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La débil posición de Unión Europea frente al arresto de disidente de Lukashenko

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Alexander Lukashenko, presidente Bielorrusia.. Foto: OSCE
POR Carmen Coloma |

A pesar de la indignación europea, John Müller no cree que las sanciones de Europa sean eficaces y calificó a la organización internacional como “un gatito con guantes”.

 Bielorrusia acapara la atención de Europa. El “secuestro” de un avión proveniente de Grecia para detener a un pasajero periodista que había trabajado para informar acciones irregulares y de represión por parte del presidente Alexander Lukashenko, llevó a la Unión Europea a considerar sanciones.

Desde la torre de control de Minsk, capital de Bielorrusia, se informó al avión con destino a Lituania de la existencia de una amenaza de bomba, lo que generó el descenso en el aeropuerto de Minsk, en ese momento el más cercano. 

La operación tenía como único objetivo detener a Roman Protasevich, uno de los periodistas más conocidos en Bielorrusia. El joven de 26 años creó Nexta, una cadena con millones de usuarios, que a través de Telegram, difunde información acerca del gobierno de Lukashenko, dictador protegido por Rusia que lleva 26 años en el poder.

En el momento en el que fue sorprendido por las fuerzas de seguridad, Protasevich trabajaba por otro medio y venía de cubrir los actos en Grecia de la líder opositora bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya, considerada por parte de la población como la verdadera ganadora de las elecciones.

Según cuentan los pasajeros, cuando se dio la orden de aterrizar, el periodista con nerviosismo hizo el intento de deshacerse de sus papeles y de su celular, el que entregó a la que se piensa que era su novia. Al llegar a Minsk fue detenido. Hasta el momento no se sabe el paradero ni de la novia, ni de Protasevich, quien podría arriesgar 15 años de prisión o incluso la pena de muerte.

El resto de los pasajeros volvió al avión para llegar sin problemas a su destino en Lituania. Desde Ryanair, la aerolínea afectada, consideraron el hecho como un “secuestro patrocinado por el Estado” y señalaron la posibilidad de que agentes de seguridad bielorrusos hayan participado como pasajeros en el vuelo. Además han dicho que, con esta maniobra, se ha vulnerado la Convención de Chicago de 1944.

En Primera Pauta, de Radio PAUTA, John Müller dijo que el hecho “está plagado de irregularidades” y lo clasificó como un “escándalo”. De todas formas, Müller señaló que “el problema es que la Unión Europea es un gatito, un gatito con guantes además, que no tiene ningún poder ni para rasguñar a Vladimir Putin, ni para rasguñar a Lukashenko”.

“Yo veo muy difícil que las amenazas de sanción de la Unión Europea hagan algo al respecto, pues tiene dificultades para realmente diseñar un tipo de sanciones que sean eficaces”, agregó el analista.

Revise el comentario de John Müller en Primera Pauta