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Son una realidad: el auge de las casas inteligentes

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POR Agustin Lizana |

Desde un sensor que detecta la fuga del agua, hasta un cepillo de dientes inteligente, se espera que el mercado mundial de estos dispositivos para hogares alcance un valor de 445 mil millones de dólares para el 2030.

La otra vez estaba instalando un extensor de Wifi en mi casa. No tuve éxito. Supongo que mi hogar no está lo suficientemente preparado para entrar a la fase del hogar inteligente. Pero sí me llamó la atención el proceso para poder configurar el dispositivo. Todo se hacía a través de una aplicación en el celular. Además, la app también permitía detectar una serie de aparatos inteligentes del mismo proveedor.

Entre ellos, la empresa de tecnología ofrecía configurar un timbre inteligente, el seguro de la puerta, una lámpara de escritorio, un sensor de temperatura, un sensor de fuga de agua, e incluso un cepillo de dientes.

Y es que hace una década me hubiese sorprendido con la posibilidad de contar con un cepillo de dientes eléctrico -todavía desconozco las funciones que brindaría por sobre uno regular-, pero desde hace un tiempo que el mercado de dispositivos de este tipo se ha disparado a tal punto que construir una casa inteligente es más accesible para los consumidores masivos.

Justamente, una casa inteligente hace referencia a una vivienda que integra tecnologías para automatizar tareas cotidianas. Se espera que el mercado mundial de los dispositivos inteligentes para hogares alcance un valor de 445 mil millones de dólares para el 2030. Eso representa un crecimiento del 27% desde el 2023 hasta dentro de siete años, según la consultora Grand View Research.

Estas herramientas se pueden convertir en grandes aportes para los hogares. Y va más allá de aquellos dispositivos con los cuales uno puede prender y apagar las luces de una habitación con el celular.

Existen sensores que alertan, a través de las aplicaciones, si detectan humedad o agua cerca de tuberías, calentadores de agua, lavadoras, entre otras. Hay sistemas que cortan automáticamente el agua de una casa si se descubre una fuga.

Existen los enchufes inteligentes. Son capaces de monitorear el uso de la energía del hogar. De esta manera, entrega un estimado del costo mensual del servicio eléctrico a partir del consumo de los dispositivos conectados en la casa.

Se han lanzado en el mercado aparatos que detectan fluctuaciones de la energía eléctrica. Así se impiden accidentes como recortes de energía e incendios por un mal sistema de cableado.

Entonces, ¿vale la pena invertir en una casa inteligente?

Invertir en dispositivos inteligentes para el hogar puede significar ahorrar dinero en gastos como agua y electricidad. Los aparatos de cámaras de seguridad, que pueden ser monitoreadas en cualquier lugar desde un smartphone, también corresponde una gran ventaja. De hecho, empresas de seguridad ya las incorporan dentro de sus servicios.

Crear una casa inteligente puede ser costoso e incluso tomar una serie de nuevas responsabilidades. Se requiere de la instalación de los dispositivos, configurarlos, a veces incluso cambiarlos a medida que se hacen obsoletos. Sin embargo, no se pueden desconocer los beneficios que puede brindar en la vida de las personas.

Por mi lado, si no logré configurar un extensor de Wifi, tal vez todavía no estoy preparado para aspirar a la construcción de una casa inteligente.