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Día de la cerveza: una nueva generación de consumidores elige menos, pero mejor

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

El Día de la Cerveza refleja hoy una transformación: Chile empieza a abrazar una cultura cervecera más diversa, consciente y de calidad.

Hace ya algunos años se instauró  el día de la cerveza, cada primer viernes de agosto, y en los últimos díez años, Chile ha vivido una transformación profunda en torno a esta bebida.

Lo que antes era un mercado dominado por opciones masivas, hoy exhibe una oferta diversa, sofisticada y cada vez más conectada con el consumidor.

Del consumo masivo a la experiencia cervecera: cómo Chile se transformó en una cultura que prefiere “menos, pero mejor”

La cultura cervecera ha crecido a pasos firmes: han aumentado los emprendimientos independientes, los bares de marca y taprooms, los festivales temáticos y una comunidad que cada día más valora la calidad, el sabor y el origen.

En Chile, la lager sigue siendo la cerveza más consumida por su caracter refrescante y versatilidad, pero estilos como la ale, la stout y la IPA han ganado popularidad entre quienes buscan sabores más intensos y experiencias distintas.

“El consumidor quiere conocer el proceso de la cerveza”

José Tomás Infante, cofundador  y gerente general de Kross, una de las pioneras del movimiento cervecero independiente y artesanal en Chile, afirmó que los consumidores ya no buscan cantidad, sino calidad y carácter.

“Estamos viendo un interés genuino por entender el proceso, los ingredientes, la historia detrás de cada cerveza. Es un cambio cultural que valoramos profundamente, porque va en la dirección que siempre soñamos: cerveza bien hecha, con respeto por el oficio y con la recepción que merece de parte del consumidor”, explicó.

Lo cierto es que la tendencia es clara y el consumidor de cerveza está más informado, más curioso y exigente. En muchos casos, eso ha generado un giro hacia beber menos, pero mejor.

En este contexto, el día de la cerveza ya no es solo una fecha más en el calendario. Es una oportunidad para visivilizar nuevas formas de consumo, más conscientes, responsables y alineadas con los tiempos que corren. “No se trata de dejar de celebrar, sino de hacerlo en torno a una experiencia distinta”, afirmaron desde Kross.