Olas de calor pueden aumentar hasta 87% la tasa de accidentes laborales: Mutual de Seguridad llama a la protección en el trabajo al aire libre
Un proyecto de investigación patrocinado por Mutual de Seguridad – en el marco del concurso de innovación e investigación de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO)- identificó una relación entre el calor extremo y una mayor accidentabilidad laboral en sectores como la construcción y la agricultura.
Durante el último verano, Cauquenes alcanzó los 42,5°C, una de las temperaturas más altas registradas en Chile. Estos episodios, cada vez más frecuentes, corresponden a “olas de calor”: tres o más días seguidos con máximas sobre el percentil 90 histórico, según la estación más cercana.
Entre 2011 y 2024 se han registrado cerca de 2.000 olas de calor en el país, lo que las convierte en una amenaza creciente para la seguridad laboral en faenas agrícolas, de construcción, ganadería y limpieza.
Olas de calor elevan el riesgo laboral: Mutual de Seguridad refuerza medidas preventivas para trabajadores expuestos al sol
El estudio analizó tres millones de denuncias de accidentes en los últimos 15 años, comparando periodos con y sin olas de calor mediante un diseño cuasi-experimental y control de variables demográficas y meteorológicas.
Los resultados revelan que las olas de calor se asocian con un aumento significativo en los accidentes laborales, pues el riesgo relativo de accidentabilidad durante días de calor extremo es 1,79 veces mayor comparado con condiciones térmicas normales.
Este aumento se observa en todos los sectores analizados, pero es más marcado en construcción y en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (AGSP), donde la tasa de accidentabilidad puede aumentar hasta 87%.
Además, el estudio demuestra que el estrés térmico no solo incrementaría el riesgo de sufrir golpes de calor o deshidratación por parte de trabajadores, sino que también afectaría la concentración, el rendimiento y la coordinación, elevando la probabilidad de errores y accidentes indirectos, como síncopes, crisis hipertensivas o trastornos respiratorios.
Impacto creciente y efectos prolongados
La investigación registró más de 31 mil accidentes durante olas de calor, concentrados en la RM, O’Higgins, Maule y Biobío. Los efectos pueden prolongarse hasta cuatro meses por la fatiga térmica acumulada.
Según Diana López, investigadora de Quantia, factores individuales no observables podrían influir en esa persistencia. El estudio advierte que el calor extremo es un riesgo laboral emergente, similar a lo observado en países como Australia, donde los accidentes aumentan hasta 15% tras varios días de altas temperaturas.
Prevención y adaptación: una agenda urgente
“El calor extremo afecta las funciones fisiológicas y cognitivas, aumentando el riesgo de errores y accidentes en faenas al aire libre. Es un factor que debe incorporarse en la prevención laboral”, señala Cristián Ramírez, especialista en cambio climático de Mutual de Seguridad.
La entidad está reforzando su enfoque preventivo con medidas de anticipación, formación y autogestión del riesgo. Entre ellas destacan guías sectoriales para construcción y agricultura, con pausas de hidratación, horarios flexibles y protección solar, capacitación para detectar signos de estrés térmico, campañas de sensibilización y asistencia técnica a empresas, especialmente pymes.
Ramírez enfatizó que los empleadores deben implementar planes de gestión que incluyan pausas, sombra, agua potable y capacitación para reconocer síntomas de agotamiento o golpe de calor.