Actualidad

Industriales pesqueros acusan destrucción de empleo por la ley corta

Imagen principal
Agencia Uno
POR Francisco Ibañez |

Las pesqueras Landes y Pacific Blu anunciaron 200 y 400 despidos, respectivamente, por la prohibición de extraer jibia industrialmente.

La guerra en la industria pesquera está lejos de terminar. En diciembre de 2018 se aprobó la llamada ley corta, que modificaba la anterior ley de pesca. Los gremios involucrados –pescadores artesanales e industriales– reclamaron no haber sido escuchados. ¿El mayor punto de conflicto? Cuando entre en vigencia la nueva ley, en agosto de este año, la jibia podrá ser extraída sólo por los pescadores artesanales.

Pese a los intentos por lograr una salida a la crisis por parte del Gobierno, a través del subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, el plazo para la entrada en vigencia de la nueva ley se acerca y no hay una solución que deje satisfechos a los involucrados.

El viernes 29 de marzo, el gerente general y el presidente de los sindicatos de Landes, una de las mayores empresas pesqueras del país, se reunieron con el alcalde de Talcahuano para pedir una solución al conflicto que, estiman, significará la pérdida de 200 puestos de trabajo sólo en esta empresa. Pacific Blu, otra de las empresas afectadas por la nueva normativa, anunció el cierre de su planta en la región del Biobío, que dejaría sin su fuente laboral a otras 400 personas.

Andrés Fosk, gerente general de Landes, cuenta que la mayor parte de los 200 trabajadores afectados ya fueron desvinculados de la empresa, y que una parte menor, que trabaja en dos barcos de la compañía, perderá su empleo una vez que la norma esté completamente implementada, en agosto. A estos 200 empleos directos se suman las personas que se desempeñan en pymes que prestan servicios a Landes, plantea Fosk, reparos que ya había planteado en diciembre de 2018.

En conversación con PAUTA Bloomberg, el gerente general de Landes destaca, además del efecto multiplicador de la industria pesquera, la calidad del empleo que se pierde, donde los trabajadores que menos ganan reciben entre $750.000 y $800.000.

Andrés Fosk descarta la posibilidad de reconvertir los barcos para que puedan desempeñarse con las técnicas que la nueva ley establece. “Es un imposible, desgraciadamente”, dice, y cuenta que recorrieron diversos países investigando el tema. “Los ingenieros navales te dicen ‘no, no hay ninguna posibilidad'”, afirma sobre una eventual adaptación de los pesqueros.

Trabajo con artesanales

Fosk destaca el trabajo conjunto entre pescadores artesanales e industriales. “De las 20.000 toneladas de materia prima que procesábamos en el año, 12.000 se las comprábamos al mundo artesanal, no solamente en jibia. Seis de cada 10 kilos de pescado que pesquera Landes procesa son de suministro artesanal”, plantea.

Pese a eso, afirma que es difícil establecer una asociación de este tipo en el caso de la jibia. “El mar no lo permite. Estamos hablando de embarcaciones que, al ser artesanales, miden menos de 12 metros”, apunta, lo que implica que no pueden salir con mal clima o con condiciones de viento. “La flota artesanal pesca cinco días al mes”, dice.

Fosk acusa a los pescadores artesanales de manipular a los parlamentarios para sacar a los industriales del mercado de la jibia. “No tiene ninguna lógica, no ganan nada. De hecho pierden”, afirma.

“Es una historia de éxito el negocio de la jibia, que logró desarrollar todas las plantas en Chile, realmente notable. […] El pescador artesanal que en 2013 o 2014 vendía en $50 el kilo de jibia en la caleta, hoy día lo vende a $650”, asegura.

Vea el video de la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: