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“Hace que las víctimas sean vulnerables a agresiones sexuales”: ¿Qué es el GHB, la droga que aparece entre las búsquedas de Monsalve?

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Captura DEA
POR Sofía Cereceda Sotta |

Produce diferentes efectos como: euforia, somnolencia, disminución de la ansiedad y deterioro de la memoria, pero además puede generar alucinaciones visuales y “paradójicamente, comportamiento excitado y agresivo”. 

La peligrosa droga usada por el violador ‘más prolífico del Reino Unido’ para agredir a sus víctimas”; así fue como tituló la BBC un artículo que publicó hace unos años atrás para ejemplificar que Reynhard Sinaga —un hombre indonesio condenado por más de 150 delitos sexuales— utilizaba Gamma Hidroxibutirato (GHB) para sedar a sus víctimas antes de abusar de ellas.

Se trata de la misma sustancia que aparece mencionada en las búsquedas encontradas en el celular del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, mientras aún ejercía funciones en el cargo. Según un informe de la PDI enviado a la Fiscalía Centro Norte —y revelado en un reportaje de T13—, el exjefe de la seguridad, consultó información de forma “exhaustiva” sobre el GHB, “relacionadas con noticias, en las cuales, se ha suministrado drogas para cometer delitos”.

Pero el documento que se dio a conocer ayer no solo reveló eso: también indicó que Monsalve buscó en su celular damas de compañía, ingresó a un sitio de citas y pidió a su hija que le consiguiera una licencia médica, en los días anteriores y posteriores a la denuncia de violación en su contra, pese a no estar enfermo.

Sin embargo, en estos momentos, el GHB se ha convertido en foco de atención mediática, ya que muchos se preguntan por qué la exautoridad buscó información sobre esta droga, dada su peligrosidad y los efectos que produce.

¿Pero qué es el GHB, cómo se le conoce y qué efectos produce en el organismo? Revísalo a continuación.

“Hace que las víctimas sean vulnerables a agresiones sexuales”

Conocida como “la droga de la violación”, según la BBC, el GHB ganó gran notoriedad en la década de los 90′, cuando la cobertura mediática sobre su uso en agresiones sexuales “(a menudo denominadas violaciones en citas)“, la puso en el centro del debate público, según consignó la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Según un artículo publicado en The Conversation, realizado J. Javier Meana y Luis F. Callado, académicos de farmacología en la Universidad del País Vasco, la sustancia GHB  “es un análogo del principal neurotransmisor inhibitorio que produce nuestro cerebro, el GABA o ácido gamma-aminobutírico. Eso implica que el GHB actúa como un depresor del funcionamiento del cerebro, disminuyendo o bloqueando la mayoría de sus funciones fisiológicas”

¿Dónde se utiliza? La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, señala que se utiliza “especialmente en el ambiente nocturno, caracterizado por la búsqueda de sensaciones intensas mediante la combinación de música electrónica, bailes maratonianos y abuso de sustancias”.

Por su parte, la Administración de Control de Drogas (DEA) indica que “el GHB y sus análogos se usan indebidamente por sus efectos eufóricos y calmantes y porque algunas personas creen que desarrollan los músculos y causan pérdida de peso”.

Agrega que dicha sustancia GHB y sustancias similares “también se usan indebidamente por su capacidad de aumentar la libido, la sugestibilidad, la pasividad y causar amnesia (falta de memoria de los eventos bajo la influencia de la sustancia)”.

Todos estos rasgos, -resalta la DEA- “hacen que las víctimas que consumen GHB sin saberlo sean vulnerables a agresiones sexuales y otros actos delictivos”.

En el organismo, la droga produce diferentes efectos como: euforia, somnolencia, disminución de la ansiedad y deterioro de la memoria, pero además puede producir alucinaciones visuales y “paradójicamente, comportamiento excitado y agresivo”.

En dosis bajas, el consumo de GHB puede provocar náuseas, mientras que en cantidades más altas los efectos son mucho más graves, incluyendo pérdida de consciencia, convulsiones, disminución del ritmo cardíaco, respiración muy lenta, hipotermia, vómitos, coma e incluso la muerte.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, establece que la adicción al GHB “es una entidad clínica reconocida que se evidencia por síntomas de abstinencia graves cuando la droga se interrumpe abruptamente después del uso regular o crónico”.

Agrega que “existe evidencia de que los usuarios recreativos y crónicos pueden tener consecuencias negativas para la salud y sociales”.

Los análogos del GHB

Es importante tener en cuenta que los análogos que suelen sustituir al GHB incluyen la GBL (gamma butirolactona) y el 1,4 BD, también llamado BD, que es el “1,4-butanodiol”.

La DEA, advierte que estos análogos “están disponibles legalmente como disolventes industriales que se utilizan para producir poliuretano, pesticidas, fibras elásticas, productos farmacéuticos, recubrimientos de metal o plástico, y otros productos”.

Asimismo alerta que “se venden ilegalmente como suplementos para el culturismo, la pérdida de grasa, la reversión de la calvicie, la mejora de la visión y para combatir el envejecimiento, la depresión, la drogadicción y el insomnio”.

En tanto, afirma que “el GHB hace efecto en 15 a 30 minutos y dura de 3 a 6 horas”.

“Se metaboliza rápidamente”

Es importante tener en consideración que los efectos según los expertos “desaparecen completamente a las 3 o 4 horas” y se “metaboliza rápidamente en el organismo por lo que, en caso de sospecha de agresión mediante su uso, es recomendable que la víctima acuda lo antes posible a un centro sanitario para poder realizar un análisis de sangre y orina que permita detectarlo”. 

Puede ser detectado en la sangre “hasta ocho  horas después de la supuesta ingesta, y hasta 12 horas en orina. Pasado ese tiempo, en algunos casos se detecta en muestras de pelo”, añade el artículo.

Sobre su uso en delitos sexuales, los académicos sostienen que “en la mayoría de estos delitos, las drogas utilizadas suelen ser el alcohol y diferentes tipos de benzodiazepinas”.

De hecho, destacan que “estudios internacionales indican que el GHB es detectado en menos del 5% de los delitos sexuales en los que se han utilizado drogas”.