Economía

Presidente de la CChC: la planificación urbana debe hacerse hasta “los próximos 50 años”

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Agencia Uno
POR Ana María |

Patricio Donoso aborda la crisis de la vivienda en Chile y señala que en cualquier obra es clave la relación con la comunidad.

Las cifras del acceso a la vivienda se han impuesto en la agenda reciente porque alertaron sobre problemas. Incluso se habla de crisis de acceso. Buena parte de esa conversación pública surgió tras la publicación del primer Índice de Acceso a la Vivienda, de la Cámara Chilena de la Construcción, el miércoles 28 de agosto.

Patricio Donoso, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), dice en Voces de la Gran Ciudad, de PAUTA, cómo la vivienda se ha transformado en “un bien inalcanzable”. La CChC es el propietario de PAUTA a través de Voz Cámara SpA.

Una eventual crisis social

Donoso explica que esta crisis tiene muchos factores. De hecho, desde comienzos de este año que su gremio ha advertido no solo que comprar un inmueble se ha vuelto incalcanzable, sino que también esta situación podría provocar una crisis social.

“Por la repercusión que ha tenido esta noticia, este es un tema importante y de interés para muchas personas. El 90% de los chilenos vivimos en ciudades y zonas urbanas consolidadas. Ahora, esto hay que entenderlo como uno de los desafíos, porque Chile va caminando hacia el desarrollo y este implica algunos desafíos importantes”, señala.

Sobre el punto, Donoso dice que uno de estos desafíos son las ciudades, pues “hay mayor presión y demanda por los habitantes de este país por vivir en ellas, porque son un punto de encuentro, de interacción, de generación de ideas, proyectos, empleos, entretención y cultura”.

Si bien la migración hacia la ciudad no es algo nuevo, indica que sí lo es el “vivir la ciudad y también cómo nos desenvolvemos dentro de ella. Por ejemplo, entre los últimos dos censos cambió la composición de personas por hogar, de 4,4 o 4,3 a tres personas por hogar. Eso implica que hay una demanda de más de un 25% de más ciudad en forma automática. Y eso se suma al crecimiento natural que ha tenido la ciudad por la demanda propia y espontánea, y así podríamos enumerar más factores”.

La evolución de los precios

Respecto de cómo han ido evolucionando los precios, explica que esto se relaciona mucho con el cambio en la demanda, y por lo tanto también en la oferta. “Hasta hace 10 años era mayor la proporción de viviendas que departamentos y eso se ha invertido. Y es precisamente porque nuestra planificación urbana no se ha modificado, básicamente mantenemos el mismo perímetro en la mayoría de los casos de radio urbano. Por lo tanto, el espacio que queda para crecer es en altura y esos son departamentos”.

Donoso agrega que “creemos que eso implica que también la relación con el suelo y dónde uno pueda desarrollar es más compleja en altura que en extensión. También se relaciona con la cantidad de congelamientos o prohibiciones que han tenido las distintas zonas urbanas. Por lo tanto, hay una relación con cómo se administra el suelo normado”.

Al respecto, explica que suelo en ciudad no es solo verlo físicamente, sino que poder desarrollar un proyecto y que exista un espacio debidamente determinado y regulado para poder realizar un desarrollo que se defina según la altura, las densidades y otro tipo de condiciones.

Respecto de qué soluciones pueden existir para mejorar el acceso a la vivienda, Donoso comenta que hay un conjunto de medidas que hay que abordar. “Los problemas de las ciudades son de todos. Se lo escuché a Sebastián Bowen en PAUTA en el sentido de que de las victorias y los fracasos tenemos que hacernos todos responsables. Y en la ciudad somos distintos actores los que participamos en la construcción y desarrollo. Por lo pronto, en el ámbito de la disponibilidad de suelo, en la medida que existan más posibilidades de realizar los desarrollos, hay una menor escasez del recurso, por lo que debería tender a controlar el valor del suelo normado”, dice. Y añade: “Las buenas prácticas dicen que la planificación de las ciudades tienen que proyectar el desarrollo por los próximos 30, 40 y hasta 50 años y crear los espacios hacia el futuro”.

Respecto de cómo se logra esto, considerando factores que no habían sido contemplados, como la inmigración, explica que las planificaciones son dinámicas. “No solamente se planifican 30 años, sino que cada cierto tiempo hay que estar revisándolas en función de los distintos factores que se van asumiendo o activando ¿Y cuál es la realidad en Chile? Que un tercio de las comunas no tiene ningún sistema de planificación territorial propio y las que tienen, en antigüedad son de unos 20 años desde que fueron promulgadas. Es decir, tenemos un déficit de mirada de unos 50 años”, afirma.

Donoso recuerda que la planificación en Chile es una zonificación de distintos tipos de constructibiliidad, “pero en ningún caso se hace cargo de la proyección ni del futuro crecimiento”.

El pesidente de la CChC señala que hoy el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está desarrollando medidas para aprovechar la infraestructura pública (como las nuevas líneas de metro). Detalla que se trata de medidas de bastante consenso pero, dice, en el caso de la planificación de Santiago esta va a cumplir 25 años y en su origen fue hecha sin considerar las líneas de metro existentes ni menos las futuras. “Entonces, ahí hay ciertos déficits de mirada y no hay una planificación integrada”, apunta.

Donoso explica que las planificaciones integradas no solo se hacen pensando en la cantidad de personas que se van a sumar a las ciudades a futuro, sino que también pensando en “movilidad, emisión de gases, efecto invernadero. Es decir, de muchos factores respecto de cómo la ciudad se hace cargo de los distintos atributos. Y aquí es donde tenemos un gran déficit como país, el tener una planificación urbana que esté a la altura de los desafíos”.

La relación con los vecinos

“Quienes hacemos un tipo de desarrollo en las ciudades”, señala Donoso, “ya sea en el ámbito privado o púbico, hemos aprendido que la opinión de quienes de alguna manera se vean afectados, sea considerada. Y hacernos cargo de que el edificio o cualquier proyecto vaya a tener una relación con su entorno”.

Añade que, por tanto, un nuevo proyecto debe ser debidamente comunicado y también recoger observaciones y comentarios “en relación al proceso de construcción, porque esa es una de las cosas que muchas veces perturba más a los vecinos. La construcción de ciudades no solo depende de un actor o una norma, sino que de un conjunto de factores. Y todos tenemos que aprender a desarrollar un óptimo para todas las partes. Pero también tenemos que entender que las ciudades no son estáticas, sino dinámicas, se tienen que desarrollar, tienen que crecer. Y en ese sentido, tenemos que dar una solución a ese crecimiento y si no, se va a generar una escasez de tal manera que se va a ver reflejada en los precios”.

Vea la entrevista completa en Voces de la Gran Ciudad: