La respuesta de la sicología y la siquiatría para la contención emocional en el encierro

La sicóloga Anneliese Dörr y el siquiatra Marco Antonio de la Parra hablan con Cristián Warnken sobre la hiperconexión virtual.

Más tiempo para practicar yoga o la introspección, o simplemente para leer, es uno de los aspectos positivos que ha dejado la pandemia. Pero estos espacios de reflexión no hacen menos complejos los procesos de asimilación de la pérdida de seres queridos o de gente conocida. E incluso la pura sensación de encierro y ausencia de sentido.

La directora del Departamento de Siquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Anneliese Dörr, y el siquiatra, dramaturgo y académico de la Universidad Finis Terrae, Marco Antonio de la Parra, conversaron con Cristián Warnken en PAUTA acerca del impacto sicológico de la crisis, como parte del ciclo Diálogos de Invierno.

El apoyo al equipo de salud

“Nosotros tenemos la necesidad de darle el soporte a los de la primera línea, para que la sociedad no se derrumbe”, sostiene Dörr.

En el plano hogareño, unos de los grupos más afectados de acuerdo con su visión, son los adolescentes que viven en un ambiente de extrema tecnologización. “Esto impone un gran límite para los recursos de socialización, que hoy está en gran parte llevada por la pantalla”, dice la sicóloga.

Por ende, de la Parra cree que un malestar que experimentará un aumento entre la población será sin duda el estrés postraumático. “Esto da oportunidades, porque permite la detención del tiempo. Pero, al mismo tiempo, va acompañado de la amenaza de que alguien puede morir, cercano, lejano, o uno mismo”, agrega.

Todo esto tiene que ver con el manejo de la emoción, asegura el siquiatra. “La presencialidad empieza a ser la palabra […] Que el diálogo pueda contener al paciente. Y acá lo que más funciona en la virtualidad es escuchar. La videollamada se ha convertido en una herramienta positiva. Y también en un género. El teatro por Zoom empieza a ser una realidad que cada vez se organiza más. Que genera un cruce con el cine a través del cuerpo y la experiencia digital”, explica.

Los recursos a la mano

Reencontrarse con patrones positivos de infancia o una mayor interacción familiar también puede ayudar. “Creo que las crisis son una oportunidad para enfrentarnos a algo nuevo y a nuestras capacidades”, sostiene Dörr.

Sin embargo, la reacción depende de las primeras interacciones del individuo. Aquellos con un mundo interior más desarrollado tendrán una mayor facilidad. “Los recursos que uno tenga depende de la seguridad que se transmitió durante los primeros años de vida. Ligados al cariño y a la protección”, añade la sicóloga.

En este caso la cultura adopta conductas que se asemejan a los obsesivos compulsivos y a la negación producto de la angustia. Por lo mismo, de la Parra señala que aspectos importantes de la contención son la generosidad y la creatividad. “Frente a la ansiedad hay una necesidad de pensar en alternativas creativas para una mayor resiliencia en la sociedad”, afirma. 

Vea la conversación de Anneliese Dörr y Marco Antonio de la Parra con Cristián Warnken en el ciclo “Diálogos de Invierno”