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Los discursos de aceptación del Nobel de Literatura más memorables

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Svetlana Alexievich. Créditos: Fundación Nobel
POR Fernanda Valiente |

PAUTA confecciona una lista de aquellos discursos que realzaron el poder de la palabra para reivindicar al ser humano.

Distintos tonos han adoptado los discursos de recepción en torno al Premio Nobel de Literatura que ocurre anualmente en Estocolmo, Suecia, desde 1901.

El primer ganador fue el poeta francés Sully Prudhomme. PAUTA sondeó entre los siguientes galardonados y confeccionó una lista de 10 discursos de agradecimiento. 

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Knut Hamsun (1920)

El autor noruego que rescató a la literatura de un extremo naturalismo, y que rechazó la cultura moderna anglosajona presentó una oda a los autores que lo inspiraron. Porque un escritor no es nadie sin sus antecesores.

“Un distinguido orador dijo esta noche que tengo mi propia forma de escribir, y tal vez pueda afirmar esto y nada más. Sin embargo, he aprendido algo de todos y ¿qué hombre hay que no haya aprendido un poco de todos? He tenido mucho que aprender de la poesía sueca y, más especialmente, de sus letras de la última generación. Si estuviera más familiarizado con la literatura y sus grandes nombres, podría seguir citándolos ad infinitum y reconocer mi deuda por el mérito que has sido lo suficientemente generoso para encontrar en mi trabajo. Sin embargo, viniendo de una persona como yo, esto sería un simple efecto de sonido superficial, sin una sola nota de bajo que los respalde. Ya no soy lo suficientemente joven para esto; No tengo la fuerza”.

– Extracto del discurso de aceptación de Knut Hamsun

Gabriela Mistral (1945)

La poeta chilena trazó en su lírica una ruptura entre el dolor y la esperanza, y en su discurso apeló a características universales. La academia la consagró “por una poesía lírica inspirada en poderosas emociones y por haber hecho de su nombre un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano”.

“Por una venturanza que me sobrepasa, soy en este momento la voz directa de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa. Ambas se alegran de haber sido invitadas al convivio de la vida nórdica, toda ella asistida por su folklore y su poesía milenarias. Dios guarde intacta a la Nación ejemplar su herencia y sus creaciones, su hazaña de conservar los imponderables del pasado y de cruzar el presente con la confianza de las razas marítimas, vencedoras de todo”.

– Extracto del discurso de aceptación de Gabriela Mistral

T.S. Eliot (1948)

El poeta, dramaturgo y crítico inglés, conocido por el acercamiento religioso que plasmó su poesía, y que destacó la experiencia estética en la vida cotidiana vislumbró la relevante labor que posee el mundo poético para comprender a otros países.

“Disfrutar de la poesía perteneciente a otro idioma es disfrutar de una comprensión de las personas a las que pertenece esa lengua, una comprensión que no podemos obtener de otra manera. Podemos pensar también en la historia de la poesía en Europa y en la gran influencia que la poesía de una lengua puede ejercer sobre otra; debemos recordar la inmensa deuda de todo poeta considerable con poetas de otras lenguas distintas del suyo; podemos reflexionar que la poesía de cada país y de cada idioma decaería y perecería si no se alimentara de la poesía en lenguas extranjeras. Cuando un poeta habla a su propia gente, también hablan las voces de todos los poetas de otras lenguas que le han influido […]”.

– Extracto del discurso de aceptación de T.S. Eliot

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Ernest Hemingway (1954)

El narrador estadounidense, destacado por su dramatismo y sus toques depresivos, y que participó en la Primera Guerra Mundial, aceptó el premio con humildad.

“Escribir, en el mejor de los casos, es una vida solitaria. Las organizaciones para escritores palian la soledad del escritor, pero dudo que mejoren su escritura. Crece en estatura pública a medida que se deshace de su soledad y, a menudo, su trabajo se deteriora. Porque él hace su trabajo solo y si es un buen escritor debe enfrentar la eternidad, o la falta de ella, todos los días”.

