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El otro estallido: se triplican las inscripciones de armas de fuego

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Agencia Uno
POR Cristián Rodríguez |

“Mucha gente viene a preguntar por precio y por tipo de pistola. Es gente que no está familiarizada con el tema”, dicen en una armería en el Paseo Bulnes.

La percepción de inseguridad producto de la violencia surgida durante el estallido social ha llevado a un aumento en la compra de armas de fuego en el país durante los últimos meses.

Cada vez que una persona quiere adquirir una pistola, un revólver, un rifle u otra arma similar, debe realizar el proceso de inscripción ante la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), entidad dependiente del Ministerio de Defensa.

De acuerdo con las cifras entregadas por la DGMN a PAUTA, el promedio mensual de pistolas inscritas entre enero y octubre de 2019 fue de 284, cifra que contrasta con las 935 inscritas en noviembre y las 792 de diciembre. Es decir, entre noviembre y diciembre hubo 1.727 inscripciones de esas armas, que en promedio fue tres veces mayor al promedio de los meses previos. Otra forma de ver la incidencia del período justo pos 18-O es que en 61 días fueron inscritas cuatro de cada 10 pistolas de todo 2019.

Una situación similar a nivel de tendencia se observa específicamente con los revólveres. En noviembre (45) y diciembre (50) se inscribieron 95 unidades, 3,4 veces más que el promedio de los meses enero-octubre, cuando se llegó a 28.

Tradicionalmente, la participación de pistolas y revólveres dentro del mercado de armas de fuego es mayoritaria. Sin embargo, la proporción exhibida en los últimos dos meses es muy superior a un período normal.

El nuevo peso de las armas cortas

Entre enero y octubre del año pasado se inscribieron 5.397 armas de fuego. De ellas, el 58% fueron pistolas y revólveres (3.120), mientras que el 42% restante (2.277) fueron rifles, escopetas, fusiles, arcabuces, pistoletas, carabinas u otras. Pero este balance se descuadra al analizar las cifras de noviembre y diciembre: en ambos meses se inscribieron 1.822 pistolas y revólveres, equivalentes al 72%, mientras que el resto de las armas (570) llegó al 28%.

Estas cifras muestran, por lo tanto, que hacie el cierre de 2019 hubo una mayor propensión a las armas de fuego destinadas a defensa en vez de a actividades como la caza o las colecciones.

El interés y las consultas

PAUTA recorrió el Paseo Bulnes, donde se concentran tiendas de venta de armamento en Santiago, y conversó con distintos locatarios. Uno de ellos, quien pidió reserva de su nombre y de la empresa, relató que ha habido también un notorio aumento en las consultas. “Mucha gente viene a preguntar por precio y por tipo de pistola. Es gente que no está familiarizada con el tema, que nunca ha tenido un arma, pero que está inquieta por el aumento de la inseguridad”, comenta el jefe de una tienda. “Sin embargo, muchos de ellos finalmente no compran”.

Durante la visita a las armerías, la que ocurrió este jueves 6 de febrero a la hora de almuerzo, PAUTA visitó cinco locales. En todos ellos había público: al menos tres clientes por tienda. En todos estos locales no venden solo armas de fuego, sino que también equipamiento de caza y pesca deportiva, e incluso ropa outdoor.

Cómo se registra un arma

Desde la DGMN explicaron los pasos formales que tienen que seguir quienes compran un arma de fuego y deciden inscribirla.

Cuando una persona acude a una armería, deja la reserva para su compra. Posteriormente, debe acudir a algunas de las oficinas de la “Autoridad Fiscalizadora”, que es Carabineros, la que tiene a su cargo el proceso administrativo de las armas. Se debe pedir una hora de atención y, una vez obtenida, se da un examen y se debe entregar un certificado siquiátrico que acredite que se está en condiciones de potencialmente manipular el arma que se pretende adquirir.

Si se aprueba el proceso, se le extiende una guía de libre tránsito, la que autoriza el transporte del arma desde la armería hasta el domicilio del dueño. Y ahí se debe mantener descargada en una caja fuerte, con las municiones guardadas en un lugar distinto.

Hasta noviembre del año pasado, había inscritas 828.674 armas de fuego en el país.