Economía

El decaído escenario de fusiones y adquisiciones que proyecta el mercado

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Agencia Uno
POR Francisca Vargas |

El abogado Roberto Guerrero, socio de Guerrero Olivos, explica las razones de la baja actividad prevista. Pero también da luces sobre una potencial recuperación.

El año pasado fue complejo para las operaciones de fusiones y adquisiciones de empresas. La apuesta era 2020. “Todo apuntaba a que se iba a recuperar la actividad y que iba a ser un año bueno para las fusiones y adquisiciones en general”, comenta el abogado y socio del estudio Guerrero Olivos, Roberto Guerrero. Sin embargo, aquello no se cumplió.

Si bien existen algunas operaciones que el abogado califica de interesantes, existe incertidumbre sobre su desenlace. “Muchas de las operaciones incorporan condiciones para poder cerrar (normalmente a favor del comprador), de que no ocurran eventos que puedan hacer cambiar sustantivamente las perspectivas […] En el estado de la situación económica en que nos encontramos, y con unas perspectivas diría bastante confirmadas de recesión durante el año, hacen prever que esas cláusulas que no hemos visto operar puedan ser gatilladas”, detalla Guerrero.

No obstante, en conversación con Pauta Bloomberg, de Radio PAUTA, asegura que el panorama no es completamente negativo, y plantea que podría darse un escenario de recuperación para el sector si en los próximos dos o tres meses la situación comienza a estabilizarse.

“Siempre que hay una crisis importante surgen oportunidades, ya que los que tengan liquidez son los que van a salir beneficiados porque van a poder comprar más barato. Efectivamente creo que van a haber muchas oportunidades de compras y rescates de empresas, se prevé un aumento significativo en las reestructuraciones financieras y en la liquidaciones y eso obviamente va a abrir oportunidades a quienes estén en condiciones de liquidez”, plantea.

Mayores preocupaciones

Una encuesta realizada por la Cámara Nacional de Servicios y Turismo de Chile evidenció lo que ya se percibía del mundo laboral: el 38% de las empresas reconoce haber desvinculado a colaboradores por la crisis que produjo el coronavirus en el país. Este número, sin embargo, podría aumentar.

Las proyecciones revelan que el 16% de los trabajadores de grandes empresas podrían perder su trabajo en el futuro, mientras que en las pymes la situación es aún más preocupante: este porcentaje podría ascender al 24%.

“Los problemas parten inicialmente por lo que dice relación con el cargo y la situación laboral. Para una empresa que debe cerrar o bajar su actividad, la planilla laboral de trabajadores representa uno de los mayores costos, y por lo tanto ahí empieza el primer problema. Se han dictado varias leyes que permiten flexibilidades mientras dure la pandemia y eso ha sido una preocupación constante en las últimas semanas”, opina Guerrero.

El abogado señala que otro de los aspectos que preocupa hoy a las compañías es el de los costos inmobiliarios: “La gran mayoría de las empresas arrienda sus instalaciones donde funciona y me refiero a empresas productoras de bienes y servicios. Si esas instalaciones no se pueden ocupar y con ellas no se puede producir la renta que permite el pago a sus propios acreedores, pone a la empresa en una situación de fragilidad financiera”.

Escuche la entrevista con Roberto Guerrero en PAUTA Bloomberg