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La ley del embudo grafitero

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Agencia Uno / PAUTA
POR Andres Sepúlveda |

El Estado no puede permitir que se penalice con una extensa tramitación burocrática al que quiere borrar una pintada en un edificio protegido mientras el ‘artista’ queda impune.

Una carta al diario El Mercurio ha puesto en evidencia la desigualdad más difícil de erradicar en Chile, que no es la desigualdad de rentas, sino la de trato. La primera es una cuestión de dinero, la segunda es de sentido común, que no abunda. Y la de trato tiene muchas más facetas que la del trato entre particulares, en el que se percibe que se ha ido perdiendo educación y buenos modales con el paso del tiempo. También es importante el trato que el Estado brinda a los ciudadanos que respetan la ley y los que se la saltan.

José Ignacio Aravena, propietario del Red Pub, situado en José Miguel de la Barra con Merced, en el barrio Lastarria, contó que ha sido multado por la municipalidad de Santiago por haber pintado la fachada para borrar los grafitis que desconocidos pintan todas las noches.

La carta mereció una respuesta de la alcaldesa de Santiago, la comunista Irací Hasler, quien dijo simpatizar con la situación del afectado pero, añadió, “siempre es relevante poder hacer todo el cumplimiento normativo”, en relación a que el vecino afectado no habría esperado a conseguir los permisos correspondientes. Al tratarse de una zona típica, Aravena necesita un permiso del Consejo de Monumentos Nacionales para cualquier modificación.

Los que por lo visto tampoco saben que esta es una zona urbana protegida son los pintores de grafitis. Ni los detienen ni reciben castigos más graves por pintarrajear en un barrio monumental. Así, se da la terrible paradoja de que bastan dos minutos para dañar un inmueble histórico y se necesitan dos meses de papeleos y burocracia para limpiar y volver a pintar lo dañado.

Al hilo de esta historia de desigualdades nos enteramos de que los grafitis del Museo de Bellas Artes aun no han sido borrados porque se está procediendo “a una extensa tramitación” para conseguir el permiso para hacerlo. Lo harán en la primera quincena de noviembre.

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