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Tres propuestas de Lagos para una “Constitución de la confianza”: escucha, mestizaje (pacto) y dignidad

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Agencia Uno
POR Matias Bobadilla |

“Si estas nuevas generaciones tienen ideas tan disímiles unas de otras, la verdad se va a encontrar en el consenso”, dice el expresidente.

La escucha activa de la ciudadanía frente al encierro en la torre de marfil de la Convención, el mestizaje y el pacto ante el encastillamiento en posiciones prístinas y la convicción de que una futura Constitución debe garantizar que “todos tenemos que ser iguales en dignidad”, son tres de las ideas centrales que el expresidente Ricardo Lagos comenta en PAUTA durante la presentación del proyecto “La Constitución de la Confianza“, que promueven la Fundación Democracia y Desarrollo, que él dirige, y la Cámara Chilena de la Construcción.

“La Constitución de la Confianza” aprovecha la experiencia de dos plataformas ciudadanas –#TuConstitución y #NuestraConstitución– impulsadas por Lagos entre marzo de 2015 y enero de 2017 para canalizar las aspiraciones de los chilenos en torno a una nueva Constitución.

Estas tres ideas centrales de Lagos están muy entrelazadas. La escucha activa formó parte de su metodología de trabajo, con la aplicación de las nuevas tecnologías de la información para amplificar la capacidad de expresar y procesar las demandas ciudadanas. El proyecto inicial fue capaz de condensar en 590 ideas las propuestas de los chilenos. Estos insumos ya han sido remitidos a la Convención Constitucional.

Para Lagos, “lo más importante es establecer los mecanismos para que aquellos que tienen poder legislativo, judicial, presidencial, aprendan a escuchar. Creo que la inmediatez de la revolución digital obliga a escuchar mucho más que antes, porque tenemos los mecanismos para ello. Ese es el tema de la “Constitución de la Confianza”: cómo se generan mecanismos para que ahora, mientras se está discutiendo, se alcancen los acuerdos; porque la ciudadanía lo que espera es que lleguen acuerdos”. 

“Yo creo que el primer elemento que tienen que tener los convencionales es aprender a escuchar lo que por los distintos medios la ciudadanía les está diciendo a los convencionales”, agrega: “Lo que la ciudadanía está buscando, me parece, es la necesidad de confluir hacia grandes acuerdos. A entender que mi verdad termina donde comienza la suya. Lo que la ciudadanía espera es que estos 155 convencionales alcancen consensos lo suficientemente amplios y de ahí el famoso de los 2/3 que afortunadamente se aprobó. En ese sentido, hay que aprender que la posibilidad de encontrar acuerdos es lo que va a hacer superar la desconfianza a la ciudadanía”.

La duración del mandato presidencial

Ligado a la metodología surgió el asunto de si la Convención debe estar adaptando sus debates a la contingencia nacional, como se ha desprendido de las declaraciones de Jaime Bassa, vicepresidente del órgano, que señaló que la discusión sobre el estatuto del Presidente de la República no se desarrollará antes de la elección presidencial del 21 de noviembre. Lagos es claro al respecto: “Creo que es de la esencia de los constituyentes que no estén mirando el acontecer cotidiano; eso le corresponde al Parlamento actual. Ellos tienen que hacer algo muy concreto: redactar una constitución para el futuro”.

El expresidente considera que el paso de un régimen constitucional al otro se puede fijar en un articulado transitorio, de corte técnico: “No sería elegante que aquellas autoridades recién elegidas, lo primero que hacen es terminarles el mandato. Sería absurdo, todos tienen legitimidad”.

Los acuerdos, las escuchas, los pactos

El segundo aspecto -los acuerdos- está íntimamente relacionado con la escucha. En ese sentido, el expresidente opina que los plebiscitos dirimentes no son una buena fórmula metodológica porque suponen el reconocimiento por parte de los convencionales de que han fracasado en llegar a acuerdos. A Lagos no le parece adecuado lo que están planteando, pero le parece correcto que la Convención Constitucional le pida al actual Legislativo que lo considere mediante una reforma constitucional.

Los plebiscitos dirimentes significarían el fracaso de los convencionales, porque no se pusieron de acuerdo. Esa es la primera observación. La segunda, sin embargo, que estos convencionales son rápidos: lo que ahora dijeron es ‘nos gustan los plebiscitos dirimentes; pero claro, estamos conscientes de que para ello es necesario hacer una reforma constitucional’. O sea, lo que ellos están haciendo es pedir que hagan una reforma constitucional para los plebiscitos dirimentes, porque se quieren poner en el caso de que no puedan llegar a acuerdo. No me parece muy adecuado lo que están planteando”, manifiesta.

“En todo caso -prosigue-, siento que la solución es adecuada porque se ha respetado que esta asamblea constituyente tiene límites, y esos límites, en este caso, no está consultado el plebiscito dirimente. Y por lo tanto, si se quiere hacer, tendría que autorizarlo el Congreso actualmente elegido”.

Sin embargo, para el expresidente la escucha y el diálogo se tienen que transformar en pactos, en la creación de consensos visibles por parte de la ciudadanía. En una conversación reciente, uno de los “padres” de la Constitución española de 1978, el socialista Alfonso Guerra, señala que el diálogo es importante, pero más aún lo son los pactos, las concesiones. Lagos está plenamente de acuerdo. 

“Yo creo que es indispensable”, dice. “Si cada uno de nosotros cree que es dueño de la verdad, no vamos a poder llegar a un acuerdo. Por eso le dije: mi verdad termina donde comienza la suya y ambos somos interlocutores legítimos en esto, porque ambos somos ‘convencionales’, por así decir. En este caso, yo creo que es tan importante que la ciudadanía vea que se logran los consensos que se están buscando por parte de la ciudadanía. A ratos hay que entender que mi ideología tiene que ceder paso a la ideología de otros. Tenemos que ser capaces de entender que tenemos que respetarnos mutuamente en nuestras diferencias para lograr los consensos indispensables de una gran mayoría de los convencionales”.

El mestizaje

Uno de los aspectos más interesantes de la conversación fue la aparición de la idea del mestizaje como una versión informal de los pactos y acuerdos que en Chile se han venido desarrollando desde hace cientos de años. Chile es, en definitiva, una nación mestiza, que desafiaría a los integrismos, de acuerdo con las palabras del expresidente.  

Chile es la conclusión de los pueblos originarios y quienes llegaron después. Todo eso es la República de Chile. Ojo, los pueblos originarios no son puros y prístinos. Los que llegaron después tampoco, y los mestizos ¿dónde están? Creo que todos somos y tenemos herencia mestiza. En consecuencia, me parece que [hay que] respetar una cosa: a los pueblos originarios por lo que ellos son y fueron. El decir ‘estos son los pueblos que estaban al origen’ me parece razonable que eso exista. Pero Chile, la República de Chile, es la conclusión de estos encuentros que han sido a lo largo de Chile. No solo a los que llegaron de Europa en un barco, también a los que han llegado después”, comenta el exmandatario.

“Chile en un momento sale a buscar que lleguen personas de Europa, precisamente porque querían establecerlos en el sur de Chile”, dice. “Eso tiene que ver con cómo vamos construyendo un país y la República de Chile es una sola; que tengamos orígenes distintos es lo normal, pero esos orígenes en Chile afortunadamente llevaron a un mestizaje muy temprano. Vale decir, los que llegaron no se mantuvieron impuros casándose entre sí; y los que aquí estaban tampoco se mantuvieron impuros. Fue una mezcla de ambos, y en esa mezcla virtuosa, podríamos decir, surgió la nación chilena. De manera que los pueblos originarios están teniendo un reconocimiento; pero la nación es una sola”.

El riesgo de las naciones artificiales

El expresidente citó el caso de la experiencia autonómica española, donde en el afán de dar cabida en la Constitución de 1978 a los nacionalismos vasco y catalán se ha terminado dando la paradoja de intentar crear nacionalidades que no eran tales, como la andaluza o la madrileña. Lagos avisa que un fenómeno similar podría darse en Chile con los pueblos originarios.

En España “no todas las autonomías tenían una razón de ser, pero a la cuenta de 30 años lo que se suponía que eran cosas que iban a dejar tranquilos a vascos y catalanes, al ver que las tenían todas, hubo nuevas demandas. Tengan cuidado cuando se hacen cosas respecto de los pueblos originarios; porque las demandas son muy importantes, pero no creemos cosas que son artificiales […].A veces cometemos estos errores. A ratos me ha quedado la impresión que podamos hacer algo parecido con los pueblos originarios. Entendamos el rol que cada uno ha tenido, estamos orgullosos de nuestros pueblos originarios, orgullosos de una presidenta de la Convención. Es muy simbólico que sea una mujer de esa calidad y creo que eso nos tiene que tener a todos contentos y esperanzados en que entre todos vamos llegar al consenso y podamos empezar a recuperar las confianzas que hemos perdido”.

¿En qué aspecto de las 590 ideas recogidas por su proyecto anterior está hoy más alejada la Convención? El expresidente cree que en “la necesidad de entender que, en esta nueva Constitución, todos tenemos que ser iguales en dignidad”. Eso implica formular constitucionalmente la necesidad de políticas públicas que ofrezcan las mismas oportunidades a todos.

“La Constitución de la Confianza” busca reparar las brechas de confianza que han surgido entre los chilenos y sus instituciones. La grieta fundamental es la pérdida de confianza en los partidos políticos, el Congreso y la Presidencia. Esta desconfianza afecta sobre todo a los más jóvenes, muy críticos con lo ocurrido en Chile en los últimos 30 años. A ellos Lagos les dice: “Tienen toda la razón a querer comenzar de nuevo, pero al final tienen que ponerse de acuerdo. Si estas nuevas generaciones tienen ideas tan disímiles unas de otras, la verdad se va a encontrar en el consenso”.

Puede revisar la entrevista completa con el expresidente Ricardo Lagos

La Cámara Chilena de la Construcción es la controladora PAUTA, a través de Pauta SpA.