y llevarlos al desarrollo. A lo que se suma que la productividad de los países en desarrollo no debería concentrarse tanto en que mejore en sus grandes empresas o en sus sectores más llamativos”.

Además, señaló que “la productividad que tiene que mejorar en los países en desarrollo es la de las Pymes que son las que dan la mayor cantidad de trabajo al ser donde más gente está empleada. Además, estas empresas son  las que mejor muestran el límite entre la economía formal e informal”.