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Los factores políticos y religiosos de los ataques entre palestinos e israelíes

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POR Carmen Coloma |

Una serie de ataques entre Israel y el grupo Hamás han ocurrido en los últimos días. Además de cientos de heridos, se han provocado 48 muertes en Gaza y seis en Israel.

El conflicto palestino-israelí se encuentra en su momento más crítico de los últimos siete años. Los ataques entre ambos lados no han cesado, se estima que en total se han provocado 48 muertes en Gaza y seis en Israel, además de cientos de heridos a cada lado. Se habla de que la proporcionalidad de respuesta por parte de Israel es de cinco a uno: por cada misil palestino responden con cinco bombardeos. Hasta el momento se han derrumbado dos edificios en Gaza.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá durante la jornada para tratar este conflicto. “Es una prueba de fuego en la política internacional y diplomática de Joe Biden, que hasta ahora no había puesto a Medio Oriente como una de sus prioridades”, dijo Eduardo Olivares en Primera Pauta, de Radio PAUTA.

Los ataques se desataron luego de que el brazo armado de la organización palestina Hamás, se atribuyera el lanzamiento de aproximadamente 200 proyectiles sobre el sur de Israel y siete cohetes de largo alcance sobre Jerusalén. La represalia fue ejecutada a través de un bombardeo por parte de las fuerzas de Israel a Gaza dejando, según el ministerio de salud palestino, 21 civiles fallecidos, entre ellos nueve niños. 

La tensión entre palestinos e israelíes había adquirido roce durante el mes del Ramadán y principlamente la semana pasada con protestas por el desalojo de varias familias palestinas al lado oriental del centro histórico, tras un fallo del Tribunal Supremo que determinó la propiedad como israelí desde 1948. 

Finalmente se encendió luego de la celebración israelí del día de Jerusalén, momento en que muchos ultranacionalistas utilizan para lanzar consignas y provocar a los árabes. Fue en la disputada Explanada de las Mezquitas, prohibida para los judíos durante el día de fiesta, donde se desató la violencia. El lugar tiene una especial importancia religiosa, es sagrado tanto para judíos como para musulmanes.

Dentro de la explanada, en la mezquita de Al Aqsa, se reunieron muchos palestinos musulmanes para rechazar una posible intromisión de los israelíes a través de la Puerta de Damasco en el día de celebración. La policía de Israel cerró la puerta para evitar conflictos, sin embargo, hubo lanzamiento de piedras y objetos contundentes por parte de los jóvenes árabes, lo que provocó la entrada de las policías a la mezquita y el inicio de un enfrentamiento abierto que dejó alrededor de 300 heridos.

En su comentario internacional en Primera Pauta, de Radio PAUTA, el analista John Müller sostuvo que “realmente excede de la decisión que un jefe de policía puede tomar, porque una acción de este tipo tiene implicancias religiosas, políticas, de equilibrio estratégico internacional, etcétera”.

Los hechos generaron el lanzamiento, por parte de Hamás, de 200 proyectiles hacia la frontera israelí y nueve cohetes hacia la ciudad de Jerusalén. El escudo antimisiles Cúpula de Hierro tuvo éxito en el sector limítrofe, no así en la capital, donde solo uno de los cohetes fue interceptado. Lo anterior provocó explosiones cercanas a la Ciudad Santa, las que no se escuchaban desde 2014.

“No toleraremos ningún ataque contra nuestro territorio, contra nuestra capital, contra nuestros ciudadanos o contra nuestros soldados. Quienes nos ataquen lo pagarán caro”, expresó el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Y así fue, con ataques hacia la Franja de Gaza, desde donde provenían los proyectiles árabes y desde donde influye el grupo Hamás. 

“La situación interna israelí está gravitando fuertemente sobre el conflicto y ya veremos cómo evoluciona”, agregó John Müller.

Situación política de Israel

“El tema no tiene pinta de que se arregle en el corto plazo, es que ahora la situación política de Israel es tremendamente fluida”, explicó Müller. Ha habido cuatro elecciones en los últimos dos años, Netanyahu gobierna con una coalición complicada, con su rival Benny Gantz como ministro de Defensa. El desentendimiento de ambos llevó a las elecciones hace unos meses donde no se logró obtener un panorama claro.

El centrista Yair Lapid y el conservador Naftali Bennet, son dos personajes que están negociando una posible coalición para evitar comicios y desalojar a Netanyahu del poder. La alianza de seis partidos de todo el espectro político estaba logrando su objetivo, a días de que se anunciara con el apoyo de un partido árabe y de uno de extrema derecha judía. Con este estallido de violencia, los políticos árabes decidieron suspender su intención de aportar momentáneamente a la conformación de un nuevo gobierno.

En el caso de no lograrse este acuerdo, Israel tendría que ir a nuevas elecciones. Por ello, la situación que genera el intercambio de mísiles con Palestina podría dar un efecto positivo en la intención del actual gobernante de mantener el poder.

“Justo en ese momento se produce esta escalada de tensión”, precisa el analista internacional. Gantz como ministro de Defensa es el encargado de ejecutar las represalias hacia Gaza, en este caso. Al no entenderse con su primer ministro, “lo más probable es que no se esté haciendo ni lo que quiere uno ni lo que quiere otro, por lo cual, entre las acusaciones de uno y otro la casa sin barrer”, dice Müller.

Situación política de Palestina

Tanto Cisjordania como Gaza, son territorios palestinos que en teoría están gobernados por la autoridad nacional de Palestina, dirigido en su época por Fatah, el partido político fundado por el líder nacionalista Yasir Arafat.

No ha habido elecciones hace 12 años, pues la última vez ganó Hamás y la comunidad internacional no lo reconoció por ser considerado un grupo terroristas para muchos países y organizaciones. Lo anterior provocó dos territorios palestinos divididos políticamente: en Cisjordania gobierna Fatah y en Gaza, Hamás. El conflicto se ubica principalmente en Gaza sin embargo, desde Cisjordania ha habido protestas en solidaridad.

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