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Los expertos, el nuevo pueblo originario

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POR Andres Sepúlveda |

La rehabilitación del respeto al conocimiento, la sabiduría y las buenas formas es una de las primeras consecuencias del resultado del plebiscito.

El masivo rechazo a la propuesta constitucional de la Convención apadrinada por el Gobierno de Gabriel Boric en el plebiscito del 4 de septiembre pasado ha dejado unos ganadores indiscutibles: los expertos, el único pueblo originario que no tuvo escaños reservados en la Convención, que participaron casi en el papel de mayordomos de los convencionales en la elaboración del borrador y que han brillado por su ausencia en este proceso, silenciados por los reyes de los matinales o los corpóreos constitucionales.

Ahora, los expertos están en boca de todos. Un 37% de los encuestados por Datainfluye prefiere un comité de expertos para redactar la nueva Constitución, una cifra considerable si se estima que para el proceso constituyente la ciudadanía acaba de sancionar con su rechazo apenas se contó con ellos.

Hay que admitir que los expertos llegaron deslegitimados a la primera pata de la cueca constituyente porque básicamente viven en las instituciones y estas resultaron muy castigadas en el hundimiento en la anomia social que sufrió Chile en octubre de 2019.

De la mano del expresidente Ricardo Lagos, están resucitando y empiezan a ser considerados de nuevo. La ley del péndulo existe y en las sociedades se verifica todo el tiempo. Por eso es muy difícil sentenciar la muerte política de alguien, porque el tiempo siempre acaba dando una segunda oportunidad.

Ojalá los expertos puedan dar a luz un borrador con alternativas y un cuerpo constitucional elegido o el propio Congreso en su defecto, pueda elegir entre ellas y presentar a los chilenos una buena Constitución que reciba el refrendo de una amplia mayoría. 

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