Christiana Figueres sobre el Acuerdo de París: “Ya tenemos el marco, no nos escondamos detrás de excusas”

En Clima de Cambio, la artífice del Acuerdo de París, estuvo contando sobre la importancia de uno de los acuerdos medioambientales más importantes del último tiempo y la iniciativa personal que ha levantado por el planeta.

Christiana Figueres (67) es economista, antropóloga, analista, pero por sobre todo, una optimista obstinada. Desde 2010 hasta 2016 se desempeñó como secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas por el Cambio Climático, y le tocó liderar las conversaciones por el Acuerdo de París.

Suma más de 30 reconocimientos de diversos países y fue elegida entre los líderes más influyentes del mundo en numerosas ocasiones por medios como la revista Times o Forbes. Hoy, está trabajando en la organización Global Optimism, que lleva adelante una nueva narrativa sobre cómo nuestra actitud como humanidad nos debe llevar a avanzar hacia un optimismo que genere cambios.

Ser optimista en el mundo en que vivimos

En la actualidad, hemos sido testigos de desastres ecológicos, olas de calor y la temperatura hoy es mayor que hace 120 años. Pero Christiana Figueres afirma que, ante este panorama, el optimismo no es irreal ni niega la realidad que estamos viviendo.

“Aquí el que esté sorprendido es porque ha estado durmiendo los últimos 50 años. Tenemos por lo menos 50 años de que los científicos nos vienen diciendo, a ver, señores, especialmente señores, pero señoras también, lo que ustedes han hecho en los últimos 100 años, es totalmente irresponsable y van a pagar un precio muy alto“, afirmó.

Para la arquitecta del Acuerdo de París, la sobre información sobre el las catástrofes del medio ambiente están jugando en contra y asegura que “ese pánico me preocupa muchísimo porque paraliza y no permite el tomar las decisiones que hay que tomar. Además de que es una amenaza para la salud mental, especialmente de tanta gente joven que están entrando en un estado no de trauma o de post-trauma, sino de pre-trauma”.

Lo que exponen científicos, activistas y expertos son proyecciones y no es un destino inevitable. “Y como los jóvenes no han podido entender la diferencia entre esas dos cosas, entendiblemente, si creen que esa proyección es el destino inevitable, pues por supuesto que entran en lo que yo llamo un síndrome pre-traumático”, agregó.

¿Que hay después del Acuerdo de París?

Christiana ve la luz al final del túnel, y ejemplificó con un cambio que se está generando gracias al compromiso de los estados y los actores sociales: las tecnologías para transformar energía son cada vez más accesibles y pueden llegar a reemplazar a los combustibles fósiles.

“Los combustibles fósiles no tienen ninguna curva de aprendizaje. Son combustibles geográficamente concentrados, que si seguimos dependiendo de ellos vamos a estar en manos de unos pocos estados muy irresponsables que nos pueden manipular como lo hemos visto recientemente. Además de que son ineficientes y que son sumamente altos en su polución”, explicó.

Es por eso que, según ella, lo que sigue es seguir generando cambios e impulsar este tipo de transformaciones. “No podemos escondernos detrás de la excusa de que bueno, que tenemos que negociar otra vez. No, no, no, señores, a ver, ya tenemos el marco. Aquí se llama ejecución, implementación, responsabilidad. No nos escondamos detrás de excusas“, finalizó.

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