Papa Benedicto XVI muere a los 95 años y se convierte en el pontífice más longevo de la historia
El pontífice alemán, que renunció en 2013, estaba aquejado por problemas de salud en los últimos días. Sus funerales se realizarán este 5 de enero del 2023.
Este sábado 31 de diciembre, el Vaticano confirmó el fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI. El pontífice, que murió a los 95 años, había presentado su renuncia al papado el 11 de febrero de 2013, retirándose días después.
Horas antes de su muerte, la Santa Sede informó que “en las últimas horas se ha verificado un agravamiento debido a su avanzada edad. La situación en este momento está bajo control, atendido constantemente por los médicos”.
Por su parte, el Papa Francisco invitó el miércoles, a través de su cuenta de Twitter, a rezar por “el Papa Emérito Benedicto XVI, que en el silencio sigue rezando por la Iglesia”. El pontífice argentino llamó a que “pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”.
#OremosJuntos por el Papa Emérito Benedicto XVI, que en el silencio sigue rezando por la Iglesia. Pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 28, 2022
Papa Benedicto XVI muere a los 95 años y se convierte en el pontífice más longevo de la historia: ¿Quién es?
Joseph Ratzinger nació en Marktl am Inn, un municipio ubicado en Baviera, Alemania, el 16 de abril de 1927. Creció y se educó mientras se consolidaba el nacionalsocialismo en su país, y a los 14 años ingresó a las Juventudes Hittlerianas, donde integró las brigadas antiaéreas. Tras desertar, fue tomado prisionero y luego dejado en libertad.
A partir de 1946, Ratzinger comenzó a estudiar Filosofía y Teología en las universidades de Freising y Münich. En 1951 fue ordenado sacerdote y, a partir de 1952, se desempeñó como académico en diversas facultades europeas. Ahí se vinculó con pensadores e intelectuales como Henri de Lubac, Hans Urs von Balthasar, Hans Küng e Yves Congar.
Como teólogo, participó como consultor en el Concilio Vaticano II, evento que se realizó entre 1962 y 1965 que reunió a los obispos de todo el mundo y tenía como objeto reflexionar en torno a la relación entre la Iglesia Católica y el mundo moderno.
En 1977, luego de desarrollar una amplia carrera docente, fue nombrado como arzobispo de Münich y Freising, y fue creado cardenal por el Papa Pablo VI. En 1981, Juan Pablo II lo nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, órgano vaticano encargado de “promover y salvaguardar la doctrina sobre la fe y la moral en todo el mundo católico”.
En 2002, Ratzinger se transformó en decano del Colegio Cardenalicio y personaje clave en el pontificado del papa polaco, aquejado en ese momento por enfermedades como el parkinson, que le restringían sus capacidades para gobernar.
En abril de 2005, luego de la muerte de Juan Pablo II, estuvo a cargo de los funerales y de inaugurar el cónclave. En la segunda jornada, tras cuatro rondas de votaciones, los cardenales lo eligieron papa.
Ratzinger tomó el nombre de Benedicto XVI y asumió formalmente su cargo el 24 de abril del mismo año. Su pontificado se extendió por casi ocho años, y estuvo marcado por la ortodoxia en temas doctrinales, por el diálogo con las organizaciones internacionales y por la revelación de casos de pederastia que involucraron a sacerdotes y religiosos.
En 2012 explotó el caso Vatileaks, que conllevó la filtración de una serie de documentos privados de la Santa Sede. El pontífice encargó una investigación interna, que derivó en el arresto de su mayordomo, Paolo Gabriele, sindicado como responsable de divulgar la información confidencial.
El 11 de febrero de 2013, en medio de una reunión con cardenales, el papa alemán anunció su renuncia al papado, la que se hizo efectiva días después, el 28 de febrero de ese año.
“Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino. […] Por esta razón, y muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de san Pedro”, señaló en esa oportunidad.
Se trata del tercer papa en renunciar en la historia de la Iglesia. El primero fue Celestino V, que dejó el cargo “voluntariamente” en diciembre de 1294, por razones de salud y por falta de conocimientos para esa labor, que ejerció por casi seis meses. El segundo, en tanto, fue Gregorio XII, que dimitió en julio de 1415.
El 12 de marzo de 2013 se inició el cónclave. En el segundo día de votaciones, los prelados eligieron al jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio como papa. Benedicto XVI, en tanto, se retiró a una “vida de oración y de silencio”, aunque reapareció en público en diversas oportunidades.
En 2020 se transformó en el pontífice más longevo de la historia, superando a León XIII, quien falleció en 1903.