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¿Es verdad que dos litros de agua al día son suficientes para estar bien hidratados?

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POR Andres Sepúlveda |

En promedio sí, pero el nivel de ingesta de cada persona depende de su peso, edad, sexo, metabolismo, enfermedades, actividad física e incluso de factores externos, como la temperatura ambiental.

Beber agua es un requerimiento básico para mantenernos sanos, ya que es esencial para llevar a cabo la mayoría de las funciones vitales y corresponde a cerca del 65% del total de nuestro cuerpo.

Una creencia popular es que la ingesta de dos litros al día es suficiente para estar bien hidratados, por lo que nuestro Perro de Caza, de Watchdog Pauta, salió a investigar para responder si esa idea es correcta o no.

Si bien el agua es un nutriente esencial para vivir y corresponde al componente más abundante en el cuerpo humano, la cantidad que una persona debe ingerir diariamente viene determinada por factores como la edad, el peso, el sexo, la actividad física, el metabolismo, el clima y/o las alteraciones relacionadas con la salud. No existe evidencia científica de que dos litros de agua al día sean suficientes para estar bien hidratados, pero sí es posible encontrar desde dónde viene este consejo.

En 1945, la Junta de Alimentos y Nutrición del Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos aconsejó a los adultos que consumieran un mililitro de líquido por cada caloría de alimento, lo que equivale a dos litros para las mujeres que lleven una dieta diaria de 2.000 calorías, y dos litros y medio para los hombres que consumen 2.500 calorías.

En este sentido, la nutricionista de la Red de Salud UC Christus, Ximena Martínez, dice que los litros de agua que cada uno debe consumir diariamente dependen efectivamente del peso. “Existe una fórmula que es 35 ml por kilogramo de peso real, por tanto, una persona que pesa cerca de 100 kilos debiera beber cerca de 3.5 litros de agua. Entonces, dependiendo del peso corporal, dos litros es un estándar que puede ser suficiente, pero si hay una persona con peso corporal mayor es evidente que debe hidratarse más”, agrega.

La nutricionista de la Clínica Las Condes, Daniela Ghiardo, enfatiza en que la recomendación de dos litros diarios es una medida estándar y considera los requerimientos que podría tener algún adulto promedio. “Hay pacientes que necesitan más por la tasa de sudoración que tienen, o por las patologías que pueden presentar, en las cuales pueden estar con algún diurético que requiera más líquido”, añade.

Por otro lado, la nutricionista de la Clínica Alemana, Rinat Ratner, menciona que se debe considerar la época del año, ya que, con temperaturas más altas, se requiere una mayor ingesta. “Dos litros de agua son suficientes con temperaturas hasta 37 grados centígrados; sin embargo, por cada grado sobre 37 se requieren 160 cc adicionales. Si llegamos a 40 grados vamos a requerir 900 cc más, lo que significa que vamos a tener que tomar cerca de 3 litros para cubrir las necesidades de líquidos que se producen con muy altas temperaturas”, comenta.

Ahora bien, para saber si una persona toma suficiente agua al día es necesario considerar el nivel de sed que presenta y el color de la orina. Es muy relevante estar atentos a las señales porque se corre el riesgo de sufrir deshidratación en el caso de no recibir la cantidad de líquidos que el cuerpo necesita.

“Se debe observar la orina de la mañana, ya que si es oscura y tiende a ser muy amarilla lo más probable es que esté tomando poco líquido. Generalmente los dolores de cabeza, el cansancio o calambres pueden estar asociados a una deshidratación, por lo tanto, si normalmente me siento cansado tengo que revisar la ingesta de agua para ver si estoy bebiendo lo que necesita mi cuerpo”, comenta Martínez.

Ghiardo añade que la sensación de sed es la primera señal para medir si estamos tomando suficiente agua. “No hay que evadir esa sensación de sed ya que es una alarma de nuestro cuerpo de que nos falta líquido”, enfatiza.

Eso sí, la nutrióloga del Programa de Obesidad y Diabetes de la Clínica de la Universidad de los Andes, Eliana Reyes, menciona que el hecho de tener sed no es tan válido en adultos mayores. “Con la edad se va perdiendo el reflejo de la sed, por lo que hay que tomar, al menos, ocho vasos de líquidos al día”, agrega.

En relación con lo mencionado anteriormente, los adultos mayores son el grupo más expuesto a presentar riesgos de deshidratación. Según la Agency for Healthcare and Quality, este se encuentra entre los 20 diagnósticos más frecuentes y se diagnostica en el 17% de los pacientes al darles el alta de Unidades de Geriatría. Esto es importante, porque entre las personas mayores que ingresan con el diagnóstico de deshidratación año a año, la mortalidad roza el 50%.

Principales beneficios de beber agua durante el día

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua es un elemento esencial para el correcto funcionamiento del cuerpo humano en todas las etapas de la vida, porque ayuda a regular la temperatura corporal, mantiene la piel hidratada y elástica, entre otros.

Ratner plantea que los beneficios tienen que ver con mantener una función de nuestro organismo adecuada, ya que todas las tareas de nuestro cuerpo requieren agua. “Estamos compuestos casi en 60% de agua, los niños cerca de un 80%, por lo tanto, para mantener la temperatura corporal y un adecuado funcionamiento cerebral, una agilidad mental, una capacidad de concentración adecuada, o un correcto funcionamiento de nuestros riñones o del sistema hepático, se requiere hidratación”, agrega.

“Los líquidos ayudan en la distribución y en el aprovechamiento de las vitaminas que nosotros ingerimos por los alimentos. Estar bien hidratados nos ayuda a aprovechar los mismos alimentos y los nutrientes que obtenemos de ellos. Favorece una adecuada función renal, que es finalmente donde eliminamos ciertas toxinas o metabolitos que se producen por la ingesta de alimentos y medicamentos, entre otros”, expresa Martínez.

Ghiardo enfatiza en que, como el agua es vital para nuestro funcionamiento, los beneficios que se obtienen de su ingesta son múltiples. “En cuanto a la temperatura actual, es un regulador de la temperatura; nos entrega los nutrientes que ingerimos a los diferentes tejidos; es lo que mantiene la función del corazón de forma estable, y lo que mantiene la humedad de nuestro cuerpo”, añade.

Reyes agrega que gracias a la hidratación el cuerpo realiza sus funciones de manera adecuada. “Mejora el tránsito intestinal, en las personas propensas a los cálculos renales hay menor riesgo a que se produzcan, y en quienes tienen ansiedad por comer algo la pueden controlar”, destaca.