Economía

“La tarea del emprendedor es crear las condiciones para que algo bueno pueda pasar”

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POR Eduardo Olivares |

El investigador Tarun Khanna, de la Escuela de Negocios de Harvard, dice que Chile se destaca por su marco social de confianza. Sin embargo, cuestiona su bajo nivel de digitalización.

En el estudio del emprendimiento en los países en desarrollo, el nombre de Tarun Khanna es una eminencia. Conocido, respetado y divulgado. Profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, el académico de origen indio ha desarrollado una extensa investigación sobre los factores que impulsan los negocios en sociedades donde es más difícil contar con instituciones y redes que permitan la “destrucción creativa”.

Khanna acaba de publicar en 2018 el libro Confianza. Construyendo las bases para el emprendimiento en países en vías de desarrollo. En cuatro capítulos concisos, este investigador (y también emprendedor) despliega ideas sobre la relevancia de establecer redes y de generar asociatividad para impulsar negocios. Se trata así, elabora Khanna, de dibujar una ruta de la confianza que permita generar las condiciones para que el propio emprendedor pueda crear. Debe hacerlo él o ella, pues en contextos difíciles, como suele suceder en las economías menos desarrolladas, no hay necesariamente instituciones que les despejen el camino antes.

Esta Entrevista en Pauta se realizó en el Auditorio de la Cámara Chilena de la Construcción, durante la actividad de presentación del libro Confianza organizada por la Corporación Empresa y Sociedad (CES).

Reacción y sobrerreacción

Las propuestas para crear redes de confianza que impulsen los negocios de los emprendedores parecen retrotraer el debate a la mejor parte de los años 90, cuando los valores de la libertad democrática y la globalización parecían imparables. 

Tamur Khanna sostiene que estos movimientos pendulares en las preferencias políticas corresponden a ciclos. En algunos casos, cuando determinados fenómenos adquieren mayor relevancia, las personas sobrerreaccionan y eventualmente se generan inestabilidades como las que él menciona en Venezuela, Argentina y Brasil. 

Por ello la labor del emprendedor es desafiante. Si en países desarrollados cuenta en general con un sistema que le permite dedicarse a crear, en las economías en desarrollo debe hacer algo más: “La tarea del emprendedor es crear las condiciones, es crear las circunstancias para que algo bueno pueda pasar”.

Los emprendedores y las políticas públicas

Para emprender hay que contar con algo que puede calificarse como “seguridad sicológica”. Se trata de un abrigo de protección que las personas requieren en muchas ocasiones para innovar, aunque siempre habrá quienes incluso con esas trabas puedan crear negocios.

“Cuando trabajo con algunos estudiantes, la primera cosa que aprendo a preguntar es acerca de si quieren hacer eso realmente, porque será una montaña rusa por tres, cuatro, cinco años”, dice Khanna. “Esto no es para todos. No es para todos”, subraya. Para los otros siempre “es probable que tengan buenas carreras, seguras, lucrativa”.

También es necesaria la otra seguridad, la puramente física.

En Confianza, Khanna comenta que en ciertos sectores de Johannesburgo, en Sudáfrica, es tal el nivel de inseguridad que los barrotes de las rejas de protección de un complejo deben estar muy bien enterrados para evitar que intrusos ingresen por túneles, o que incluso comprar comida rápida puede volverse un ejercicio de alto costo por las medidas de seguridad de cada establecimiento. En esos lugares, por lo tanto, el emprendedor debe sortear más vallas para realizar sus innovaciones, aunque siempre habrá quienes consigan hacerlo.

“Incluso en ese entorno usted podría encontrar al tipo de persona que toma riesgos naturalmente. Para esa persona mi mensaje sería que tiene que crear conscientemente las condiciones para crear”, comenta. En ese camino, el emprendedor adquiere sentido de cómo forjar políticas públicas, precisamente porque con esas herramientas puede crear las condiciones para viabilizar sus ideas innovadoras.

 

Chile: buen nivel de confianza, baja digitalización

“Lo que me sorprende más acerca de Chile es que tienen un marco de confianza social importante para tener instituciones que apoyan la economía tan bien comparado con cualquier otra economía en desarrollo que conozco”, evalúa el experto.

“Toda la dinámica de [SalvadorAllende, [Augusto] Pinochet, Chicago Boys tiene que ver, pero lo bueno es que cuando uno cambia de[Sebastián] Piñera a [Michelle] Bachelet, y de vuelta Piñera y Bachelet, las bases no se alteran. Para mí eso demuestra que hay un nivel de confianza en la sociedad y en las instituciones que es muy bueno”, agrega.

Pero hay cuestiones llamativas en su experiencia chilena.

Ante un país de ingreso per cápita superior a US$ 20 mil, como el caso de Chile, le resulta “intrigante” la paradoja sobre su velocidad digital. “Es interesante ver que tienen bolsillos de la economía tan poco digitalizados. Ante mis ojos, y mis ojos están muy influidos por Asia, ustedes están lentos. Están lentos. Incluso en lugares donde sí están digitalizados, están lentos. Y si funciona es porque su entorno en América Latina está mucho más atrasado. Los chilenos deberían hacer un punto de referencia con los mejores del mundo para poder duplicar y triplicar la productividad”, opina Khanna.

 

Los emprendedores chilenos

A juicio del especialista, no existen diferencias relevantes entre los emprendedores que trabajan en Chile con aquellos que están en otros centros relevantes del mundo. 

“Las circunstancias son distintas. En lugares donde hay una inestabilidad macro, donde hay corrupción, hay que pensar en forma distinta. Las limitantes son distintas, pero la materia prima no”, dice.

El investigador comenta que los niveles de confianza pública en las instituciones, incluidas las empresas, están bajos en todo el mundo. Para solucionar esa desconfianza hay que volver sobre los principios del emprendimiento, que apunta a conseguir el bienestar social así como el individual.

En ese espíritu, el comportamiento adecuado de los emprendedores es de alta relevancia. Es un imperativo moral, precisa, actuar bien y poder enorgullecerse de esa conducta. “Me gustaría poder sentarme a la mesa con mis hijos, que son adolescentes, y decir que hice algo que fue bueno para otra gente. Sería bueno poder mirar a mis hijos a los ojos y decirlo. Es un imperativo moral. La ética diaria es acerca de eso”.

Revise la entrevista completa, con otras opiniones de Tarun Khanna, a continuación: