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Del carbón a las renovables: el plan energético del Gobierno

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SEBASTIAN BELTRANGAETE/AGENCIAUNO
POR Periodista Practicante |

Cerrar 28 centrales eléctricas a carbón, de aquí a 2040, es la meta que se propuso el Gobierno de Chile en materia energética.

El viernes 7 de junio la ministra de Energía, Susana Jiménez, encabezó el retiro de las dos primeras centrales a carbón del Sistema Eléctrico Nacional, dando así inicio al plan de descarbonización que ya había anunciado el Presidente Sebastián Piñera en su Cuenta Pública 2019 y que planea erradicar completamente estas instalaciones para el 2040.

Precisamente es este plan de descarbonización el compromiso más ambicioso que ha adoptado el país en materia medioambiental en los últimos años, contemplando el retiro paulatino de las 28 centrales de generación eléctrica a carbón que operan en Chile, y las cual representan cerca del 40% de la electricidad generada a nivel nacional.

En Voces de la Gran Ciudad, la jefa de la cartera energética recalca que este plan va mucho más allá del retiro de las centrales a carbón, apuntando también a impulsar la electromovilidad y promoviendo la eficiencia energética. “Es una batería de medidas que, en suma, lo que logran es que podamos cumplir con nuestros compromisos internacionales de reducir estos gases de efecto invernadero, que finalmente son los que generan el cambio climático”, aclara.  

Sacar para reemplazar

Desde el Gobierno han afirmado que este ambicioso plan se encuentra al nivel de algunos implementados en países como Alemania, donde se propusieron lo mismo. Además, la ministra señala que, a través de la metodología que se implementará, buscarán no generar disrupciones, es decir, no se pondrá en riesgo la seguridad del suministro ni los costos de la energía.

Según informa Susana Jiménez, de aquí al 2030, y sin considerar el anunciado retiro de las centrales, en Chile existirá un 40% más de demanda de electricidad.

“Evidentemente todo apunta a que esto va a ser llenado con energías renovables”, afirma.

En cuanto a los plazos de construcción de nuevas centrales eólicas o solares fotovoltaicas, Jiménez comenta que estas son edificadas con bastante rapidez, aproximadamente un año. El factor que muchas veces dificulta y ralentiza estos procesos son todos los trámites referentes a permisos y papeleos múltiples.

Un ejercicio de cinco años

También han surgido críticas desde diversos sectores argumentando que no hay claridad con lo que pasará con el resto de las centrales luego del cierre de las ocho primeras de aquí a 2024. Esto, ya que no existe un cronograma claro hasta el 2040, fecha final en que todas las centrales debieran estar cerradas.

Ante esto, la ministra responde que el compromiso adoptado implica que, luego de este primer quinquenio y cada cinco años, se deberá realizar un ejercicio de sustentabilidad con el cual medir el verdadero impacto de los cierres, tanto desde el punto de vista ambiental, social y económico.

“Si este ejercicio lo hacemos cada cinco años nos va a permitir constatar los costos de las nuevas tecnologías”, comenta mientras recalca la importancia que tiene esta evaluación para un correcto funcionamiento del plan.

Revise la entrevista completa con Susana Jiménez en Voces de la Gran Ciudad:

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