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Se cumplen 50 años del Milagro de Los Andes y el rescate de sobrevivientes uruguayos

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Wikki Commons
POR Santiago Parro |

En un cerro de la localidad Los Maitenes de Curicó, concluye el rescate de los 16 sobrevivientes a la caída de un avión de la Fuerza Aérea uruguaya en la cordillera de Los Andes con 45 pasajeros.

El miércoles 21 de diciembre se cumplieron 50 años del rescate de los 16 deportistas uruguayos que sobrevivieron al accidente aéreo registrado en plena cordillera frente a la comuna de San Fernando en 1972.

Son los 50 años del denominado “Milagro de Los Andes”, donde un grupo de rugbistas de Uruguay logró, pese a las condiciones del clima extremadamente adversas, sobrevivir al trágico accidente aéreo en la alta montaña frente a la capital de la provincia de Colchagua.

El 22 de diciembre de 1972, Fernando Parrado y Roberto Canessa se encontraron con el arriero chileno Sergio Catalán. Habían pasado 72 días desde que el avión de la Fuerza Aérea Uruguaya había caído en la cordillera a más de 3500 metros de altura. De los 45 que salieron de Montevideo, solo sobrevivieron 16. 

Se cumplen 50 años del Milagro de Los Andes y el rescate de sobrevivientes uruguayos

El accidente del avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya ocurrió el viernes 13 de octubre de 1972, cuando el avión que transportaba al equipo uruguayo de rugby se estrelló en la cordillera de los Andes. El accidente aéreo y la supervivencia posterior se conocieron como la Tragedia de los Andes y el Milagro de los Andes, respectivamente.

Mientras cruzaba los Andes, las nubes cubrían las montañas. El copiloto, el teniente coronel Dante Lagurara, al mando en ese momento, creyó erróneamente que la aeronave había llegado a Curicó (Chile), donde viraría al norte para descender al Aeropuerto Los Cerrillos de la capital chilena. No se dio cuenta de que las lecturas de los instrumentos indicaban que todavía estaba a entre 60 y 70 km de Curicó.

La aeronave comenzó a descender demasiado pronto y chocó contra una montaña, cortando ambas alas y la sección de cola. El resto del fuselaje, que se deslizó por la montaña a una velocidad estimada de 350 km/h y descendió unos 725 metros antes de estrellarse contra el hielo y la nieve del glaciar de Las Lágrimas

Las autoridades comenzaron inmediatamente la búsqueda del avión y sobrevolaron el lugar del accidente varias veces durante los días siguientes, pero no pudieron ver el fuselaje blanco en la nieve. El 21 de octubre los esfuerzos de búsqueda se cancelaron.

La aeronave transportaba a 5 tripulantes y 40 pasajeros, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, junto con algunos familiares, simpatizantes y amigos.​

Tres miembros de la tripulación y diez pasajeros murieron inmediatamente. Durante la primera noche, fallecieron cuatro personas debido a las gélidas temperaturas y sus graves heridas. En las semanas posteriores, murieron doce más ocho por un alud.

Los dieciséis supervivientes sufrieron penurias extremas, como la congelación, la sed y el hambre; a regañadientes, recurrieron a la antropofagia. Cuando el clima mejoró con la proximidad del verano austral, el 12 de diciembre Nando Parrado y Roberto Canessa escalaron un pico montañoso y caminaron hacia Chile, donde se encontraron con el arriero Sergio Catalán,​ que posibilitó su rescate el 21 de diciembre, tras recorrer unos 38 km.

El 23 de diciembre de 1972, 72 días después del accidente, se rescató al último de los dieciséis supervivientes que habían quedado en el fuselaje.​