– Extracto del discurso de aceptación de Ernest Hemingway

Albert Camus (1957)

El novelista y dramaturgo francés, uno de los grandes existencialistas e integrante de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, defendió el rol social del arte. 

“Por mi parte, no puedo vivir sin mi arte. Pero nunca lo he puesto por encima de todo. Si, por el contrario, lo necesito es porque no se puede separar de mis semejantes y me permite vivir, como soy, a un nivel con ellos. Es un medio para conmover al mayor número de personas ofreciéndoles un cuadro privilegiado de alegrías y sufrimientos comunes. Obliga al artista a no apartarse; lo somete a la verdad más humilde y universal. Y a menudo quien ha elegido el destino del artista porque se sentía diferente pronto se da cuenta de que no puede mantener ni su arte ni su diferencia a menos que admita que es como los demás. El artista se forja para los demás, a medio camino entre la belleza de la que no puede prescindir y la comunidad de la que no puede separarse. Por eso los verdaderos artistas no desprecian nada: están obligados a comprender más que a juzgar. Y si tienen que tomar partido en este mundo, quizás sólo puedan ponerse del lado de esa sociedad en la que, según las grandes palabras de Nietzsche, no gobernará el juez, sino el creador, sea trabajador o intelectual”.

– Extracto del discuso de aceptación de Albert Camus 

John Steinbeck (1962)

Autor de best-sellers como Las uvas de la ira (1939), De ratones y hombres (1937) y Al este del paraíso (1952), John Steinbeck resonó con las profundas crisis sociales y económicas de los Estados Unidos que estaba en camino a forzosa modernización. Con un mensaje vigoroso y extenso, reflejó la importancia de la fe en el ser humano.

“En la guerra interminable contra la debilidad y la desesperación, estas son las banderas brillantes de la esperanza y la emulación. Sostengo que un escritor que no cree apasionadamente en la perfectibilidad del hombre no tiene dedicación ni pertenencia a la literatura. El miedo universal actual ha sido el resultado de un avance en nuestro conocimiento y manipulación de ciertos factores peligrosos en el mundo físico”.

– Extracto del discurso de aceptación de John Steinbeck

Pablo Neruda (1971)

El poeta volcánico chileno atravesó por la lírica expansiva y explosiva, pero también se metió en los vericuetos más dubitativos del alma humana. Sus versos resuenan e influyen en toda generación, sin fin.

“De todo ello, amigos, surge una enseñanza que el poeta debe aprender de los demás hombres. No hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo que somos. Y es preciso atravesar la soledad y la aspereza, la incomunicación y el silencio para llegar al recinto mágico en que podemos danzar torpemente o cantar con melancolía; mas en esa danza o en esa canción están consumados los más antiguos ritos de la conciencia: de la conciencia de ser hombres y de creer en su destino común”.

– Extracto del discurso de aceptación de Pablo Neruda

Gabriel García Márquez (1982)

El mágico fabulador colombiano esperó el Nobel por años y en sus agradecimientos vertió poesía, política y pasión.

No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.

– Extracto del discurso de aceptación de Gabriel García Márquez

William Golding (1983)

El autor y ensayista británico que explora las revelaciones más oscuras del ser humano, encarnado en la era moderna, que reivindicó la necesidad de que la necesidad de los individuos de oírse entre ellos dado a veces los líderes son incapaces de hacerlo. 

“Entonces permítanme usar lo que supongo es mi último minuto de atención mundial para hablar no como uno de una nación sino como uno de la humanidad. Lo uso para llegar a todos los hombres y mujeres de poder. Regresa. Da un paso atrás ahora. El acuerdo entre ustedes no necesita astucia, elaboración, maniobras. Necesita sentido común y, sobre todo, una generosidad atrevida. ¡Da, da, da!”.

– Extracto del discurso de aceptación de William Golding 

Octavio Paz (1990)

El escritor mexicano se refirió a una falta de sentimiento de hermandad, el cual debe ser recuperado. 

“Al finalizar el siglo hemos descubierto que somos parte de un inmenso sistema – conjunto de sistemas – que va de las plantas y los animales a las células, las moléculas, los átomos y las estrellas. Somos un eslabón de “la cadena del ser”, como llamaban los antiguos filósofos al universo”.

– Extracto del discurso de aceptación de Octavio Paz

Mario Vargas Llosa (2010)

El escritor peruano, innovador en la técnica expresiva, en el uso de los tiempos y exponente del realismo, se apegó a la forma cuentista para relatar su acercamiento a la esfera literaria. Una esfera donde la ficción y la realidad colindan. 

“Para su total desconcierto, mi personaje empezó entonces a vivir en la vida real una de esas historias que hasta entonces solo había encontrado en el ámbito irreal e ideal de la literatura. De repente se sintió como el pobre que debió sentirse cuando se confundió con el príncipe en El príncipe y el pobre de Mark Twain. Sigue ahí, bastante sobresaltado, sin saber si está soñando o despierto del todo, si lo que está pasando es real o mentira, si lo que está pasando es vida o literatura, porque la frontera que los separa parece haberse desvanecido por completo”.

– Extracto del discurso de aceptación de Mario Vargas Llosa

Svetlana Aleksiévich (2015)

La periodista y escritora bielorrusa cuestionó los horrores de las guerras, y les dedicó el premio a todas las personas exterminadas y perseguidas por la violencia. 

“¿Qué puede lograr el arte? El propósito del arte es acumular lo humano dentro del ser humano. Pero cuando estuve en Afganistán durante la guerra soviética, y recientemente, hablando con refugiados de Donbass en Ucrania, escuché lo rápido que el hombre se deshace de la cultura y surge un monstruo. La bestia se revela. Sin embargo, escribo … sigo escribiendo … escribo como me enseñaron mis maestros, los escritores bielorrusos Ales Adamovich y Vasil Bykov, a quienes recuerdo hoy con gratitud … Escribo como mi abuela ucraniana me enseñó en la infancia cuando me recitó poemas del libro Kobzar (El bardo) de Taras Shevchenko. ¿Por qué escribo? Me han llamado escritor de catástrofes, pero eso no es cierto. Siempre busco palabras de amor. El odio no nos salvará. Unico amor. Y tengo esperanza …”.

– Extracto del discurso de aceptación de Svetlana Aleksiévich

Bob Dylan (2016)

Incrédulo, el músico estadounidense no asistió al banquete en Suecia, donde se entrega de forma presencial el discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura. Su elección a la vez gatilló un debate en torno a cuáles son los parámetros para el premio. Su discurso fue leído por la embajadora estadounidense en Suecia, Azita Raji.

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“Bueno, he estado haciendo lo que me propuse hacer durante mucho tiempo, ahora. Hice docenas de discos y toqué miles de conciertos en todo el mundo. Pero son mis canciones las que están en el centro vital de casi todo lo que hago. Parecían haber encontrado un lugar en la vida de muchas personas a través de muchas culturas diferentes y estoy agradecido por eso. Pero hay una cosa que debo decir. Como intérprete, he tocado para 50.000 personas y he tocado para 50 personas y puedo decirles que es más difícil tocar para 50 personas. 50.000 personas tienen una personalidad singular, no así con 50. Cada persona tiene una identidad individual, separada, un mundo en sí misma. Pueden percibir las cosas con mayor claridad. Se prueba su honestidad y cómo se relaciona con la profundidad de su talento. No se me escapa el hecho de que el comité del Nobel sea tan pequeño”.

– Extracto del discurso de aceptación de Bob Dylan

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Revise, además, una edición de Desde el Jardín, con Cristián Warnken, sobre discursos memorables en la recepción del Nobel.