Entretención

El arte, el poder y la política de Luciano Cruz-Coke

Imagen principal
PAUTA
POR Fernanda Valiente |

El actor recuerda que desde pequeño estuvo rodeado de una fuerte influencia cultural europea. Y el poder ilustrado por Shakespeare está entre sus aficiones.

Hijo del dirigente de Avanzada Nacional Carlos Cruz-Coke Ossa y de Lucía Carvallo Arriagada, Luciano Cruz-Coke Arriagada pasó por las carreras de derecho y arquitectura antes de llegar a la actuación. Luego de licenciarse en cine documental en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, obtuvo un diplomado en dramaturgia y un magíster en comunicación política

En 1995 debutó en la televisión con la teleserie Amor a domicilio. En 2000 se unió al actor Felipe Braun para fundar Lastarria 90, un proyecto que permitió que directores de cine mostraran sus creaciones de forma gratuita. Más tarde entraría en política, su segunda vocación. Durante el primer gobierno de Sebastián Piñera fue ministro de Cultura. Está casado con Javiera García-Huidobro, hija de Isabel Aninat, una de las galeristas más importantes de Chile.

Luciano Cruz-Coke (49) es rockero. Escucha rock de los setenta: Led Zeppelin, The Who y Kiss están en su lista musical prioritaria. “Todo lo que tenga que ver con grandes guitarristas me gusta mucho”, cuenta en Desde El Jardín. Escucha atento “Dancing Days”, la canción de la banda con la voz de Robert Plant.

-¿Qué te pasa cuando escuchas esa música?-pregunta Cristián Warnken.

“Pienso en mi juventud, en mis primeros pasos tocando guitarra que significó mucho para mí. Era muy desconcentrado, un niño ritalín, y probablemente ese instrumento me dio método, me dio sentido”, dice.

Arte y poder 

Al igual como las obras del escritor inglés William Shakespeare poseen un trasfondo político, Cruz-Coke declara su atracción por el poder. Señala que se ha representado de manera fiel en el teatro con dramaturgos como Jean-Baptiste Molière y Arthur Miller.

El diputado creció rodeado de una influencia cultural europea fuerte. Hijo de una mujer muy conservadora, su madre no reaccionó de forma tan positiva cuando ingresó al mundo del teatro. Sin embargo, su padre -quien era aficionado a la ópera- le demostró todo el apoyo del mundo.

Respecto del vínculo entre el poder y las artes, Cruz-Coke admite que se preocupó cuando le llegó la noticia de que el BancoEstado recortaría $200 millones que se usaban para apoyar el cine chileno. A pesar de que la entidad financiera no dio una explicación por esta redistribución monetaria, el diputado rescata la importancia del aporte de la institución para el desarrollo cinematográfico en Chile.

Vea el programa con Luciano Cruz-Coke