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Biden se cruza con China y advierte que defenderá a Taiwán de potencial ataque

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Agencia Uno
POR Lucía Alegrete |

En las últimas semanas la histórica tensión entre ambos actores asiáticos se ha elevado. EE. UU. ha dado un giro en su posición, saliendo activamente a defender a la isla.

El aumento de la presencia de aviones militares chinos en Taiwán ha tensionado la región y acrecentado la incertidumbre en la zona. Las tácticas de China en la región se conoce como “zona gris” y los expertos en defensa la describen como una combinación de provocaciones y comportamientos hostiles que buscan causar efectos estratégicos, pero sin llegar al enfrentamiento bélico directo.

El presidente de Estados Unidos Joe Biden aseguró que Estados Unidos se comprometió a acudir en defensa de Taiwán ante un posible ataque chino, debido a que este último país la sigue considerando parte de su territorio. Estas declaraciones suponen un cambio brusco respecto de la política de ambigüedad estratégica mantenida hasta la fecha, a través de la cual Washington ayudó a Taiwán a construir sus defensas pero sin comprometerse a salir en su respaldo.

Biden comentó que Estados Unidos asumió el compromiso de defender a los aliados de la OTAN en Canadá y Europa, así como en zonas de Asia como Japón, Corea del Sur y Taiwán. Este hecho fue ampliamente agradecido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán.

Como respuesta, China advirtió a Estados Unidos que no envíe ninguna señal equivocada a las fuerzas separatistas de la isla.

La situación actual de la isla

El conflicto comenzó la primera semana de octubre. En apenas cinco días, más de 150 cazas y bombarderos chinos entraron en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán. Esto encendió todas las señales de alarma en la isla. En paralelo, el ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-Cheng, declaró que China será capaz de organizar una invasión a gran escala de la isla para el año 2025 y que las relaciones entre ambos países atraviesan por su peor momento en 40 años.

Por este motivo, el Ministerio de Defensa del país destinó este año el 64% de su presupuesto a los sistemas de defensa, así como a desarrollar misiles supersónicos para poder prepararse ante una amenaza china.

El motivo que alegó el Gobierno de Xi Jinping de las incursiones áreas y los simulacros de asalto es que pretendían ser una advertencia para los partidarios de la independencia de Taiwán. 

El inicio de los problemas entre Taiwán y China viene desde 1949. Ese año se produjo una dura guerra civil entre el Partido Nacionalista Chino y el Comunista de Mao Zedong, que acabó victorioso.

De ese modo, el conflicto acabó con la fundación de la República Popular China con capital en Beijing. Al mismo tiempo, más de un millón de chinos huyeron a Taiwán donde formaron una nación propia que nunca fue aceptada por Pekín. 

En el contexto de Guerra Fría, el gobierno de los Estados Unidos no reconoció por 30 años la legitimidad del gobierno comunista en China continental y siguió apoyando políticamente a Taipei.

Esto cambió en 1978 cuando el presidente estadounidense Jimmy Carter reconoció al gobierno de  Beijing, lo que implicó una ruptura con Taiwán. Sin embargo, las recientes declaraciones de Joe Biden vuelven a situar a EE.UU como aliado de la isla.