La historia detrás de “Santiago en 100 Palabras”

En Sintonizados, Carmen García, quien fue una de las personas claves en cómo se gestó esta iniciativa y que se desempeña como actual directora ejecutiva de la Fundación Plagio, se refirió a la historia de “Santiago en 100 Palabras”.
“Santiago en 100 Palabras” es un concurso de cuentos breves que se realiza desde el año 2001 en el país. Este se ha convertido en un hito cultural con gran impacto en la ciudadanía y ha contribuido a difundir la literatura, estimular la creatividad y promover la participación ciudadana en la cultura.
En Sintonizados, de Radio Pauta, la directora ejecutiva de la Fundación Plagio aseguró que los sentimientos que más se cruzan en los relatos santiaguinos, son “la soledad y sin duda la nostalgia también”.
La historia detrás de “Santiago en 100 Palabras”
La iniciativa surge del rechazo de un auspicio que aspiraba un grupo de jóvenes estudiante, quienes canalizaron su energía en una propuesta cultural nueva, acotada al espacio del metro.
García, quien fue una de las personas claves en cómo se gestó este proyecto, señaló que conjugaron varias cosas al momento de su creación, “la energía invaluable de la juventud, el pie forzado de hacer algo sobre la ciudad, y que cupiera en los formatos de los andenes”.
La socióloga de formación, comentó que en esos años “no había casi relatos sobre la ciudad de Santiago“. Es más, aseguró que en aquel entonces “lo que había era sobre todo una mala percepción de la ciudad“.
Por lo mismo, García aseguró que este proyecto, “además de la invitación a crear, fomentó al espectador generar un vínculo de las personas con su propio espacio (…) es una forma de reparación también lo que ocurre con el concurso, a través de la creación”.
A lo largo de 23 años, el certamen ha reunido más de un millón de relatos que, según la socióloga, funcionan como una memoria colectiva. “Es una información muy invaluable (…) una forma de construir una memoria histórica que de otra manera no existiría”.
Cada año, se publica un libro con los 100 cuentos seleccionados, una tradición muy valorada. “Es como devolver a la ciudadanía lo que ellos nos entregan a través de los relatos”, afirmó García.
En ese diálogo entre ciudadanos anónimos, emergen miradas muy diversas, “de niños de cinco años, hasta personas grandes de ochenta y a través de estos distintos relatos se teje de nuevo el entretejido social de una manera diferente”.
Sobre los sentimientos que cruzan los relatos santiaguinos, García señaló que “la soledad, por ejemplo, es algo como bien esencial en el relato de las ciudades (…) y sin duda la nostalgia también”.