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Nuevo Sistema Nacional de Salud de la propuesta constitucional: ¿Dejarán de existir las Isapres?

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Agencia Uno
POR Isidora Paúl |

El proyecto de nueva Constitución no contempla directamente figuras como las actuales Isapres. Los médicos Daniela Zavando y Juan Carlos Said concordaron que el actual mecanismo no debe seguir existiendo, pero se debe replantear otro plan.

El acceso a una salud de calidad, pública y de costo bajo ha sido una de las demandas sociales más solicitadas en el debate público. En paralelo, los seguros de Fonasa e Isapre han pasado por dificultades internas que han perjudicado a sus usuarios. Gobierno tras gobierno han buscado la respuesta para solucionar esta problemática, y desde la Convención Constitucional elaboraron una propuesta para esto. 

El artículo N°44 de la Nueva Constitución establece en su inciso primero que “toda persona tiene derecho a la salud y al bienestar integral, incluyendo sus dimensiones física y mental”. Luego, entrega el espacio a que los pueblos y naciones indígenas tengan el derecho a sus propias medicinas tradicionales, “a mantener sus prácticas de salud y a conservar los componentes naturales que las sustentan”. 

Desde el inciso tercero al onceavo, se decretó lo siguiente:

“3. El Estado debe proveer las condiciones necesarias para alcanzar el más alto nivel posible de la salud, considerando en todas sus decisiones el impacto de las determinantes sociales y ambientales sobre la salud de la población.

4. Corresponde exclusivamente al Estado la función de rectoría del sistema de salud, incluyendo la regulación, supervisión y fiscalización de las instituciones públicas y privadas.

5. El Sistema Nacional de Salud es de carácter universal, público e integrado. Se rige por los principios de equidad, solidaridad, interculturalidad, pertinencia territorial, desconcentración, eficacia, calidad, oportunidad, enfoque de género, progresividad y no discriminación. 

6. Asimismo, reconoce, protege e integra las prácticas y conocimientos de los pueblos y naciones indígenas, así como a quienes las imparten, conforme a esta Constitución y la ley. 

7. El Sistema Nacional de Salud podrá estar integrado por prestadores públicos y privados. La ley determinará los requisitos y procedimientos para que prestadores privados puedan integrarse a este Sistema. 

8. Es deber del Estado velar por el fortalecimiento y desarrollo de las instituciones públicas de salud. 

9. El Sistema Nacional de Salud es financiado a través de las rentas generales de la nación. Adicionalmente, la ley podrá establecer cotizaciones obligatorias a empleadoras, empleadores, trabajadoras y trabajadores con el solo objeto de aportar solidariamente al financiamiento de este sistema. La ley determinará el órgano público encargado de la administración del conjunto de los fondos de este sistema. 

10. El Sistema Nacional de Salud incorpora acciones de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, habilitación, rehabilitación e inclusión. La atención primaria constituye la base de este sistema y se promueve la participación de las comunidades en las políticas de salud y las condiciones para su ejercicio efectivo. 

11. El Estado generará políticas y programas de salud mental destinados a la atención y prevención con enfoque comunitario y aumentará progresivamente su financiamiento”. 

En conversación con Marcando PAUTA, de Radio PAUTADaniela Zavando, académica de salud pública en la Universidad Autónoma, ex asesora del gabinete de la subsecretaría de Salud Pública y representante del Ministerio de Salud en la mesa social Covid-19, y Juan Carlos Said, médico internista de la Universidad de Chile con máster en Salud Pública y director de la Fundación América Transparente, hablaron acerca de la propuesta constitucional en materia de salud. 

Un sistema público y universal

La propuesta establece que este sistema de salud será de carácter universal, público e integrado y se regirá por los principios de equidad, solidaridad, interculturalidad, pertinencia territorial, desconcentración, eficacia, calidad, oportunidad, enfoque de género, progresividad y no discriminación. 

Bajo ese contexto, Daniela Zavando puso en duda la eficiencia de un sistema con estas características.  

“Aquí se entiende y de acuerdo a lo que dice el texto es que debe ser administrado totalmente, pero no hay ninguna garantía de que se manejen esos recursos de forma eficiente. No hay compromiso. Entonces es algo que indudablemente y conociendo un poco la inteligencia estatal, no siempre es el más eficiente en cuanto a administrar los recursos“, comentó.

Distinta fue la apreciación del médico internista de la Universidad de Chile, Juan Carlos Said, quien aseguró que la propuesta en materia de salud avanza a un “sistema común” que sería positivo.

“Un fondo único estatal integra prestadores públicos y privados, una opción que puede ser avanzar a un sistema común, un sistema al estilo holandés o alemán, en donde se genera un fondo único de salud que transfiere recursos a distintos seguros sociales que son el seguro sin fines de lucro. Entonces eso es necesario“, mencionó.

Sin embargo, comentó que la propuesta en sistema político podría dificultar la implementación de los temas de salud. “La Constitución no establece que el sistema tenga que ser un seguro único o un seguro social, sino que lo que establece es que tiene que haber un administrador único público cuando dice un administrador estatal, entonces creo que en ese sentido deja la puerta abierta para que el legislador pueda avanzar en cualquiera de las dos direcciones“. 

A mí lo que me preocupa fundamentalmente es que no veo en la sala de máquinas de la Constitución la posibilidad de que se logre un acuerdo. La Constitución no está tanto en su propuesta de salud, que me parece bastante sólida, sino en la posibilidad de que el sistema político que genera lo permita”, añadió. 

El fin de las Isapres

La forma de financiamiento del sistema será por las rentas generales del país. En ese sentido, se da la opción de aportar voluntariamente a este “pozo común”. Sin embargo, no entra en este mecanismo un sistema privado de cotización. Si bien se reconocen a los prestadores privados, no se mencionan las Isapres.

La académica de la Universidad Autónoma y el doctor Said concordaron en que el actual mecanismo de las Isapres no debe seguir existiendo, pero que se debe replantear otro plan. 

“Hoy día tenemos que saber […] que las Isapres ya no van a seguir y no deben seguir, y aquí hubo abusos y no hubo las transformaciones necesarias. También tenemos que ser muy concretos en pensar cuáles son los resultados que nosotros esperamos y en cuánto tiempo vamos a tener estos resultados, ya sea en estado de salud, en sostenibilidad del sistema”, dijo Daniela.

“Tenemos que tener una mirada preventiva y que también sea un poco más garantizada. Y claro, todo esto será un proceso. Son ideas o propuestas que de ganar se van a implementar y va a demorar mucho tiempo en comenzar a aplicarse”, finalizó. 

En ese contexto, Said concordó con Daniela, pero aseguró que es necesario que este tipo de seguro vaya evolucionando para entregar las garantías necesarias y similares para todos.

“La Constitución plantea que un administrador de los fondos pueda evolucionar a un seguro único o evolucionar hacia seguro social. Lo importante es que se establezca un financiamiento universal con garantías que sean similares para todos y que sean según la necesidad. O sea que el acceso a la salud está determinado por la necesidad y no por la capacidad de pago”, planteó. 

¿Disminuyen las listas de espera?

Según una investigación de BioBío Chile, más de dos millones de personas están en listas de espera en la salud pública. De ellos, 1.8 millones esperan ser llamados para que los revise un especialista y más de 330 mil personas anhelan concretar su cirugía.

Para la doctora Zavando, “si no se mejora las condiciones de acceso, esta propuesta no solo no ayuda, sino que puede incluso agravar la situación de las personas que hoy día están a la espera, agregando nuevas personas que demanden salud”.

Said, por su parte, acotó que “hay un problema serio de listas de espera, eso es evidente. Hay que sincerar que ningún sistema de salud no tiene listas de espera y creo que, efectivamente, también es importante cambiar el enfoque y verlo como un problema país“.

“Es muy fácil decir ‘mira, sabes que solo hay listas de espera en sistema público’, pero por otro lado tenemos un sistema privado que concentra a la gran mayoría de los especialistas que están concentrados específicamente en Santiago. Entonces, ese enfoque de ver al mundo de la salud como dos subsistemas completamente distintos lo hace insostenible”, agregó el médico.

Revisa la entrevista completa acá.