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Cómo se gestiona la felicidad laboral

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POR Francisco Ibañez |

Gestionar la felicidad de los trabajadores es cada vez más importante para las empresas. ¿Cómo hacerse cargo de un tema tan subjetivo?

La felicidad es una tendencia hoy en las empresas. Gestionar la felicidad al interior del lugar de trabajo, incluso con la creación de una gerencia para estos efectos, se ha convertido en muchos casos en una necesidad, especialmente en industrias que dependen del talento y la creatividad. Atraer y retener talento, especialmente entre los millennials, no pasa sólo por los sueldos, sino por el ambiente laboral, beneficios, flexibilidad horaria y otros factores.

En PAUTA Bloomberg el consultor de CLA Consulting y profesor de posgrado de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez Ignacio Martín conversó sobre la aproximación de las empresas a este tema, los efectos sobre la atracción y retención de talento y los beneficios que tiene para la empresa y los trabajadores.

“Lo importante es que la felicidad es algo que cada vez va a hacer mucha más falta en las organizaciones, fundamentalmente si estamos buscando un aumento de la productividad, un aumento de la innovación, si queremos retener a los millennials, si queremos ejercer liderazgo […] Son temas justamente que requieren un ambiente de trabajo mucho más agradable, donde la gente esté mucho más satisfecha, donde efectivamente exista la posibilidad de desarrollar todas estas necesidades que enfrentan las organizaciones modernas”, afirma Martín.

“Primero habría que definir un poco el concepto de felicidad. Felicidad al final es una cuestión subjetiva, cada uno de nosotros tiene una opinión distinta”, explica el consultor. “Es un estado en el que uno siente satisfacción por lo que está haciendo, con quién lo está haciendo, cómo lo está haciendo”, complementa. “Uno tiene un disfrute de aquello que realiza y, por lo tanto, a la hora de realizar todas esas tareas, las hace de una manera mucho más positiva, más proactiva, mucho más innovadora, mucho más responsable”. Esto, dice Martín, repercute en una mayor productividad tanto individual como colectiva y en la retención de talento.

Una cosa es ser feliz, sentirte feliz, y otra cosa es reconocerlo, dice Martín. “Nosotros tenemos una cultura en general donde decir que estás feliz en el trabajo está mal visto”, afirma. “Hay una presión cultural de que si dices que estás feliz es que te han engañado […] Al final el trabajo es un castigo”.

No es tanto como que la empresa haga feliz a los empleados, como que la empresa genere un espacio adecuado, donde la gente pueda llegar a sentirse feliz. Pero la felicidad parte de uno, no es algo que una empresa pueda decretar, lo puede facilitar”, opina Martín.

Ignacio Martín cita a Tal Ben-Shahar, profesor de la Universidad de Harvard, para explicar que para ser feliz en el trabajo hacen falta tres factores.

“Uno es que el trabajo que tú hagas sientas que estás aprovechando tus talentos […] Si tú estás haciendo algo que te fluye, que te es natural, muy probablemente va a haber una satisfacción con eso”, menciona.

“El segundo factor tiene que ver con el clima en el que tú trabajas. Lo que haces, con quién lo haces, cómo lo haces. Hay gente que le gustan trabajos muy ordenados, muy analíticos, y son felices haciendo eso Y hay otros que se ponen muy nerviosos, que son felices en un espacio mucho más creativo, más lúdico”, expone.

“La tercera es el sentido de propósito, saber para qué hago esto, que es aquello que moviliza para tener una mirada también de futuro. No sólo es el hedonismo de disfrutar del día a día, es también saber que lo que estoy ejecutando tiene un sentido, va a generar algún tipo de progreso, va a ayudar a algo”, comenta Martín.

“Si una empresa toma conciencia de esos tres ámbitos, los desarrolla, probablemente acabará teniendo dentro de la empresa un grupo de personas que se adecuan a eso y que son felices en ese espacio que ha creado la empresa”, resume Martín.

“Esto de la felicidad es muy importante cuando estamos hablando de que la base de nuestro negocio es el talento, donde las personas efectivamente tienen que generar el valor, y para generar el valor, todo el mundo lo sabe, hay que estar en un ambiente donde tú sientas que lo puedes hacer”, puntualiza Martín. “Si estoy en una industria mucho más mecanizada, mucho más lineal, de cadena de producción, como las tradicionales, probablemente ahí nunca hizo falta este planteamiento porque al final era un recurso humano, y como tal se manejaba”, complementa.

Como ejemplos exitosos de este nuevo enfoque, el consultor menciona en especial a empresas relacionadas con tecnología, como Virgin Mobile. “En general todas las empresas, por así decirlo, de Silicon Valley, tienen un gran énfasis en la cultura, y dentro de la cultura, a felicidad”, detalla, y nombra a Google como el ejemplo más conocido de este nuevo enfoque.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: