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Lula y Bolsonaro frente a frente: inicia el periodo de campañas en Brasil

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Wikimedia Commons | PAUTA
POR Manuel Izquierdo |

Según expertos, la carrera en la que el expresidente corre con ventaja, será dura y estará marcada por la polarización y las descalificaciones entre los candidatos.

Con un evento en Juiz de Fora, en Minas Gerais, el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (67), lanzó su campaña para la reelección. En moto, y acompañado por una caravana de motociclistas, el mandatario volvió este martes 16 de agosto al lugar donde hace cuatro años fue apuñalado por manifestantes.

Durante la jornada, el candidato del Partido Liberal (PL) se reunió con líderes de iglesias evangélicas, recorrió la localidad y, finalmente, en medio de un baño de masas, realizó un discurso que se extendió por 20 minutos.

Vestido de chaleco antibalas, Bolsonaro expresó que “Brasil es una gran nación, un gran país, pero hasta hace poco era robado por la izquierda que había en el poder. Este país no quiere más corrupción“. 

El gobernante recalcó en su alocución que su mandato ha sido un “ejemplo de patriotismo y honestidad” y que “el bien vencerá sobre el mal” en la primera vuelta, que se realizará el 2 de octubre y que lo enfrentará con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (76).

Lula, que lidera las encuestas por al menos 10 puntos porcentuales, comenzó su despliegue con un acto en una fábrica de automóviles de São Paulo, apelando a su origen obrero. El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) realizó un discurso marcado por las críticas a la administración de Bolsonaro y por el foco en las temáticas sociales.

“Vamos a ganar estas elecciones porque este país nos precisa, porque no es posible que Brasil, el tercer productor de alimentos en el mundo, tenga 33 millones de personas pasando hambre“, señaló. 

El exmandatario aseguró que la situación de Brasil “no es por falta de dinero, es por la falta de vergüenza de las personas que gobiernan, que no tienen sentimientos, no saben qué es el hambre, no saben qué es mendigar a un vecino por un plato de comida“.

Y desafió a su contendor a dejar atrás la desinformación: “Quiero que me escuche: no habrá mentiras ni fake news que nos impidan cambiar Brasil“.

Un escenario marcado por la polarización

A juicio del politólogo brasilero Rodrigo Perpetuo, “la situación política actual en el país es de mucha expectativa […], y se observan, por una parte, ataques contra la democracia, contra el sistema de urnas electrónicas, contra el Tribunal Federal y el Poder Judicial“.

“Por otro lado, vemos una campaña que, por ahora, está muy enfocada en las perspectivas personales de los dos candidatos […] que lideran las encuestas y, por eso, es importante intentar buscar las mejores formas de percibir los programas, las propuestas concretas que están por detrás de los dos candidatos”, añade Perpetuo.

El escenario que se configura, según el especialista, es de “una polarización muy aguda, lo que nos pone en la perspectiva de una segunda vuelta aún más polarizada. Hay que ver, en ese caso las alianzas y apoyos de los otros candidatos en esa instancia”.

Para el analista internacional Guillermo Holzmann, el periodo de campañas va a estar marcado por la polarización entre el “nacionalismo de derecha, que representa Bolsonaro” y una “izquierda tradicional, que recién con Lula en su primer gobierno empieza a transitar hacia una visión progresista“.

Holzmann proyecta que la elección también se verá “muy influida por los acontecimientos internacionales que afectan a la economía brasilera, a pesar de que ha tenido un buen desempeño dentro del bajo rendimiento de la economía mundial”. 

El analista agrega que otro aspecto relevante en el periodo eleccionario será “la credibilidad que le puedan entregar Lula y Bolsonaro, en un Congreso muy dividido, con mucho desprestigio de los partidos políticos“.

Los ejes de las campañas

Guillermo Holzmann advierte que “será una campaña dura, de mucha descalificación entre ambos, que incluso ya han empezado. Lula ha señalado que Bolsonaro representa al demonio y, por su parte, Bolsonaro ha denostado a Lula en diversas oportunidades y lo ha acusado de un populismo que Brasil no merece”.

Bajo el lema “Dios, patria, familia y libertad“, Bolsonaro centrará sus esfuerzos en las ciudades más grandes -particularmente aquellas donde resultó vencedor en 2018-, los jóvenes, las mujeres y la población evangélica. Sus principales mensajes se van a relacionar con la mejora de los niveles económicos y con las ayudas sociales a los sectores más vulnerables.

Lula da Silva enfocará su campaña en los sectores populares, relevando temas como el hambre, la pobreza y la economía, ligados a la vida cotidiana de los votantes.

Su eslógan, “La esperanza de un Brasil feliz de nuevo”, según Holzmann, “está cruzado por la idea del sueño” y busca remitir a “las emociones, al sentimiento, y a recordar esos dos periodos de gobierno que estuvo entre 2000 y 2008, y que dejaron a un Brasil muy expectante, y donde efectivamente Brasil se sumó a la globalización, logró sacar mucha gente de la pobreza a través de subsidios directos y también la bancarización de mucha gente”.

Perpetuo cree que “conforme vayan aproximándose las elecciones, la población y la prensa se van a enfocar en temas mucho más programáticos, como la economía, la educación, la salud, la seguridad y el medioambiente“. En su opinión, serán estos los aspectos que definirán la elección presidencial en Brasil.