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¿Cuál es el Mundial con el mayor y peor promedio de goles?

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POR Andres Sepúlveda |

La Copa del Mundo de Suiza de 1954 parece insuperable, con una media de 5,4 tantos por partidos. Además, hubo 18 partidos con cinco o más goles. En la antípoda está Italia 90, con apenas 2,2 celebraciones cada 90 minutos.

Los mundiales de fútbol son los eventos más vistos y seguidos del planeta. Por eso, en esta edición semanal de nuestro Contestadog, de Watchdog PAUTA, nos propusimos hacer un tema mundialero. Y nuestro perro, aún sorprendido por las goleadas 7-0 de España a Costa Rica y 6-2 de Inglaterra a Irán, se preguntó cuál ha sido el mundial con mejor premio de gol por partido y, por el contrario, el con menos goles. Así que sin perder un solo segundo, se puso a hojear el gran libro de la FIFA para conseguir dichas respuestas.

En los 92 años de historia mundialista se han disputado 22 Copas del Mundo, incluyendo la que actualmente se juega en Catar. Desde Francia 98’ en adelante nos acostumbrados a ver 64 partidos. Pero esto no siempre ha sido así… ni tampoco lo será. En los inicios de las copas mundiales, se jugaban apenas 17 o 18 encuentros. Y a partir del mundial de Estados Unidos, México y Canadá de 2026, el número de selecciones subirá de las actuales 32 a 48, por lo que habrá muchos más partidos.

El Mundial disputado entre el 16 de junio y el 4 de julio de 1954 en Suiza es, hasta hoy, la Copa del Mundo con mejor promedio de goles. Durante la competencia internacional se alcanzó la cifra de 140 anotaciones en tan solo 26 partidos disputados, lo que da un promedio de 5,4 tantos cada 90 minutos.

El país campeón en esa edición fue Alemania Occidental, quien derrotó en la final por 3-2 a los húngaros, liderados por Puskas y Kocsis, en lo que pasó a la posteridad como “El Milagro de Berna”. Además, terminó con un récord de 31 partidos invictos de los magiares.

La razón que explica que este mundial haya tenido un promedio de gol tan alto es que hubo muchas goleadas en la fase de grupos: el 5 a 0 de Brasil a México, el 9 a 0 de Hungría a la República de Corea, el 7 a 0 de Turquía a los mismos coreanos, el 7 a 2 de Alemania a Turquía, el 5 a 0 de Austria a Checoslovaquia y el 7 a 0 de Uruguay a Escocia. Incluso, Hungría derrotó a Alemania en la fase inicial por 8 a 3. Y además hubo un empate muy goleado: el 4 a 4 de Inglaterra y Bélgica.

Adicionalmente, hubo tres 4 a 1 (Alemania a Turquía, Suiza a Italia e Italia a Bélgica).

Pero en las fases finales igual hubo muchos goles: en los cuatro partidos de cuartos final se marcaron 26 goles (una media de 6,5 tantos cada 90 minutos), en una realidad inimaginable en estos tiempos.

Uruguay le ganó a Inglaterra 4 a 2, y Hungría a Brasil por el mismo marcador. Alemania venció a Yugoslavia 2 a 0, mientras que Austria superó a Suiza por 7 a 5 (solo en el primer tiempo se fueron 5 a 4).

Las semifinales no marcaron la nota disonante: Alemania triunfó 6 a 1 sobre Austria y Hungría hizo lo propio con Uruguay, pero por 4 a 2 (en tiempo suplementario).

En este campeonato el delantero húngaro Sandor Kocsis se consagró como el goleador del torneo con 11 tantos.

Por otro lado, el menor promedio de anotaciones en mundiales se lo lleva la Copa del Mundo disputada en 1990 en Italia, en el que Alemania derrotó en la final a Argentina. En ese torneo se concretaron 115 goles en 52 partidos, dando una media de 2,2.

De hecho, hubo solo tres partidos que terminaron en goleadas con cuatro goles de diferencia: el 5 a 1 de República Checa a Estados Unidos, el 5 a 1 de Alemania contra Emiratos Árabes Unidos, y el 4 a 0 de Unión Soviética contra Camerún, todos en fase de grupos.

Por el contrario, hubo 20 encuentros (el 38% de los partidos) que terminaron 1 a 0 o con un empate sin goles. El ejemplo más claro fue la final, con el penal de Andreas Brehme a los 40 minutos del segundo tiempo.

Si se consideran solo los datos absolutos y no los promedios, los mundiales con mayor cantidad de goles son obviamente de la era moderna, con 64 partidos: Francia 98’ y Brasil 2014 alcanzaron el récord de 171 goles anotados.